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sábado, 10 de julio de 2010

Y dale con el matrimonio gay

Matrimonio igualitario
Al acercarse el día del debate en el Senado por el matrimonio homosexual, hay tantas noticias sobre el tema que me ha resultado imposible seguirlas, comentarlas y al mismo tiempo sentarme a escribir sobre ellas. (Es mi opinión que poco sirve usar un blog para republicar noticias, sin comentarios ni análisis.) Como además me dediqué a incursionar en Twitter, mi tiempo online para dedicarlo a Alerta Religión se ha reducido aún más. Y si encima voy a un acto a favor del matrimonio gay y en vez de reseñarlo me dedico a pensar por escrito…

En fin. Trataré, aunque más no sea, de citar y resumir en pocas palabras lo que está ocurriendo.
  • Escuelas y universidades confesionales alientan a sus alumnos, incluidos los menores de edad, a discriminar. Véase por ejemplo el texto desinformativo y groseramente discriminatorio enviado a los alumnos del Colegio FASTA Ángel M. Boisdron, la incitación a faltar a clases para ir a una marcha contra el matrimonio gay de la Universidad Católica de La Plata, la chocante solicitud de firmas contra el proyecto a los padres a través de sus hijos en varias escuelas, y la oración contra los homosexuales que les han enseñado a los niños.
  • Los políticos que no participan directamente del debate legislativo no han expresado muchas opiniones, con elocuentes excepciones, como la toma de posición del gobernador Luis Gioja (San Juan), que decretó asueto administrativo en la provincia para aquellos que asistieran a una manifestación contra el matrimonio igualitario, y las declaraciones del gobernador Celso Jaque (Mendoza) donde se deja entrever que en la “gran familia” argentina no caben las parejas homosexuales.
  • La Iglesia Católica parece decidida a sobrepasarse a sí misma. El Cardenal Bergoglio, por ejemplo, dice que el proyecto de ley de matrimonio para todos y todas es una movida del demonio “para confundir y engañar a los hijos de Dios”. Y el arzobispo de La Rioja, Roberto Rodríguez, dijo que el país está “en medio de una guerra”.
  • A los naranjitos no les está yendo bien mediáticamente aquí en Rosario. Verónica Baró Graf, líder local del movimiento y asesora del arzobispado, hizo comentarios discriminatorios en un conocido programa de TV y luego habló de que los periodistas “están alimentando la hoguera y alguno va a morir en esto”, lo que le ganó un repudio del Sindicato de Prensa. El diario La Capital, que no se caracteriza por su progresismo, habló llanamente de Red Familia como de cruzados antimatrimonio gay.
  • A pesar de que la iniciativa de matrimonio igualitario fue impulsada por varios partidos minoritarios y sólo después logró apoyo del oficialismo, los diarios conservadores insisten en hablar de todo el asunto como un enfrentamiento entre el kirchnerismo y la Iglesia. La realidad es que el kirchnerismo dio “libertad de conciencia” a sus legisladores y ahora está teniendo que salir a tapar ese agujero, por donde varios se han ido escapando. La presidenta hizo su parte, elíptica pero claramente, en el acto por el Día de la Independencia; su esposo el ex-presidente fue más explícito. Ya se verá si estas tardías tomas de posición fueron útiles. Al menos los senadores K ya impugnaron los proyectos de unión civil, que todas las organizaciones GLBT ya calificaron como “de apartheid”.
Y hay más, mucho más, pero en resumen, tenemos un panorama acelerado. Es fácil y quizá pobre, argumentativamente, remarcar que la Iglesia Católica (y muchas iglesias evangélicas) nunca se habían movilizado de esta manera para pedir el fin del hambre o la pobreza, o para reclamar por un derecho de cualquier parte de la sociedad. Objetivamente sí es cierto que la Iglesia no había movilizado gente y dinero desde que se debatió la ley de divorcio vincular en 1987.

Sea cual sea el resultado, la Iglesia posee un capital intangible que esta reacción virulenta y llena de odio apenas disfrazado está erosionando. Este discurso radical obliga a tomar posición, y la gente la está tomando, al parecer, a favor de la diversidad. Ojalá que los legisladores escuchen.

    12 comentarios:

    1. Hola!

      Cualquier lucha vale la pena, y mas esta que es por la libertad de ser como cada quien quiere ser...La libertad debe estar en la diversidad.
      La oposición es fuerte por lo que se nota, pero como siempre ha de ser por lesionar sus propios propositos.
      Aca las cosas no son tan distintas...

      Saludos!
      Solo espero que no abandones el blog.

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    2. En España los obispos sólo han salido a manifestarse una vez en toda la historia de la democracia, contra el matrimonio gay, aunque ahora ya se han olvidado del asunto porque la ley no les ha perjudicado en nada, mientras que su imagen homófoba intolerante y medieval les estaba haciendo mucho daño.
      En cambio en otro asunto mucho más inmoral, como es el terrorismo de ETA, la iglesia siempre ha mantenido una posición ambigua, porque lo que les importa, como siempre, es ponerse al lado del vencedor, y de momento no tienen claro quién va a ser. Asi que a pesar de las muchas manifestaciones que se han convocado contra el terrorismo, los obispos no se han dado por aludidos.

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    3. Yo recuerdo el tema de la ley de divorcio en tiempos de Alfonsín, y tanto la reacción como los argumentos que esgrimen los creyentes son bastante similares a entonces. Que Dios esto y lo otro, que los pobres niños esto y aquello, que iba a haber una ola de divorcios monstruosa, que todos los chicos iban a ser hijos de padres separados, se venía poco menos que un cataclismo social. Por supuesto, nada de eso pasó, y no creo que nuestros índices de pobreza, de delincuencia, de drogadicción, de avance económico, de corrupción, de cultura, etc., hayan sido impactados un ápice porque la gente pueda cortar con una situación ingrata y de alguna manera seguir buscando la felicidad adonde sea que se encuentre.

      En aquel momento la sociedad estaba madura no sólo para aceptar sino para esperar una ley de divorcio.

      Hoy por hoy creo que no sucede eso con el tema del matrimonio gay. Está todo demasiado mezclado, y las cuestiones políticas están primando por sobre el tema ético / humano, que debería ser lo que se ponga en el tapete. Me parecería una pena que saquen la ley por un tema de transa política y con aprietes y tejemanejes que no tienen nada que ver con lo que se busca debatir.

      Me parecería mejor que se debatiera y promulgara esta ley cuando los K ya no estén al mando de la picadora de carne, para hacerla más legítima y fuerte.

      JL

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    4. yo todavia sigo esperando que los que estan en contra -mas alla de su color ideologico y/o confesional- me den una razon, argumento politico, idealogico o cientifico para estar en contra. Todos salen con alguna maldicion, el demonio, magia negra, la hoguera y la Guerra de Dios. El medioevo un poroto. No entiendo tampoco que justificacion estadistica pueden tener para negarse a esto, porque en paises donde ya es legal,donde los derechos son iguales para todos, como Holanda adonde vivo, no se ha registrado una suba en los indices de... que se yo... que indice subiria? infelicidad? pecado? mortandad?... no se... de que hablamos?

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    5. Estos payasos ensotanados y sus aborregados seguidores siempre emplean los mismos argumentos: "¡¡Es una afrenta contra Dios!!" y "¡¡HAY QUE PENSSSSARRRRRR EN LOSSSSSS NINNNNNIIIIIOSSSSSSS!!". El uno no existe y los otros son mucho más sensatos y tolerantes que ellos (al menos si no han abusado de ellos enseñándoles religión en la infancia). De modo que no tienen nada razonable que decir.

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    6. Oponerse al matrimonio igualitario es como oponerse al aborto legal: estar en contra de algo que, de todos modos, sucede y que, de ser legal, haría mucho más digna la vida de las personas involucradas.
      O sea de eso se trata la oposición: de negar obtusamente algo real para que mucha gente siga viviendo indignamente. Pero, claro, decirlo así queda feo (como quedaría feo que las iglesias comenzaran a poner cartelitos impidiendo la entrada a homosexuales -soldados de Satán según se deduce de las palabras de Bergoglio-), así que se escudan en las palabras.
      Uno los podría respetar más si abiertamente dijeran "Sí, discriminamos. Sí, queremos que algunas personas tengan una vida indigna". Pero callan los hipócritas. Callan.

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    7. Congratulations Argentina!!!

      Tengo envidia sana.

      Saludos desde Chile

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    8. Soy otro "envidioso sano". Y eso que soy straight.. XD XD .

      Me enteré por el noticieroesta mañana que el Senado aprobó la Ley- aunque veo que el margen de votos fue algo estrecho.

      También veo que mis paisanos ya pusieron el grito al cielo y temen que acá en Perú se atrevan a hacer lo mismo. (Claro, solo quieren a los homosexuales en programas cómicos de baja manufactura, o en las amarillentas noticias faranduleras...)

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    9. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    10. Os creéis los nuevos Luther King y no sois más que sexadores de pollos.

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    11. Lo que Saurio dice del aborto legal, ¿por qué no lo afirma del ilegal? Dejaría de serlo tras la conveniente reforma.

      Respecto a los homosexuales, serán todo lo dignos que se quiera (o no), pero su dignidad no depende de un nombre robado, "matrimonio", salvo que se tenga a lo extramatrimonial por infame. Lo que sí depende de esta innovación léxica y legislativa son las pensiones de viudedad, los pagos compensatorios y demás ventajas económicas que el Estado no tiene por qué garantizar a las parejas cuya probabilidad de obtener descendencia es cero. De lo contrario, se abre la veda a mil absurdos y arbitrariedades jurídicas, al margen de que se agravia a muchas otras formas posibles de convivencia no sexual.

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    12. Irichc es suficientemente retrasado mental que aún no se ha dado cuenta de que el lenguaje EVOLUCIONA, y que las palabras CAMBIAN su significado para adaptarse a la sociedad. Y no a la inversa. La palabra matrimonio ANTES significaba unión entre hombre y mujer, pero AHORA contempla la posibilidad de que los cónyuges sean del mismo sexo. Y se sigue llamando matrimonio. No se ha robado nada, sino que el lenguaje ha evolucionado.

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