Los obispos de Nigeria emitieron un comunicado en el que consideran condenable el pretexto de la "libertad religiosa" por parte de algunos grupos para "perseguir a otros nigerianos de diversa convicción religiosa" […].Una casualidad, digo, en cuanto al momento en que ocurre, aunque hay una causalidad obvia, una inevitabilidad, en esto que está ocurriendo. El islam (porque se trata precisamente de una milicia islamista) es una religión proselitista y totalitaria, en el sentido de que la vida pública y la privada, el hogar, la escuela y el gobierno, todo, debe quedar subsumido bajo la ley delineada por el Profeta. En esto no es diferente ni peor que el cristianismo medieval. Lamentablemente los cristianos perseguidos de Nigeria y de otras partes no pueden esperar cinco siglos a que el islam se reforme o al menos expulse de su seno a sus movimientos más extremos.
Los obispos señalaron que "algunos nigerianos malinterpretan su derecho a la religión como el derecho de perseguir a otros nigerianos de diversa convicción religiosa"; y advirtieron que "el derecho a propagar una religión no se debe ejercer de modo que viole los derechos de personas de otras religiones. Deploramos el uso y abuso de la religión para pisar los derechos de los demás".
Los obispos nigerianos están preocupados con razón, pero nada se puede hacer por las víctimas de la persecución religiosa si sólo se recurre a argumentos vacíos y a pedidos a Dios, la Virgen y los santos. La raíz del problema está en otra parte, pero si los obispos se asoman a ese abismo, no podrán evitar ver que el abismo les devuelve la mirada.
Ser religioso debiera ser considerado como el resultado de una mala educación y una falta de buenas maneras.
ResponderEliminar