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jueves, 5 de agosto de 2010

El milagro argentino (A199)

Infografía de Clarín
Según un estudio recientemente publicado, siete de cada diez argentinos creen en milagros. Y más aún: uno de cada dos cree haber sido testigo de un milagro (en casi la mitad de los casos, la curación de una enfermedad).

Hasta ahí los números. No hace falta decir (o sí, aunque no precisamente aquí) que la contrapartida de esa cifra de la credulidad argentina es un descreimiento bastante considerable, que a los diarios no se les ha ocurrido mencionar en sus titulares: tres de cada diez argentinos no creemos en milagros. Los titulares mediáticos deben transmitir información y, en esta era de sobreoferta informativa, intentar impresionarnos mostrándonos a primera vista algo nuevo, inesperado; sin embargo, no hay nada de eso en un titular que confirma que una mayoría de los ciudadanos de una cultura de matriz religiosa y extremadamente supersticiosa creen en milagros.

“Ninguna persona razonable puede creer en la religión cristiana sin un milagro”, como decía el filósofo J. L. Mackie, y eso hace que esos tres de cada diez sean una paradoja. Las encuestas suelen estar mal hechas; una variación en una palabra o en la formulación de una pregunta pueden destruir un resultado. Suponiendo que no ha ocurrido esto, resulta que casi 30% de los argentinos, entre los cuales sin duda hay quienes se profesan cristianos, no creen en la resurrección de Cristo, ni en el poder de la oración a Dios o la plegaria intercesoria (oración a los santos o a la Virgen María).

Si fuéramos al meollo del asunto con toda lógica, deduciríamos que ese 30% no cree en un dios creador del universo, ya que no hay milagro más grande y más inverosímil que la creación ex nihilo de todo lo que nos rodea por el simple acto de voluntad de una entidad invisible e indetectable…, pero es evidente que los creyentes abandonan la lógica mucho antes de ese punto.

Algo mucho más interesante es que la mitad de los encuestados dice haber estado alguna vez en presencia de un milagro, de manera que si se les preguntara las razones por las que creen, muchos probablemente dirían que es debido a esa experiencia de supuestos milagros. Sabemos que generalmente no es así: solemos aceptar como verdaderas las cosas que ya creemos de antemano, y somos más escépticos ante lo que no queremos aceptar. Primero creemos y luego racionalizamos. Si queremos ver un milagro, podemos verlo en prácticamente cualquier suceso no trivial. El escéptico “entrenado” conoce estas debilidades de su propia mente y busca contrarrestarlas, transformándose en “abogado del diablo” ante sus propios anhelos. Pero el creyente devoto también puede estar “entrenado” por su tradición y sus pastores; gran parte de los justificativos de la fe consisten en advertencias contra el descreimiento, contra la tentación de cuestionar y razonar más allá de los límites. Por eso es que, de ese 30% de los argentinos que no creen en los milagros, sólo una pequeña parte son verdaderamente escépticos.

Regocijémonos, de todas formas. De cada diez compatriotas, tres no creen que las leyes del universo son ideas pasajeras de un dios caprichoso que pueden suspenderse para beneficiarlos a ellos. En una sociedad que glorifica la irracionalidad y el voluntarismo, eso sí que es un milagro.

8 comentarios:

  1. bueno, partamos de la base que clarín es menos fiables que cobos

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  2. Cuando era chico y miraba Scooby Doo no podía entender por qué los personajes se creían que un monstruo o fantasma distinto los perseguía en todos los capítulos, y siempre resultaba ser un hombre enmascarado, una sábana sobre un globo de helio, un robot, un proyector o algo por el estilo. Y los personajes no aprendían.

    Ahora entiendo que era un vivo reflejo de la sociedad.

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  3. Créase o no, jamás vi un solo episodio de Scooby Doo. Obviamente si los personajes hubieran sido mínimamente escépticos (al nivel de un chico de diez años) se hubiera terminado la serie al tercer capítulo.

    Reiven: Clarín es poco confiable, pero la investigación no es de ellos (¿Clarín, investigación?).

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  4. Buen texto, no comparto lo que dice reiven, en definitiva, los medios de comunicación son eso "medios", un intermediario por el cual pasa la información antes de llegar al pueblo, eso adjudica su manipulación - con la cual estoy completamente encontra- pero legal en todo sentido.
    Legal digo en leyes, inmoral en cuanto a lo que produce en la población, lo que se olvidaron de poner acá es simplemente lo más importante, cuanta gente como yo es cristiana obligada por el bautismo y no cree en la iglesia, y los que siendo cristianos -mi caso- y no creen en dios.

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  5. Es curioso, .. conozco "ateos" que son muy supersticiosos o creen en seres como "duendes", fantasmas,.. No sé que clase de concepto del universo tengan, es verdad. Me muestran videos donde ven duendes, hechos en zonas selváticas rurales, de noche y con escasa nitidez - yo no veo duendes, sino gatos y monitoos, y se mueven como tales, considerando la etendida cultura de superstición que existe en las regiones mencionadas.

    Pues, me recuerda, hace tiempo una pequeña discusión en un foro "gótico". Yo explico que es muy poco probable la existencia de un Jesús histórico, que las deformaciones hechas al texto de Josefo, la infinidad de mesías que había cerca al año 0 de la Era Comun, etc, etc Y que es muy probable que haya sido un mito basado en varios caudillos zelotes. Un cristiano confeso, quiere hacer mofa de mí y remeda a Sagan: ¿crees a pie juntillas en eso? (esa expresión es desconocida tal cual en mi país). Y yo le respondo: si hay otra teoría mejor, la tomaré en cuenta. ya deseché la que fue parido por una virgen en mágicas circunstancias... O acaso atracaste esa historia? ( "atracar" es acatar, aceptar , creer sin lugar a dudas en jerga local).

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  6. Eh, me olvidé... Con lo anterior quería referirme a que la cultura del "creyente" de creer automaticamente puede afectar a los ateos también.

    Por ejemplo en el libro "Manual del Ateo" de Eduardo del Río García "RIUS", menciona como ateos a Newton, Voltaire, Benjamin Franklin, entre los que recuerdo, cosa que no es cierto.

    MMM, el primer Scooby Doo, el original sí traía un mensaje escéptico. Obviamente los "fantasmas" era una motivación para los muchachos que buscaban averiguar qué había tras todo ellos. Por lo general eran trucos que beneficiarían a algún individuo inescrupuloso.

    (Me hace recordar cuando el mismísimo Ministro del Interior Octavio Salazar culpó de unos sangrientos asesinatos a una banda de "pishtacos", míticos asesinos que extraen grasa de sus víctimas humanas. En los comentarios que ridiculizaban a Salazar, hubo gente que respondia airada: "no se burlen de las creencias de la gente, que en la Sierra, los pishtacos son reales para la gente..." ¬ ¬.

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  7. Pero no hay un 70% de personas que prefieran la incomodidad de ir al hospital a curarse cuando podían quedarse en casa rezando cómodamente. Las creencias mayoritarias existen pero son de baja intensidad.

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