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miércoles, 3 de junio de 2009

A103: El Eje del Laicismo


Eje del Laicismo vs. Creyentes Fervientes
(hacer click para ver mapa completo)
Francisco Gil Hellín, Arzobispo de Burgos (España), dice que la Iglesia Católica se enfrenta a "un eje mundial laicista" y que el mundo va camino a una "dictadura del relativismo" donde no se le da "ningún valor a la ética cristiana". Estamos esperando que nos diga por qué eso sería malo, pero no hay caso. (A modo de aclaración: la contundente y autocontradictoria frase "dictadura del relativismo" es una invención del mismísimo Papa Ratzinger. Raramente los obispos, arzobispos y cardenales conservadores dicen algo original.)

Hasta un cierto punto no se puede sino estar de acuerdo con la sustancia de la expresión del arzobispo. Efectivamente, en Estados Unidos y Europa, y a través de su influencia también en las Naciones Unidas, viene imponiéndose el consenso de que los valores humanistas laicos son más aceptables que lo que se llama "ética cristiana", en primer lugar porque la civilización occidental ya no es (totalmente) cristiana, ni mucho menos católica, y el resto del mundo nunca lo fue. En segundo lugar, quizá, porque algunas partes de la "ética cristiana" y los "valores" propuestos por estos señores de sotana son bastante dañinos o contraproducentes, cuando no directamente antitéticos a los derechos humanos.

En tercer lugar hay algo que yo he mencionado unas cuantas veces y que tiene que ver con la política. Como miembro de una sociedad marcada por la herencia judeocristiana, yo he asimilado valores (no exclusivamente) cristianos como la compasión, la caridad y el respeto por la vida humana. Pero estos valores son universales y elementales, casi autojustificables (aunque su aplicación detallada traiga discusión). El problema es que la Iglesia Católica ha metido en la misma bolsa estos valores sencillos y obvios (pero importantísimos) con otros "valores" que no son tales sino puntas de lanza de su guerra contra la modernidad, temas accesorios, tópicos manufacturados ad hoc para impulsar a los fieles militantes y mantenerlos unidos contra algo: tales son el "respeto por la vida humana desde su concepción hasta su final natural" (es decir, oposición al aborto y a la libertad de elegir el momento de la propia muerte) y la "defensa del matrimonio y la familia" (o sea anti-homosexualidad en la educación y las leyes, oposición a las uniones civiles y al matrimonio homosexual, y en general oposición a reconocer los derechos de las minorías sexuales). Es casi como si buscaran algo a qué oponerse y tuviera que ser algo complicado, para diferenciarse de los demás. "No matarás" es fácil; "No abortarás ni aunque preservar una bolita microscópica de células indiferenciadas te cueste la vida" es mucho más difícil.

Desde este punto de vista, no debe sorprender que la Iglesia, una vez delineado su casus belli, busque y fabrique a un enemigo beligerante. Hace diecisiete siglos que esta institución, con ayuda de un emperador romano bautizado en su lecho de muerte, se erigió como ama y señora de la vida, la muerte y el más allá en Occidente, y con pocas interrupciones en tiempo y espacio, ella y sus ramas escindidas (generalmente aún más radicales) siguieron siendo un factor de poder hasta no hace mucho en gran parte del mundo. Lo que ocurre ahora es que ya no tienen el poder de censurar la disidencia.

Los cristianos quieren hacernos creer que aún los están arrojando a los leones, pero la verdad es que ellos han sido los leones (para herejes, ateos, judíos, homosexuales, brujas, intelectuales...) durante gran parte de su historia. Ahora el gran león vaticano se ve acosado por, digámoslo así, hienas y perros salvajes, pero está claro que estas fieras menores no pretenden atacarlo, sino que (por su misma naturaleza) se dedican a competir y quitarle su comida. El ecosistema de las ideas está revuelto. No hay un "eje del laicismo". Es la hora en que el sistema cristiano deberá probar que funciona, y aceptar su derrota si no.

9 comentarios:

  1. Los cristianos quieren hacernos creer que aún los están arrojando a los leones, pero la verdad es que ellos han sido los leones (para herejes, ateos, judíos, homosexuales, brujas, intelectuales...) durante gran parte de su historia.

    Una maravilla. Lo tomo y lo pienso copypastear a discreción. No vengas después con royalties.

    JL

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  2. Lo mismo pensé yo cuando recién leía ¿y cuál es el problema en todo ello, según él (el arzobispo de Burgos)?

    Prefiero un millón de veces una "dictadura" relativista, a una dictadura católica. Unos valores humanistas laicos, a una "ética cristiana".

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  3. Bueno, al menos dejan claro que les molesta el relativismo y promueven el absolutismo. Son coherentes con su historia.

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  4. Si, pero cuando les conviene, todo se vuelve relativo: "La opresion y crueldad de la Inquisicion deben entenderse en su epoca y mentalidad", "la evangelizacion de America se hizo por el bien y la libertad de los nativos", "el sistema feudal no fue tan malo como lo pintan", "tal o cual parte de la Biblia debe leerse simbolicamente"...

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  5. Un ateo dictaba una conferencia ante un gran auditorio defendiendo la inexistencia de Dios. Después de haber finalizado su discurso, desafió a cualquiera que tuviese preguntas a que subiera a la plataforma.
    Un hombre que había sido bien conocido en la localidad por su adicción a las bebidas alcohólicas, pero que había encontrado recientemente liberación y esperanza en Cristo Jesús acepto la invitación y sacando una naranja del bolsillo comenzó a pelarla lentamente.
    El conferencista le pidió que hiciera la pregunta; el hombre, continuó imperturbable pelando la naranja en silencio, al termino de lo cual, se la comió.
    Se volvió al conferencista y le preguntó : “¿Estaba dulce o agria?”
    “No me pregunte tonterías”, respondió el orador con señales evidentes de enojo; “¿Como puedo saber el gusto si no la he probado?”
    Y aquel hombre regenerado por el amor de Dios respondió entonces:
    “Y ¿como puede usted saber algo de Cristo, si nunca lo ha probado?”

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  6. ...Y supongo que el conferencista ateo se quedo sin palabras ante esa monumental e irrefutable leccion teologica. Quien la escribio, Pablo Cohelo??

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  7. ¡Queremos ver la naranja!

    No, en serio, Jom, esto sólo puede convencer al que ya cree y que ya se ha olvidado (o nunca supo) cómo piensan los que no creen. Yo modificaría un poco la escena: el cristiano sube al escenario, se pone de espaldas a la concurrencia y al conferencista, hace gestos como que está sacando algo del bolsillo y masticándolo, y al rato se da vuelta y anuncia que se comió una naranja... pero cuando le preguntamos no tiene ni la cáscara, ni una semillita para mostrar.

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  8. Estimado Pablo:
    Como ya he dicho, no trato de convertir a nadie; soy un convencido de que nadie le puede mostrar a otroel camino hacia Dios, eso se da en cada persona a su debido tiempo, si es cierto, una vez que lo descubrims necesitamos que alguien nos ayude a seguir su camino, pero eso es otro tema.
    Mi intensión con ese cuento, era solo distender un poco las cosas, ya que a veces me parece que todo esto tiene un aire de mucha seriedad y dureza que no nos permite ver otras cosas, claro es un cuento sobre ateos y en definitiva es como si le contara a una mujer un chiste machista, pero buscaba lo que vos hiciste que me replicaras con otro punto de vista, con otro cuento.
    Gracias
    Dios te bendiga

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  9. post viejo, pero solo para figurar. La religion es un placebo que se vuelve defectuoso y adictivo, y no en el buen sentido. Si seguimos indagando pronto nos encontramos en un pozo sin fondo y nada tiene coherencia. Creer en Jesus ( que fue un anarquista mas parecido al Che Guevera que al "hijo de Dios") tiene los mismos poderes sanadores que creer ciegamente en el Raton Perez. Placebo placebo placebo

    Y yo probe la naranja y no tiene sabor a nada, tuve una educacion cristiana desde que puedo caminar :)

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