lunes, 30 de abril de 2012

Educación sexual católica (parte 6)

Continúo analizando Educación Integral de la Sexualidad. Orientaciones para padres, la revista que el Consejo Superior de Educación Católica distribuye entre los padres de alumnos de las escuelas confesionales.

Iguales pero diferentes

En la p. 20 hay una frase singular: “Aprendamos a educar a las mujeres como mujeres y a los varones como varones, promoviendo la igualdad real de oportunidades.” No parece que vean la contradicción flagrante. La palabra “real” sugiere que la igualdad de oportunidades propuesta por quienes no creemos en roles y aptitudes preestablecidos para cada sexo es irreal o imposible. Si las mujeres y los varones reciben diferente educación, sus oportunidades de desarrollo personal no pueden ser iguales. Un argumento similar a éste era el soporte de la segregación racial en Estados Unidos. Separate but equal: los negros no son inferiores, proclamaban hipócritamente los racistas, sólo son diferentes y requieren de una educación y un ambiente diferentes.


Más abajo se siguen utilizando estudios científicos (jamás citados correctamente) para generalizar sobre la diferencia entre hombres y mujeres. Lo que no se entiende es por qué, si los varones son naturalmente de una forma y las mujeres de otra, esencialmente, desde el mismísimo comienzo de la vida, hace falta tanto papá y mamá y una educación segregada para que los niños no se extravíen y lleguen a una identificación sexual “correcta” y a desear los roles “correctos” para su sexo. ¿No se daría eso naturalmente si estos estudios científicos fueran ciertos de la manera en que se los menciona? Por enésima vez: los estudios muestran tendencias en grandes grupos, no son recetas para predecir el carácter de individuos específicos, ni mucho menos para prescribir esas tendencias como mandatos morales.

En esta sección se habla de las diferencias en los ritmos de maduración de varones y mujeres y otros detalles psicológicos y biológicos bien conocidos. Pero pronto se cae en una falsedad: “Es obvio que también difieren en su forma de aprender y manifestar el amor.” Esto no es obvio. No es ni siquiera fácil de plantear en términos que todos podamos aceptar.

De dónde vienen los bebés

(Por si no lo sabían, era así.)
La siguiente sección es “Una nueva vida” (p. 22) y trata de la concepción, la gestación y el nacimiento. En las respuestas que deben darse a un niño sobre “¿De dónde vienen los bebés?” está la tierna, pero falsa, “Las personas existen por amor”. Esta respuesta sólo puede entenderse apelando al amor de Dios, que desearía incluso a los concebidos por una violación (y permitiría esa violación para un fin superior), pero el cuadernillo evita cuidadosamente mostrar su raíz religiosa.

En la p. 23 se plantea cómo responder a la pregunta del niño sobre si el parto duele. Hay que decirle que “En muchas ocasiones, podemos sufrir por amor”. Al margen, una reflexión que exalta el sufrimiento: “El dolor… tiene un valor positivo en la vida humana. El sufrimiento y la resistencia a la frustración nos hace más fuertes, comprensivos, amables y mejores personas.” Esta veneración por el dolor es típica del ideario cristiano, manifestándose por ejemplo en los santos que lo son casi exclusivamente por soportar enfermedades, privaciones o heridas.

En la explicación de la formación del embrión se lo equipara con una persona (“única e irrepetible”). Los gemelos idénticos parecen ser una anormalidad que puede ignorarse.

Sexo como Dios manda

Al hablar de las relaciones sexuales (p. 24) se dice que “El amor entre papá y mamá es un amor de entrega total y para siempre” y que esto es “el sentido más profundo de las relaciones sexuales”. En esta sola frase transforma el sexo en un cuento de hadas, equipara sexo con amor (una confusión que puede tener consecuencias gravísimas) y desautoriza todas las uniones sexuales que no sean heterosexuales, dentro de un matrimonio religioso y hasta la muerte.

En la p. 25 se habla de hijos adoptivos. “Algunas mujeres quedan embarazadas pero no pueden criar a sus hijos. Con generosidad los entregan en adopción…”. Las mujeres que no quieren tener a sus hijos deben ser egoístas. Más tarde Dios vuelve a aparecer en forma de sujeto tácito, para justificar, de paso, la obligación de concebir, gestar y parir : “Los padres no eligen al hijo, el hijo les es dado como un don.”

Continuará…

jueves, 26 de abril de 2012

Vatileaks


«Miembros del personal del Vaticano que han estado filtrando embarazosas cartas sobre hechos de corrupción y nepotismo dentro de la minúscula ciudad-estado van a ser cazados por un escuadrón de choque de cardenales liderados por un miembro de alto nivel del grupo religioso Opus Dei.

»Irritado por la liberación anónima de documentos a la prensa ocurrida durante este año, el Papa Benedicto ha nombrado al Cardenal Julián Herranz, de 82 años, a la cabeza de un equipo de tres hombres que llamará a interrogatorio al personal y rebuscará entre los archivos hasta encontrar a los perpetradores de lo que se ha dado en llamar el “Vatileaks”. (…)

»El grupo de Herranz, que se reunió por primera vez este fin de semana, es sólo una de las tres iniciativas de investigación en marcha actualmente en la Santa Sede acerca de la filtración, en enero y febrero, de cartas mencionando el misterioso secuestro de Emanuela Orlandi (hija de un empleado del Vaticano) en 1983, la fecha posible de muerte de Benedicto, y un conflicto interno sobre hasta qué punto debería transparentarse el funcionamiento del Banco Vaticano en su intento de librarse de acusaciones de lavado de dinero.»

Fuente: The Guardian, 26 de abril de 2012.

lunes, 23 de abril de 2012

Educación sexual católica (parte 5)

Continúo analizando Educación Integral de la Sexualidad. Orientaciones para padres, la revista que el Consejo Superior de Educación Católica distribuye entre los padres de alumnos de las escuelas confesionales.

Homosexualidad, discriminación y heteronormatividad

Como corresponde a una revista publicada por una institución que discrimina de forma clara y flagrante a varios grupos de seres humanos, la siguiente sección comienza hablando sobre la discriminación (p. 19): explica que no hay que discriminar porque todos somos personas. Menciona a los “no nacidos” pero sin hablar de los homosexuales, y en este caso creo que no es inapropiado recurrir a una frase hecha: el concepto de homofobia como discriminación brilla por su ausencia en el adoctrinamiento católico.


A un lado se citan supuestos descubrimientos científicos que avalan la idea de que los cerebros de hombres y mujeres son claramente distintos (“Todo cerebro es masculino o femenino”). Tales pruebas científicas en realidad sólo apuntan a diferencias estadísticas. Por ejemplo, el cerebro de hombre promedio pesa 100 g más que el cerebro de mujer promedio. Pero es imposible examinar un cerebro, sin datos sobre el sexo de la persona a la que perteneció, y determinar si se trataba de un hombre o una mujer. La referencia es probablemente a los hallazgos de Simon Baron-Cohen (que son muy interesantes pero en absoluto indiscutibles).

En un recuadro titulado “Heterosexualidad y homosexualidad” aparece una sarta de mentiras y verdades a medias. Comienza con la grande: “No se han encontrado evidencias científicas de que existan causas genéticas [de la homosexualidad].” Estudios de parejas de gemelos han demostrado que la probabilidad de que ambos (siendo genéticamente idénticos) sean homosexuales es mucho mayor que la esperable por el azar.

Otra: “Lo más aceptado [como causa de la homosexualidad] es que han acontecido trastornos en el desarrollo psicosexual en momentos claves de identificación materno-paterno.” Aceptado por los pseudocientíficos católicos y por los psicoanalistas, quizá, pero no por los psicólogos serios (que no consideran a la homosexualidad un trastorno) ni por los investigadores del desarrollo, que han vinculado la determinación de la orientación sexual a factores hormonales durante la gestación (no culturales). La psicología y la psiquiatría modernas aceptan que la orientación sexual es una variable continua y flexible, aunque difícilmente influenciable por factores culturales.

Finalmente: “El hecho de que una persona sea homosexual no implica que realice prácticas homosexuales” — una obviedad, aplicable a cualquier orientación sexual. La sugerencia implícita es que los homosexuales pueden ser tolerados si se reprimen, lo cual es de hecho la postura doctrinaria oficial de la Iglesia Católica.

La sección termina con una promoción de las “terapias de conversión”, de las cuales afirma su eficacia para “revertir” la homosexualidad. Estas terapias pseudocientíficas son consideradas por los psiquiatras calificados, como mínimo, como ineficaces, y potencialmente dañinas para la psique.

Continuará…

viernes, 20 de abril de 2012

Podcast, ep. 23: religiones raras y biblias nuevas


En esta edición del podcast de Alerta Religión: en un condado inglés se incluye oficialmente el neopaganismo como objeto de estudio en las clases de educación religiosa, alarmando a algunos cristianos; otros cristianos, alarmados por la publicación de una Biblia en la que se traducen ciertas palabras misteriosas como “ángel” o “Cristo” por sus equivalentes vernáculos.

jueves, 19 de abril de 2012

Malos sin dios (por PZ Myers)



(Traducido de Bad without god, un artículo de PZ Myers en Pharyngula sobre la campaña atea Good Without Good.)

Cerré mi reciente discurso en el Reason Rally con la sugerencia, algo críptica, de que yo desearía que todos fuéramos malos sin dios. No pude explayarme sobre eso allá (estaba justo al final de mis 15 minutos asignados) pero puedo explicarme aquí. Me he sentido un poco molesto por la habitual campaña “buenos sin dios” y he estado pensando en lo que significa.

A un nivel superficial me resulta correcta su intención. Los ateos tenemos una mala reputación y el público en general cree que somos todos monstruos corruptos y amorales que rechazamos a dios para no tener que rendir cuentas por nuestras salvajes orgías de sexo gay en las que aspiramos droga mientras comemos bebés. Es un estereotipo falso; la mayoría de los ateos son indistinguibles de sus vecinos cristianos y toman muchas de las mismas decisiones éticas que ellos. De manera que una campaña que enfatice que los ateos también somos buenos ciudadanos y seres humanos bien socializados es una buena cosa.

Pero a veces el péndulo oscila demasiado hacia el otro lado. Anunciar que los ateos somos “buenos” es repudiar nuestros objetivos reales, que son subversivos. Apuntamos a cambiar la cultura. Según las definiciones planteadas por la gente a la que queremos llegar con ese slogan, de hecho somos muy pero muy malos. Así que aquí están algunas de mis objeciones y el porqué no puedo decir más que soy “bueno sin dios”.

“Bueno” es una palabra trillada y genérica; lo único peor que esto habría sido declarar que somos amables sin dios. Es una palabra tan vaga y dependiente del contexto que no tiene significado: si le decimos a Rick Santorum que sea bueno, dará un discurso declarando a las mujeres ovarios ambulantes y esclavas de sus maridos; si me dicen a mí que sea bueno, estaré pensando en un fin de semana de cerveza, sexo y herejía. Y sospecho que cada uno de mis lectores tendrá una visión completamente diferente de lo que involucra lo bueno.

“Bueno” implica conformidad total. ¿Alguna vez ha encajado con la definición de ser bueno el desafiar a una figura de autoridad? Cuando los abolicionistas quebrantaban la ley pasando esclavos de contrabando a Canadá, cuando las sufragistas montaban piquetes para demandar el derecho al voto, cuando Stonewall hizo explosión y Martin Luther King marchaba, cuando los estudiantes protestaban contra la guerra en Vietnam, ¿estaban siendo “buenos” según como lo entendía el gran público? No lo creo. Estaban siendo muy, muy malos. Lo cual era bueno. ¿Ven lo que quiero decir? Es una palabra vacía que no ofrece sino una débil seguridad.

Peor aún: apuntamos a las ideas erradas de los cristianos sobre los ateos diciéndoles que somos buenos, pero muchos cristianos entienden por eso algo muy específico: está definido por su religión. Ser bueno implica obedecer las leyes de su fe o prestar oídos a las reglas que su dios utiliza para determinar si uno entra o no al cielo. ¿Obedecemos los diez mandamientos? ¿Creemos en Jesús? Abierta y explícitamente rechazamos las reglas; según su definición, no somos buenos en absoluto. Ven nuestra afirmación de que somos “buenos sin dios” como una contradicción de términos que prueba que somos malos.

Y sin embargo yo aún me veo a mí mismo como “bueno”, porque mi definición de la palabra no implica obediencia ni lealtad ciega ni aceptación; tiene todo que ver con integridad, honestidad, principios, cuestionamiento e independencia. Reemplacemos la palabra “bueno” con cualquiera de ésas: se vuelve más precisa, pero también pierde la cualidad de suave reaseguro que se buscaba.

Y ése es en realidad mi gran problema con la frase: yo no quiero darle un reaseguro a personas con cuyas obscenas falsedades estoy en desacuerdo. Quiero provocar y desafiar, quiero cambiar el statu quo, quiero destruir la pegajosa convencionalidad de la moral y los estándares estrechos de la conducta pública. Quiero que todos nos burlemos y nos riamos de las profesiones públicas de piedad. Quiero cambiar la forma en que piensa la gente, y quiero que la gente rechace la absurda proclama de que nuestra moral se basa en un odioso libro sagrado. Si quieres pasar un fin de semana salvaje de sexo y drogas y rock and roll, en tanto no lastimes a nadie, yo te diré “qué bueno”. Si pasas tu fin de semana escoltando a las mujeres para que puedan entrar sin problemas a una clínica de abortos, si lo pasas haciendo lobby por la separación de la iglesia y el estado en tu legislatura local, si lo pasas molestando a homófobos, eso es bueno.

Nadie nunca cambió el mundo siendo complaciente, obediente, agradable o “bueno”. Los ateos pretendemos cambiar el mundo. Por lo tanto, los ateos deberían ser tan malos como puedan… productiva, agresiva, felizmente malos.

martes, 17 de abril de 2012

Ladislao Vadas en la Feria del Libro

Un lector y comentarista asiduo, Alejandro Paiz Meschler, me sugirió hace unas semanas escribir sobre Ladislao Vadas, uno de los pocos pensadores y escritores ateos y escépticos reconocidos en Argentina. Le confesé no haber leído nunca a Vadas y no estar por tanto capacitado para hablar de él. A mi pedido, Alejandro escribió algo por su cuenta y me lo envió para que lo publique, en vista de que Vadas a presentarse en la Feria del Libro este año en Buenos Aires.

Ladislao Vadas en la 38ª Feria del Libro


Ladislao Vadas

Autor de más de una veintena de obras (entre libros y ensayos) dedicados a la divulgación científica y la crítica de las pseudociencias, estará presentando sus dos últimos libros en la próxima edición de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, en el stand de Editorial Dunken:
  • El sábado 21 de Abril de 17 a 18 horas: “El Homo sublimis".
  • El lunes 30 de Abril de 19 a 20 horas: "El temible sueño eterno".
Ladislao Vadas escribe hace más de 3 décadas. Para los que aún no conocen su obra, me gustaría recomendarles algunos de los títulos que más me han gustado. 
Su primer libro “Naves extraterrestres y humanoides – Alegato contra su existencia” (uno de mis favoritos), escrito en 1978, expone ideas que todavía se mantienen vigentes, para refutar a aquellos que afirman que los extraterrestres nos han visitado (o lo hacen periódicamente).

“El origen de las creencias”, del año 1994, explica detalladamente la necesidad del ser humano de creer para poder manejarse en el mundo que lo rodea, desde las creencias primitivas (dioses, espíritus, hechiceros, etc.) hasta las más actuales (como son las naves extraterrestres), para finalizar apoyando a la ciencia empírica, como una creencia más sólida, desplazante, no ortodoxa, sujeta a cambios, que se aproxima a la realidad.

“El mundo ficticio – Pseudociencias, supersticiones, doctrinas extrañas y creencias inverosímiles”, del año 1996, es un libro recomendable para aquel que desee iniciarse en la lectura crítica hacia creencias como la telepatía, el espiritismo, la homeopatía, la astrología, las “flores de Bach”, entre otras. Se mencionan aquí también creencias socialmente más aceptadas, como los milagros religiosos, la vida después de la muerte, y demás.

“Razonamientos ateos – Una antiteología”, del año 2009, representa una minuciosa crítica a los argumentos teológicos más conocidos para la existencia de un dios, utilizando pruebas biológicas, geológicas, astronómicas y antimetafísicas para refutarlos. Y finalizando con una serie de reflexiones para una futura humanidad huérfana de todo dios.

Será una excelente oportunidad para encontrarse con un gran pensador argentino que no ha dejado de luchar contra las creencias irracionales, y ha apoyado el escepticismo y el escrutinio crítico de todo tipo de ideas. Y también, por qué no, para que los que somos seguidores de este tipo de escritos, tengamos una excusa para encontrarnos y saber que no somos los únicos que criticamos las ideas absurdas (originadas en la religión u en otros ámbitos).

Ladislao Vadas escribe semanalmente en el sitio Tribuna de Periodistas.

lunes, 16 de abril de 2012

Educación sexual católica (parte 4)

Sigo con mi análisis de la revista Educación Integral de la Sexualidad. Orientaciones para padres, que el Consejo Superior de Educación Católica (CONSUDEC) distribuye entre los padres de alumnos de las escuelas confesionales.

Iguales pero diferentes

En esta sección (p. 18) comienza en toda regla el adoctrinamiento sexista. “Los niños y las niñas tienen cuerpos distintos. Pero no sólo el cuerpo es diferente, también tienen gustos y formas de comportarse que son distintas.”

Esto es un guiso de falacias. Subordina la cultura a la naturaleza, ignora la variedad natural, confunde tendencias estadísticas con datos individuales y sutilmente pasa de la descripción a la prescripción. Según la revista, hombres y mujeres son distintos naturalmente y no se comportan (no pueden comportarse) como iguales. Todos los hombres se comportan “como hombres” y todas las mujeres se comportan “como mujeres”; si no lo hacen es porque hay algo que no funciona bien en ellos. Se trata de un razonamiento circular e inmune a la contradicción. Con el mismo criterio se podría decir que, como las mujeres son más bajas de estatura que los hombres, una mujer más alta que un hombre no es una mujer o bien es una mujer que padece un desvío antinatural de la normalidad.

“Desde el momento de la fecundación, cuando comienza la vida, somos diferentes, varones o mujeres.” Biológicamente esto no tiene sentido; la vida no comienza, es un continuo. Comienza la existencia de un cúmulo particular de células que puede desarrollarse como un individuo o dos (gemelos), generalmente del sexo biológico al que lo destinan sus cromosomas sexuales, pero otras veces no. No existe una persona preformada esencialmente desde la fecundación. (Con esto quiero decir —para que no se enojen los filósofos— que no hay manera de demostrar que existe tal esencia personal sexuada. El catolicismo tiene respuestas —siglos de teología— para esto, para explicar por qué hay mujeres “que parecen hombres” u hombres “que actúan como mujeres”, pero esas respuestas son un sistema cerrado, una estructura que se autosostiene en el vacío y que no soporta un empujoncito de la realidad.)

La revista sigue trasladando diferencias culturales a la esfera de “lo natural”, que a su vez se hace prescriptivo. La sección termina con otra anécdota tonta sobre las diferentes inclinaciones de niños y niñas, cuyo mensaje es “a los nenes les gusta pelearse, a las nenas les gusta ayudar”: una receta para la división de roles hogareños.

Desde luego, una vez determinados los roles apropiados, llega el castigo para los que no se apegan a ellos: los homosexuales, favoritos actuales del odio eclesiástico.

Continuará…

viernes, 13 de abril de 2012

Dejada fuera

Teresa MacBain era pastora de una iglesia metodista en Florida, Estados Unidos. El 26 de marzo pasado “salió del closet” declarándose atea en una conferencia organizada por American Atheists. Fue la conclusión de un largo proceso de ocultamiento, como el que padecen muchos otros pastores y sacerdotes, algunos de ellos congregados para brindarse ayuda mutua en el Clergy Project, una comunidad de clérigos no creyentes que no pueden o no han logrado todavía “salir del closet” y asumir su pérdida de fe ante sus congregaciones (lo cual les puede significar mucho daño personal, social y económico). Lo que sigue es traducción de lo que MacBain escribió después, sobre las repercusiones de su “salida”, y que fue publicado en el sitio de la Fundación Richard Dawkins.
He servido como ministra de la iglesia durante muchos años. En esos años he buscado proclamar el mensaje de la Biblia con integridad y servir a las necesidades de mi congregación con amor y compasión. Incluso cuando mi fe empezó a tambalearse, seguí ministrando y predicando las doctrinas de la congregación a la que servía. Sentía que debía proclamar la teología con integridad, lo que significaba ser fiel a las enseñanzas de la Biblia en mis sermones. Y sin embargo, cuando las noticias de mi apartamiento de la fe llegaron a mi congregación, inmediatamente me cerraron la puerta de la iglesia. Creo que de todos los comentarios negativos y los mensajes de odio que recibí, ésta fue la acción que más me lastimó. ¿Qué pensaron que ocurriría ahora que yo había declarado que no creo más? Presumo, dadas las puertas cerradas con llave, que sintieron que todos los ateos debemos ser ladrones. La idea de que podría escabullirme por la noche, llegar a las puertas de la iglesia y salir corriendo con todos los objetos de valor que hay dentro es absolutamente reprobable. Si quisiera robarles todo, tuve más oportunidades mientras servía en la iglesia como su pastora. Podría fácilmente haber tomado algo por aquí y algo por allá cada día mientras trabajaba entre la gente.

Recuerden: éstas son las mismas personas con las que pasé horas en un hospital, en casas de retiro, o aconsejándoles en mi oficina en momentos de gran angustia… y ahora me dejan encerrada fuera como una criminal común. Quizá sintieron que sus hijos no estarían más seguros con esta infiel sin dios. Ahora entiendo cómo es que muchos que ya no creen pueden estar tan enojados con la religión. Hasta que salí del closet, entendía el enojo hasta un cierto punto, pero ahora yo siento el mismo enojo ante las acciones de aquéllos que afirman vivir una vida de “amor y gracia”. Las palabras de 1 Corintios 13 resuenan en mis oídos: “Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más excelente de ellas es el amor.” Parada frente a las puertas cerradas de la iglesia, me doy cuenta de que son simples palabras desprovistas de significado. No me malentiendan: no odio a la gente, odio las acciones basadas en el prejuicio y la intolerancia. (…)

Dejada fuera por aquéllos que me llamaban amiga. Dejada fuera por aquéllos a quienes gentilmente ofrecí el mensaje del amor de Cristo en forma de perdón y misericordia. Dejada fuera, demonizada, odiada y vilipendiada por las mismas personas que se llaman a sí mismas creyentes en “el camino, la verdad y la vida”. Con todo lo que me preparé para las consecuencias de salir del closet, nunca esperé ver las cadenas del odio colgando de las puertas de la compasión.
Éste es el video de MacBain admitiendo su ateísmo:

miércoles, 11 de abril de 2012

Podcast, ep. 22: Felices Pascuas


En esta edición del podcast de Alerta Religión: les deseo unas Felices Pascuas. Mi intento de ser estudiosamente indiferente al feriado cristiano impuesto, descristianizar y desmitologizar unas fechas que cada año nos son recordadas, meditando sobre la necesidad de olvidar la cosmovisión cristiana (Onfray) y de recordar la barbarie y la inmoralidad que representa un sacrificio humano para aplacar a un dios (Hitchens).

martes, 10 de abril de 2012

Oscurantismo móvil


“A lo largo de los últimos cuatro siglos, durante los cuales el desarrollo de la ciencia ha enseñado gradualmente a los hombres a conocer el comportamiento de la naturaleza y a dominar las fuerzas naturales, el clero ha librado una batalla perdida contra la ciencia, en astronomía y geología, en anatomía y fisiología, en biología, psicología y sociología. Cuando les expulsan de una posición, ocupan otra. Tras haber sido superados en astronomía, hicieron todo lo posible para impedir los avances de la geología; en biología combatieron a Darwin, y en la actualidad luchan contra las teorías científicas de la psicología y la educación. En cada etapa procuran hacer olvidar al público su oscurantismo anterior a fin de que su oscurantismo actual no sea reconocido como lo que es.”
Bertrand Russell (1872–1970), Compendio de pacotilla intelectual. Citado por Christopher Hitchens en Dios no existe (1ª ed., Debate, Buenos Aires, 2009, p. 263).

lunes, 9 de abril de 2012

Educación sexual católica (parte 3)

Como vengo haciendo desde hace dos semanas, continúo contándoles detalles de la revista Educación Integral de la Sexualidad. Orientaciones para padres, que el Consejo Superior de Educación Católica (CONSUDEC) distribuye entre los padres de alumnos de las escuelas confesionales.

Vergüenza y temor al placer

En la p. 14 hay una sección sobre el pudor y la intimidad, en la que se habla de la masturbación infantil. Los pasos recomendados a seguir son, según la gravedad y persistencia del asunto:
  1. desviar la atención de los niños para que hagan otra cosa;
  2. asustarlos diciéndoles “que pueden lastimarse o irritarse” (lo cual es cierto pero no demasiado probable);
  3. “analizar” (es decir imaginar, puesto que los padres, salvo que sean expertos en el tema, no pueden hacer un análisis serio) si lo hacen por aburrimiento, enojo o angustia (no puede ser por placer);
  4. consultar a un profesional si lo hace en público o si deja de jugar con los otros chicos para hacerlo (dos cosas de una gravedad totalmente distinta).
Más adelante aparecen “las primeras preguntas” acerca del sexo. Aquí hay algunos buenos consejos (buenos en mi opinión y creo que en la de casi todos, quiero decir, no buenos para fanáticos religiosos) rematados con una anécdota llamativa. Un chico de 9 años le pregunta a su madre qué es el sexo oral; la madre le prohíbe volver a preguntarle eso, y luego se da cuenta de que se equivocó al cortar así la comunicación con el chico. “Es bueno indagar qué saben y animarnos con la mayor delicadeza e idoneidad a responder siempre”, dice acertadamente la revista. Pero la respuesta al ejemplo no aparece, ni siquiera como sugerencia. ¿Qué es el sexo oral? Siguiendo la lógica planteada en otras partes de la revista, no se le puede explicar en detalle, porque el chico querrá probar. Se le tendrá que decir que es una actividad inmoral, que aunque sea libre y dé placer sin perjudicar a nadie, no puede permitirse. Ningún chico podrá entender esto sin recurso a una amenaza sobrenatural u otra mentira semejante.

Continuará…

martes, 3 de abril de 2012

El Dios difuso

“Hoy en día, Dios ya no representa las mismas fuerzas que al principio de su existencia; tampoco dirige los destinos humanos con la mano de hierro de otros tiempos. Lo que expresa la idea de Dios es más bien una especie de estímulo espiritualista para satisfacer los caprichos y manías de todo el abanico de flaquezas humanas. Durante el desarrollo de la humanidad, la idea de Dios se ha visto obligada a adaptarse a todas las fases del quehacer humano, algo completamente acorde, por otro lado, con los orígenes de dicha idea.”
Emma Goldman (1869–1940), anarquista y feminista lituana. Citada por Christopher Hitchens en Dios no existe (1ª ed., Debate, Buenos Aires, 2009, p. 198).

lunes, 2 de abril de 2012

Educación sexual católica (parte 2)

En otro post [Educación sexual católica (parte 1)] les hablé sobre la revista Educación Integral de la Sexualidad. Orientaciones para padres, que publicó el Consejo Superior de Educación Católica (CONSUDEC) y que se distribuye entre los padres de alumnos de las escuelas confesionales. Entiendo que un material similar se le inflige a los alumnos mismos. Aquí comienzo a desmenuzar el contenido de esta guía que, bajo el pretexto de “educar en el amor”, plantea una ideología anti-placer, sexista y homofóbica. Planeo hacerlo en varios artículos, espaciados a razón de uno por semana, para no cansar.

Papá y mamá

Sobre las madres solteras (p. 7) la revista dice: “Nadie puede ser madre y padre a la vez”. Se requiere una figura masculina, que puede ser un abuelo o un tío. (Sorprendentemente, o no, me enteré hace poco que el psicoanálisis —una religión bastante más moderna que el cristianismo— opina esencialmente lo mismo.)

Sobre la autonomía de los hijos (p. 9): “Es bueno que se hagan cargo de sí mismos y sean independientes (…). Sólo la persona autónoma es capaz de entregarse”. Un tema recurrente en la revista es la autonegación y la entrega. Quien no se niega a sí mismo y se entrega al otro es un egoísta.

Sobre la importancia de tener padre y madre (p. 10): “con mamá se produce un vínculo más cercano, cálido y seguro” (mamá es[tá] en el hogar y es la protección del niño); “papá contribuye a la socialización. Le abre la puerta al mundo y lo ayuda a enfrentarlo” (papá es el que domina los asuntos de fuera de la casa, donde mamá no llega). Estas afirmación son ilustradas con la imagen de una madre con una niña pequeña y un padre con un hijo mayorcito. Papá y mamá son mostrados como esencialmente distintos. También en la p. 11: “Para ese desarrollo [de la identidad sexual] es necesario que estén presentes las figuras masculina y femenina.” Si no, se corre el peligro de confusión (homosexualidad).

Las palabras y las ilustraciones hablan de roles explícitos y distintos para hombres y mujeres. En un dibujo, una mujer y su hija se pintan juntas las uñas. A un lado dice: “Papá anima, impulsa y fortalece a los hijos. Mamá escucha, contiene y acompaña.” Aunque el lenguaje es descriptivo, en este contexto se transforma en una prescripción; se da por sobreentendido que lo afirmado por la revista es lo normal, mientras que otras posibilidades son cuanto menos extrañas y seguramente indebidas.

Juego de niñas, juego de niños

En la p. 13 se habla de los deportes y el uso del tiempo libre. Se enfatiza que los varones y las mujeres quieren (es decir, deben querer) diferentes cosas. Hay una anécdota a favor de la segregación por sexo de los espacios de juego dentro de la escuela, a partir de una experiencia real que no funcionó (una escuela donde los cursos se hicieron mixtos). La anécdota es presentada como si fuese un dato generalizable e incontestable y termina en tono jocoso pero sentencioso con la frase: “¡Eso es lo malo de no tomar en cuenta la naturaleza!”.

Continuará…

domingo, 1 de abril de 2012

Apocalipsis

“Una de las muchísimas relaciones entre la fe religiosa y la infancia siniestra, malcriada y egoísta de nuestra especie es el deseo reprimido de verlo todo destrozado, devastado y malogrado. Esta necesidad de pataleta va emparejada con otras dos variedades de «gozo culpable» o, como dicen los alemanes, schadenfreude. Primero, la propia muerte queda suprimida, o tal vez correspondida o compensada, por la destrucción de todos los demás. En segundo lugar, siempre se puede confiar egoístamente en que uno será perdonado personalmente y acogido con satisfacción en el seno del gran exterminador, y que observará desde un lugar seguro el sufrimiento de los menos afortunados.”
Christopher Hitchens, god Is Not Great