Foto: Diario La Nación / F. Massobrio
Locos y fanáticos hay por todas partes, pero la Iglesia Católica favorece más a los segundos que a los primeros, seguramente porque los locos dan una mala imagen y tienden además a ser desobedientes a la autoridad, mientras que los fanáticos, en cambio, pueden adherir a la locura de sus superiores. Y quién podrá ser el superior eclesiástico de Mancuso sino nuestro viejo conocido, el arzobispo Héctor Aguer, que tiene en su Colegio de Consultores al cura y le dio permiso para seguir tratando con Belcebú a su manera...
Carlos Mancuso nunca estudió para ser exorcista ("No hay que aprender en ninguna parte. Es como los bautismos."). Simplemente encontró, cuando hizo falta, que le servían para el asunto sus incursiones pre-sacerdotales en "temas esotéricos, lo que es el espiritismo, lo que es la masonería, esas sectas que son secretas y que la gente no conoce", vale decir, esa tierra de nadie intelectual que se extiende entre lo real poblado por pobres idiotas y lo completamente imaginario fruto de la paranoia y las teorías conspirativas. Tampoco estudió psiquiatría, pero dice tener un "sexto sentido" para darse cuenta de cuándo debe mandar a alguien al médico y cuándo es cosa del Maligno.
De Mancuso se dice que curó a un niño con fibrosis quística, aunque, se apresura a aclarar, eso fue un milagro y Dios no va a ir curando a todos porque sí. En sus encuentros con jóvenes se hablaba mucho de la mortificación. Es que, según explica, Dios deja hacer al demonio y que el sufrimiento continúe porque "cuando la gente soporta las tentaciones y desdichas que vienen del Maligno, alcanza mayor grado de santidad".
El notero del diario marplatense (llamarlo periodista sería un abuso de la palabra) no hace ningún intento por cuestionar las extrañísimas, a veces repugnantes, otras vagamente incoherentes, declaraciones del cura. No plantea preguntas espinosas o incómodas y no consulta a nadie más para contrastarlas; si lo dice un sacerdote tan querido por su comunidad, pensará, está bien. Si hubiera navegado un poco por internet, hubiera descubierto algunas desagradables cosas sobre el tenebroso mundo en el que ha vivido Mancuso desde hace décadas: el mundo de un hombre obsesionado con lo oculto, con lo preternatural, con la presencia de Satanás, con el marxismo y el comunismo, con las tentaciones del sexo, con las sectas. Al cura le preocupa que la gente busque magia fuera de la Iglesia: "Una familia bien constituida que va a misa todos los domingos, que recibe los santos sacramentos no se va a sentir tentada de ir a consultar al curandero, ni al tarot, ni al espiritismo, ésa está a salvo."
Hace menos de un mes, el diario La Nación le hizo una nota a Mancuso, "el exorcista de la calle 6". El cronista, un "agnóstico culposo" según sus propias palabras, no fue mucho más crítico. Luego de advertir "me gustan las historias de exorcistas como me gustan los cuentos de fantasmas y de vampiros", con la típica, amable falta de compromiso de los que no se animan a reírse de la estupidez, concede que "el cielo y la tierra están llenos de asuntos que no comprendemos". Y le da paso a una serie de historias que sólo un buen guión cinematográfico y una credulidad a toda prueba podrían acercar a la realidad.
En Crítica hay una nota más larga y más interesante, con opiniones múltiples sobre el tema, sobre la práctica del exorcismo en el siglo XXI, donde se consulta a Mancuso pero también a un psiquiatra. Éste último habla claramente de lo que significa recurrir a un exorcista o a un curandero: “Es una tendencia al pensamiento mágico, la mejor manera de no resolver un problema para que lo haga otro a través de algún poder”. Señala que el paciente debe asumir responsabilidad por su vida, en vez de suponerse en manos de Dios o el Diablo.
Como parece que está de moda esto de la internet, Mancuso tiene un grupo en Facebook: Padre Carlos Alberto MANCUSO, Exorcista de La Plata. El creador y administrador del grupo es la Arquidiócesis de La Plata, la misma que mantiene la página del arzobispo Aguer.
[Me enteré de esta noticia a través de la difusión del Congreso Nacional de Ateísmo vía Facebook.]
Por defender un poco a los "periodistas" que hacen estas entrevistas, hay que reconocer que no son los únicos, por el contrario, cualquiera que asegure tener poderes sobrenaturales, no importa lo ridículo que pueda llegar a ser, tiene asegurado un sitio en radio, televisión y prensa en el que podrá afirmar lo que quiera sin que nadie se lo critique. Se guardan todas las críticas para la ciencia de verdad o para quien practique la fea costumbre del escepticismo.
ResponderEliminarNo sé si se enteraron lo que pasa en Salta, Argentina: Un Concejal fue acusado de barbaridades y se descubrió que era una conspiración. Se burlaban de él porque era esotérico. Los maldijo uno a uno de los que estaban en el complot y todos estan viviendo desgracias: Un empresario, Antonio San Millán que era deudor de impuestos y hermano del intendente de Salta (Alejandro) sería quien puso el dinero para que un Abogado armara todo: una violación. Roberto Gareca contrata un menor, lo culpan de violación y el Goncejal los maldijo con nombre y apellido: al empresario San Millán se le murió el hijo en un accidente inexplicable; se le cayó encima un nimi tractor de cortar el cesped. Capellán anticipó que pagaría "con lágrimas de sangre"- Al empresario publicitario y propietario de medios: le comenzó un fuerte dolor de cabeza lo internaron y un tumor cerebral fulminante le produjo la muerte, el hermano del Abogado Gareca, Sergio Alberto, director de prensa policial del el Diario el tribuno de salta,se encargaba de los grandes titulares en contra del Concejal Esotércio, acaba de moorir de un cáncer galopante, los San Millán fundieron su empresa. El Juez que ordenó la detención del Concejal, Luis María Agüero Molina, fue destituido. Rodrigo Chavarría, contratado pro Gareca para denunciarlo de una violación al edil, Capellán sentenció "vivirá preso". Todo se cumple. Las Maldiciones las refleja: www.saltanoticiassalta.com y otros medios, basta poner en cualquier buscador: "maldiciones+concejal" y ahí está TODO.
ResponderEliminarPodrían comentar esto o tratar de entrevistar al Concejal Esotérico, sería muy interesante.
Dorys, no sé si leíste un poco este blog, pero por si acaso te advierto que quien escribe y la mayoría de los que leen no creemos en la existencia de Dios, del diablo o de demonios de cualquier clase, ni de maldiciones ni bendiciones. Todo lo que pasó en Salta, según tu narración, tiene explicaciones perfectamente naturales. Es una vergüenza que un medio periodístico le dé cabida a estas cosas. No hace más que reflejar la ignorancia y la superstición reinantes en este país.
ResponderEliminarDorys, Pablo tiene toda la razón. Y la advertencia es definitiva. En este Blog solo opinan, escriben y tienen derecho a ingresar los que no creen en Dios ni el diablo... Tampoco deberían ingresar los INTOLERANTES, los que DISCRIMINAN y los que ADVIERTEN como si fueran los dueños de la VERDAD, y los que tratan de IGNORANTE Y SUPERSTICIOSOS a toda la gente de este país. Pablo, el Blog es todo tuyo, PUES SE PUEDE SER ateo COMO YO pero no ser intolerante ni irrespetuoso "que los dioses y los demonios" te protejan, chau
ResponderEliminarAquí puede comentar quien quiera, Demetrios. Dorys puede entender perfectamente lo que quise decir. Dorys no parece una lectora habitual, probablemente es alguien que buscaba un lugar donde compartir su asombro ante estas cosas que están ocurriendo en Salta, y creyó que éste era un foro sobre sucesos milagrosos o esoterismo.
ResponderEliminarNo toda la gente de este país es ignorante y supersticiosa, pero mucha lo es, y los medios son complacientes ante ese estado de cosas. Ahora no me vas a decir que tratar de supersticiosos a los que creen en maldiciones demoníacas es "intolerante". Es una tontería mayúscula y sólo es entendible por la indoctrinación religiosa y la falta de educación crítica recibida.
Dorys, basta poner en cualquier buscador "correlación no es causalidad" para entender por qué las personas racionales no consideramos seriamente casos como el que contás.
ResponderEliminar