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jueves, 12 de marzo de 2009

Alerta 78: Mujeres obedientes y al pie del lavarropas

En su edición del pasado domingo 8 de marzo, Día de la Mujer, L'Osservatore Romano (órgano oficial de propaganda del Vaticano) pondera apreciativamente la verdadera historia de la "liberación femenina", que se hizo realidad no a través de la píldora anticonceptiva o del derecho al aborto (donde lo hay) sino por medio de... el lavarropas. Al menos eso sugiere la periodista Giulia Galiotti en su artículo titulado "La máquina de lavar y la emancipación de la mujer", que encontró amplio eco en la prensa mundial.

Ya me dirán las lectoras qué relevancia tiene este artilugio en su vida de mujeres libres y emancipadas, pero como señala sensatamente alguien por ahí, lo que liberó a la mujer fue el acceso a la educación, que le permitió ver más allá de los límites de su casa, incorporarse al mundo laboral, y aprender a defender sus otros derechos. En cada uno de estos escalones hacia la libertad plena, la mujer ha sido obstaculizada por lo más conservador de la sociedad de su tiempo, que siempre ha incluido a las religiones dominantes.

La Iglesia Católica ha aceptado que las mujeres tengan educación, pero jamás ha logrado aceptar que tengan autoridad. El Vaticano es uno de los muy pocos lugares del mundo cuyo líder político (además de pretender ser el vicario del mismísimo Creador del Universo), debe ser obligatoriamente un varón, y varones son también todos sus ministros, secretarios y demás allegados al gobierno, como también son y deben ser varones los que presiden las diócesis y arquidiócesis que son como las provincias en las que el Vaticano divide el mundo, y son varones los que mandan en los templos, desde una humilde parroquia pueblerina hasta la más majestuosa catedral, y sin importar (esto suele ser obvio) si sirven y son capaces para eso. Llamativamente, en estos lugares (y esto lo puede constatar cualquiera), la mayor parte del trabajo real lo hacen mujeres, y son también mujeres las que llenan los bancos del templo.

Hay movimientos laicos mixtos (pocos) liderados por mujeres, y por supuesto, las líderes de las órdenes religiosas femeninas son mujeres. Pero incluso la más orgullosa madre superiora debe responder a un hombre, en algún punto de la cadena de mando celestial que termina con el gran Macho Alfa y Omega (todos insisten en que Dios no tiene sexo, pero por alguna razón siguen llamándolo como se llama a un hombre y representándolo como a una especie de galán tipo "macho sensible").

El Papa lo ha dicho claramente: lo que Roma quiere son mujeres obedientes, discretas y dispuestas a servir. Bajo este punto de vista, ni el lavarropas ni ningún otro aparato mecánico libera; simplemente eficientiza y perfecciona el estado ideal de servidumbre de la mujer.

3 comentarios:

  1. Completamente desubicada la Iglesia, como siempre... ¡Si todos sabemos que lo que emancipó realmente a la mujer fue el microondas! Ahhh... ¡Máquina del demonio!

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  2. No es de extrañar que estas sean las ideas si la propia Biblia lo ordena.

    Saludos.

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  3. Alguien se dio cuenta que las dos mujeres que mas aparecen en la biblia son:
    una virgen y una prostituta... para pensar.

    diganme si me equivoco pero creo que es asi.

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