
No fue difícil conseguir una imagen blasfema para el catolicismo; ésta la tomé de Radio Cristiandad (¡creo que en el fondo les gusta y por eso la odian!). Lo interesante es que también es ofensiva para el Islam, que venera a la Virgen María como madre de Jesús y símbolo de piedad y sumisión a Dios.
Aplaudimos la iniciativa, y esperamos que los obispos irlandeses, por esas mismas razones, pidan la abolición de la ley contra la blasfemia que fue aprobada recientemente allí y que el colectivo católico integrista HazteOír, por ejemplo, considera una protección de la libertad religiosa. Es verdad que esta ley sólo prevé una multa de 25.000 euros para quien blasfeme, asunto indudablemente menor si lo comparamos con pasar años en una cárcel pakistaní. Pero el principio es el mismo. La blasfemia no puede ser delito, porque un delito se comete contra las personas o contra la propiedad, y las doctrinas religiosas no son ni una ni otra.
Siendo realistas, poco podemos esperar de quienes apoyaron a los que mandaron matar a Salman Rushdie y cuya idea de la libertad religiosa, cuando están en el poder, no es mucho menos represiva que la dhimmah. La Iglesia Católica y la dirigencia internacional del Islam tienen una agenda común en lo que se refiere a la supresión de la crítica.
P.D. ¡Recuerden que dentro de 11 días es el Día de la Blasfemia!