lunes, 7 de mayo de 2012

Educación sexual católica (parte 7)

Sigo con mi análisis de Educación Integral de la Sexualidad. Orientaciones para padres, la revista que el Consejo Superior de Educación Católica distribuye entre los padres de alumnos de las escuelas confesionales argentinas.

El objetivo es la fertilidad

En la siguiente parte del cuadernillo se habla de la adolescencia y de sus cambios. Aunque es un detalle, no puedo dejar de mencionar esto (p. 28): “El objetivo preciso de los cambios físicos es que se instale la fertilidad”. Biológicamente se puede decir que los cambios físicos de la adolescencia eventualmente producen un individuo fértil, capaz de procrear; pero no se puede hablar de que tengan un “objetivo”, de la misma manera que es incorrecto decir que a las aves les crecen alas con el objetivo de que puedan volar.

La fertilidad de la mujer aparece en la p. 30. “Aprender a reconocer los días fértiles durante la adolescencia es sencillo y gratificante. Está demostrado que favorece la autoestima y la valoración y autoaceptación de la femineidad.” ¿Dónde está esa demostración? ¿Es verdaderamente tan sencillo? La altísima tasa de fallos de los “métodos naturales” en el uso real sugiere lo contrario.

La masturbación y el placer por sí mismo

En la p. 31 se trata el tema de la masturbación, aunque enfocado casi exclusivamente en el varón. La enseñanza moralista sobre el tema es que “Como el placer sexual está hecho para ser feliz haciendo feliz al otro, la masturbación habitualmente aísla.” La primera parte es una prescripción contra el egoísmo que estaría bien si no fuera porque implica un diseño divino (“está hecho para”). La segunda parte no está corroborada por evidencia alguna ni por el sentido común; la inmensa mayoría de los adolescentes se masturba y no se aísla por ello. Más abajo se llama a la masturbación “una función incompleta e inmadura”, desdeñando toda la investigación científica que ha mostrado la masturbación como útil para el autoconocimiento corporal/sexual y la liberación de tensiones. Como la ideología sexual cristiana no considera admisible elegir racionalmente como objetivo el placer propio, la masturbación debe ser tratada como un acto egoísta y vergonzoso. Si se presentara en forma obsesiva, se nos dice, requerirá no sólo tratamiento profesional sino “asistencia moral”, es decir, probablemente, que el joven hable de estos temas espinosos a solas con un hombre que ha hecho votos de no tener sexo jamás.


Las recomendaciones para los padres sobre la masturbación incluyen buscar “que la masturbación no se fije”, con vida activa, deportes, permanencia en grupos, prácticas religiosas, etc.

Las perlas antihedonistas continúan en la p. 34, donde se habla del placer sexual como algo que “es bueno, pero está destinado a hacer feliz al otro dentro de las relaciones sexuales maduras y comprometidas”. El texto también explica que “los adolescentes suelen buscar la excitación sexual”, pero “es preciso que aprendan a no buscarla, a no provocarla en otros y a controlarla.” No hay justificación explícita para esta inmoralización del placer.

Continuará…

1 comentario:

  1. En serio, alguien puede tomar en serio los delirios de este cuadernillo para la desinformaciòn y la idiotez?
     

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