sábado, 29 de marzo de 2008

Alerta 9: La Constitución de Entre Ríos

La Constitución Nacional Argentina incluye en su Preámbulo una invocación a "Dios, fuente de toda razón y justicia", entendible en el contexto de los tiempos en que fue escrita (1853), aunque para muchos ya debe haber sido pura fórmula (la generación política dominante que siguió fue de liberales deístas). Por la razón que fuera, la última reforma (1994) no eliminó esa molesta referencia a la mítica deidad judeocristiana. Se quitó, sí, el requerimiento de que el Presidente de la Nación debía ser católico, lo cual no suscitó protestas dado lo escandalosamente discriminatorio que era.

La Iglesia continúa hoy, como un insistente cachorro, intentando posar sus sucias patitas sobre la letra de la ley. La Constitución Nacional no está abierta a reforma actualmente, pero sí la Constitución de la Provincia de Entre Ríos, donde la Iglesia quiere se incluya una intención de "exaltar la dignidad de la persona humana… y la familia" y coronar con la ya conocida "invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia". Agencia de Informaciones Mercosur nota el rechazo a este preámbulo católico apostólico romano, y recaba la opinión del delegado entrerriano de ArgAtea, que hace notar que la de Entre Ríos es la única constitución laica del país y no hay por qué cambiarla en ese sentido.

Seguro que está bien defender por medio de la ley la dignidad de la persona humana y la familia, aunque sabemos perfectamente que para la Iglesia la persona humana importa en la práctica sólo cuando todavía no nació, cuando está por tener sexo, o cuando está a punto de morir. Y que la familia, para la Iglesia, es una familia católica apostólica romana con papá en el trabajo, mamá en la cocina, y muchos niños prolijitos y bautizados corriendo a su alrededor, menos los domingos cuando van todos a misa. Pero en fin, a cada cual lo suyo.

Lo que es inadmisible de la propuesta, como dice el subtítulo de la noticia, es que se intente colar el "pensamiento mágico" en el documento legal más importante de una provincia laica en un país laico. La razón y la justicia provienen del hombre (si nacen de alguna otra fuente, está por demostrarse). Invocar a Dios o a cualquier otra entidad similar es ridículo a menos que uno crea en él, y no añade nada a la fuerza de la ley; es como si uno terminara el Preámbulo de la Constitución escribiendo "abracadabra, patas de cabra" para asegurarse mágicamente su cumplimiento.

En fin, espero que los convencionales constituyentes de Entre Ríos tengan un poco de sentido común y no se dejen asustar por las sotanas.

viernes, 28 de marzo de 2008

Santopedia

Si no interesante, al menos fugazmente divertida, puede ser la nueva "Wikipedia de los santos", una enciclopedia que pretende compilar vidas y milagros de santos de la Iglesia Católica con rigor científico, para fomentar la devoción a ellos "desde el conocimiento, no desde el sentimiento". Se llama Santopedia, y según dicen, busca colaboradores.

La hagiografía (biografía de los santos) es una antigua rama de la literatura apologética. Se suponía en aquellos tiempos que contar la vida y obra de una persona en términos sobrios no era suficiente; debían añadirse detalles sentimentales, exaltaciones de la piedad y el sacrificio, alguna exageración, alguna mentirita blanca..., lo que fuera necesario para convertir la historia en moralizante e inspiradora.

En el caso de los santos muy tempranos de la Iglesia, sus biografías son historias transmitidas por la tradición, lo cual significa inevitablemente una gran distorsión, cuando no una completa invención. (De hecho, es probable que los mismísimos evangelios sean la primera muestra, ya que fueron escritos décadas después de que Jesús muriera, por gente que nunca lo conoció, y contienen pistas textuales muy claras en ese sentido.) No hay que creer que alguien viera mal este embellecimiento de las vidas de los santos; de hecho era parte del estilo hagiográfico, como hoy en día cierto estilo periodístico demanda refrasear declaraciones confusas o editorializar.

Para observar si esta tradición de biografía fantástica continúa o bien la Santopedia ha tomado el camino que dice, visité algunos artículos. Muchos son apenas párrafos únicos, sin demasiado detalle, lo cual es esperable dado lo nuevo del emprendimiento y la escasez de fuentes documentales. El estilo parece sobrio, aunque es sin duda apologético. Por ejemplo, cuando se habla de los santos papas que lucharon contra tal o cual herejía, no se menciona nunca que en ese momento la diferencia entre herejía y ortodoxia era simplemente una cuestión de superioridad de un bando dialéctico sobre el otro, resuelta generalmente por la persecución y aniquilación de los rivales (una vez conseguida la proclamación oficial de herejía). El santo defensor de la ortodoxia es simplemente un héroe desde el principio. Ya sabemos que la historia la escriben los vencedores.

Como comenté antes, Santopedia busca colaboradores para el proyecto. ¿Algún ateo interesado? No he intentado anotarme para contribuir con contenidos fácticos o mera redacción, para lo cual me creo (modestamente) bastante capaz, pero se me ocurre que no les gustaría mucho mi orientación.

miércoles, 19 de marzo de 2008

Alerta 8: Día del Niño por Nacer

El 25 de marzo es el Día del Niño por Nacer, día conmemorativo que la presión de la Iglesia Católica sobre los gobiernos de un puñado de países logró hacer aprobar, con el objetivo más o menos explícito de mostrar quién tiene el poder para definir la vida y la muerte. Y hablo de presión sobre gobiernos y no de consenso de los pueblos, porque a pesar de la influencia de las ideas medievales cristianas en nuestra cultura, en la gran mayoría de los países americanos y europeos una proporción significativa de la gente aprueba el aborto en ciertas circunstancias.

El nombre del día, desde el vamos, confirma lo absurdo de la idea católica sobre la persona humana, llamando "niño" al producto de la unión de un espermatozoide y un óvulo humanos aunque no sea más que un puñado de células. La mentira de que la ciencia ha confirmado que el embrión es una persona se repite en las páginas católicas... A la ciencia, que durante tantos siglos fue sometida o suprimida por la religión, y que aun ahora es despreciada como mero complemento de la fe, se la pinta como viniendo al rescate de esta doctrina extrema, ridícula.

La ciencia puede, a lo más, decirnos cuándo el producto de la concepción comienza a tener cerebro, cuándo comienza a sentir dolor y placer, cuándo está listo para sobrevivir en el mundo exterior... No es mi propósito aquí justificar científicamente la legalización del aborto. Es posible utilizar argumentos científicos, pero en último término la discusión sobre cuándo un embrión o feto humano pasa a ser una persona con derechos es una que tenemos que plantearnos como sociedad. La Iglesia se arroga una posición superior a la del consenso social, a la de la representatividad democrática, a la de la medicina, la sociología, la psicología: todo queda supeditado a una postura inflexible y sin justificación fuera de la estructura cerrada de la doctrina católica.

Para seguir con esto, los medios católicos amontonan otras verdades a medias y falsedades, citando, por ejemplo, estudios y afirmaciones que muestran que las mujeres que abortan se suicidan más y padecen más enfermedades mentales. Esto es muy probablemente cierto, y no es sorprendente, ya que abortar va en contra de un instinto biológico básico y del lazo corporal y psicológico que toda madre crea con el embrión o feto en desarrollo. Pero el punto fundamental sigue sin tocarse: la mujer aborta porque siente que debe hacerlo, por la razón que sea. Se la debe aconsejar para que pueda decidir sin presiones externas; llamarla "asesina" no le soluciona nada, y engañarla con promesas vacías, tampoco.

Los antiabortistas usan contra las mujeres en esta difícil situación lo peor de su arsenal: insinuaciones del dolor y el horror del "bebé", imágenes gráficas de fetos ensangrentados, historias de "niños no nacidos" triturados, extraídos del útero y arrojados a la basura, testimonios de mujeres desesperadas porque se arrepintieron de abortar y viven con el estigma del "infanticidio"... Por otro lado estos mismos antiabortistas, en tono cariñoso, le aseguran que el bebé puede ser dado en adopción, o la instan al sacrificio (ah, cómo les gusta esta palabra), el sacrificio de quitarse la comida de la boca, perder las oportunidades de educación, trabajo y autorrealización, perder a su pareja, cargar a su familia extendida con la obligación de cuidar a un niño... y le hacen creer que este sacrificio es loable y deseable a los ojos de Dios.

Con esta confusión, con esta tortura, ¿cómo no van a sufrir las mentes de esas mujeres? Los antiabortistas se llaman a sí mismos "pro-vida" pero nunca se ocupan de que esa "vida" sea una buena vida. Y nos llaman a los que nos oponemos a ellos (con cualquier matiz) "abortistas", "anti-vida", miembros de la "cultura de la muerte", como si nos encantara que tantas mujeres aborten, como si fuéramos matando niños por ahí. Ni hablar de que la mayoría de los abortos se evitaría si las mujeres tuvieran acceso a educación sexual y anticonceptivos, en vez de ser presa de gobiernos aliados a la Santa Sede y de sus servidores de hábito.

Sin más, entre los países que adhieren al Día del Niño por Nacer está Argentina, que lo adoptó de la mano de Carlos Menem, aquél que recibió una condecoración del Papa Juan Pablo II por su alineamiento automático con las políticas más reaccionarias del Vaticano, mientras en nuestro país millones de niños (de verdad, no virtuales niños "no nacidos") pasaban hambre gracias a sus políticas neoliberales, sin que nadie los asistiera más que con limosnas. Menem nos colocó en los foros internacionales sobre población, control de natalidad y procreación responsable al lado de los países más religiosamente retrógrados del planeta. Fernando de la Rúa (católico conservador) continuó por ese mismo camino. Eduardo Duhalde, flanqueado por su influyente esposa, una fanática católica, lo mismo. La pareja Kirchner se ha limitado a pelearse con la Iglesia por cuestiones menores, mientras aseguran que nunca, jamás, van a dejar que se legalice el aborto en Argentina, porque ellos creen que no está bien. Más claro imposible: a nuestros representantes no les importa lo que pensamos, sino lo que ellos personalmente creen.

lunes, 17 de marzo de 2008

Alerta especial: Morir está bueno

Atención creyentes: ninguno de ustedes puede decir que no está dispuesto a morir por su fe. Palabras más, palabras menos, el martirio es la mejor forma de culminar una vida de servicio a Cristo, y no sólo eso: cuando uno acepta que morir por su religión está bueno, se le abren "perspectivas nuevas y estimulantes". Esto lo dice el Cardenal Josef Tomko, Prefecto Emérito de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, que desde luego no tiene la más mínima chance de convertirse en mártir sentado en su despacho en el Vaticano, pero bueno, hay que dejar lugar a los jóvenes, ¿no?

Al leer esta atroz y enfermiza pieza de teología (¡y de uno de aquellos que después hablan de la "cultura de la muerte" y se llaman "pro-vida"!) me vino enseguida a la mente una frase que Umberto Eco, en El nombre de la rosa, pone en boca del monje franciscano Guillermo de Baskerville, advirtiendo al novicio a su cargo: "Témele a los profetas, Adso, y a aquéllos que están listos para morir por la verdad, ya que como regla general hacen morir a muchos otros con ellos, frecuentemente antes que ellos, y a veces en lugar de ellos."

domingo, 16 de marzo de 2008

Alerta mediática: Diario Crítica

La Asociación Civil de Ateos en Argentina (ArgAtea) avisa que los ateos salimos en los medios, a partir de una nota publicada por el diario Crítica, dirigido por Jorge Lanata. La nota del periódico se llama A llorar a otra iglesia y su tema es la transformación del mapa religioso argentino. (No pertenezco a ArgAtea; la nota menciona a varios de sus miembros. Bien por ellos. Me incluyo en el "nosotros" porque comparto sus opiniones.)

En particular Crítica habla de la fuga de fieles del catolicismo a otras denominaciones, a una religiosidad no organizada o liviana, o al simple secularismo. La misma Iglesia Católica argentina ha mostrado una cierta preocupación con respecto a esto. En ciertos círculos ya quedó claro que Benedicto XVI prefiere una pequeña comunidad de devotos fanáticos estilo siglo XIII antes que una gran comunidad de católicos nominales sin mucha convicción, aunque ésta postura (bastante coherente, de hecho) deba ser matizada con algo de realismo a fin de que la Iglesia pueda seguir reclamando una representatividad que hace rato no tiene. Esto le es necesario porque (como dice la nota) la Iglesia Católica recibe una suma interesante de dinero del Estado en base a su indiscutible superioridad numérica..., pero de hecho no muestra nunca esos números.

ArgAtea ya había salido en Crítica hablando de los nuevos "pecados sociales" que anunció el Vaticano (y que mencioné en la alerta sobre las divagaciones de Benedicto XVI).

sábado, 15 de marzo de 2008

Alerta 7: Luis Palau

El evangelista americano-bonaerense Luis Palau estuvo en Buenos Aires en estos últimos días, se reunió con empresarios y políticos, y ayer viernes 13 (¡ajá!) la visita llegó a su culmen con un gigantesco festival evangelizador.

No sabemos qué resultados tuvo su reunión con los poderes seculares, que se hizo en el hotel Hilton de Puerto Madero (posiblemente el lugar más sobrevaluado de Argentina) a 150 pesos el cubierto. Estuvieron presentes grandes referentes de la derecha política, desde Ricardo "Bulldog" López Murphy (el Ministro de Economía más veloz del Oeste) hasta Francisco de Narváez (el único peronista metrosexual de la historia).

Palau también se reunió con Mauricio Macri, el CEO de Ciudad de Buenos Aires S.A., y con el vicepresidente de la Nación y presidente del Senado, Julio Cobos. Alguien que me explique, por favor.

No es que tantas personalidades le añadan mucho al currículum de Palau, que ha compartido reuniones con Bill Clinton y con George W. Bush. Palau está acostumbrado a tratar con ricos y famosos, y de ellos es de donde saca sus fondos, además de los miles de pobres tipos que donan unos pocos dólares a cambio de su promesa de felicidad. El tipo vende soluciones a los problemas cotidianos, a cambio de la total entrega a Jesús (lo que sea que eso signifique). Se la pasa diciendo que la riqueza no lo es todo, pero adhiere a la "teología de la prosperidad", según la cual la riqueza material es signo de la bendición de Dios.

En cuanto al festival, se supone que la idea del mismo era traer a la ciudad "buena música y buenas nuevas", siendo la noticia que Dios nos ama a todos. (Ojo: como esos malos chicos de los se les advertía a las chicas antes, Dios siempre espera que le demos una "prueba de amor" para comprometerse en serio, o eso dice. Y hay que dársela porque si no nos deja con nuestras paraplejias, nuestros cánceres, nuestra pobreza, etc., esas cosas que Su omnipotencia no parece capaz de prevenir.)

Más allá de esta abundancia de amor, lo que Dios (a través de Palau) trajo a la Ciudad de Buenos Aires fue un machazo embotellamiento de tránsito, ya que Macri le otorgó permiso para ocupar la Av. 9 de Julio un viernes a las seis de la tarde. Alguien por favor que me explique. Yo necesitaría cortar la 9 de Julio para un emprendimiento privado mío con las mejores intentciones, ¿me podrán dar el celular de Macri?

jueves, 13 de marzo de 2008

Alerta 6: Transexual premiada

Otra alerta de buenas noticias, publicada como una especie de tragedia sin comentario por la agencia de noticias católica ACI: Legislatura de Buenos Aires condecora a transexual en Día de la Mujer. (Por si alguien no se enteró, el 8 de marzo, que este año fue sábado, es el Día Internacional de la Mujer.) La premiada, Alejandra Portatadino, es una activista de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA).

El reportero llama a Portatadino "polémico personaje" (¿dónde está la polémica?), y evidentemente escandalizado menciona también que se premió a una prostituta y a Estela de Carlotto (de las Abuelas de Plaza de Mayo).

Entre las noticias relacionadas, ACI muestra una titulada Médicos católicos argentinos recuerdan que para la ciencia solo existen dos sexos. Es gracioso: la ciencia ha mostrado que hay multitud de variantes de la sexualidad humana tanto en lo puramente físico como en lo psicológico; a veces los cromosomas dicen XY pero los genitales dicen XX y el cerebro dice lo que le parece en el momento; incontables personas sufren en silencio esta confusión o se ven obligados a vivirla en secreto..., pero toda la problemática de género, toda compasión, toda apreciación sutil, queda más allá de las anteojeras mentales de los fanáticos.

martes, 11 de marzo de 2008

Alerta especial: Divagaciones del Papa

Joseph Ratzinger alias Benedicto XVI está despachándose muy seguido en estos días. Parece que hay muchas cosas que están mal en el mundo y que tiene intención de arreglarlas, o por lo menos, de advertir sobre ellas. A saber:
  1. A los que vivimos como si Dios no existiera se nos atrofia el espíritu. (Curiosamente no he notado nada, pero debe ser porque no poseo los poderes mágicos que tiene el Papa para medir el tamaño y la salud de los espíritus.)
  2. Cualquier cosa que tenga ADN humano es una persona humana, aunque su cerebro esté desconectado permanentemente e incluso aunque su cuerpo no sea más que un amasijo de células indiferenciadas, pero eso no es todo: si sólo vivimos biológicamente (!?) nos perdemos las cosas trascendentes, a las cuales se llega (aparentemente) tragando hostias periódicamente.
  3. Hay que tener ojo porque acaban de salir nuevos pecados, que incluyen contaminar el ambiente, acumular demasiadas riquezas, consumir drogas, y manipular los genes. Es de suponer que "demasiada riqueza" significa "más que el Vaticano", y las drogas que es pecado consumir deben ser todas menos el alcohol y el tabaco, que muchos sacerdotes católicos consumen en grandes cantidades.
A lo de la atrofia espiritual no me voy a molestar en contestar. Dijo un filósofo que el cristianismo viene para ofrecer la solución a un problema que él mismo ha creado, y esto es un claro ejemplo. Primero pretendemos darte un "espíritu", y luego te obligamos a que hagas lo que decimos para que no se "atrofie".

Lo de la dignidad del hombre es básicamente lo mismo, con el ingrediente extra del mensaje anti-aborto y anti-eutanasia. Me da mucha gracia que la Iglesia se ocupe del bienestar de las entidades no pensantes como los embriones mientras miles de millones de seres humanos realmente vivos y despiertos se mueren de hambre o guerra y el Papa bendice a los que los están matando.

Hablando en serio ahora, ¿alguien estaba esperando que el Papa lo dijera para considerar que es malo contaminar el medio ambiente? ¿Alguien no sabía que drogarse compulsivamente es malo para uno y suele además acarrear problemas y tristeza para nuestros seres queridos? ¿Alguien dudaba de que está mal llenarse de dinero y no hacer nada por la pobreza que nos rodea? El Papa es verdaderamente relevante para no más del 1% de la población mundial... y si el mundo fuera justo, ese porcentaje y no más serían los afectados por su arcaica ideología.

domingo, 9 de marzo de 2008

Alerta 5: Forros y pastillas

Forros y pastillas, o más apropiadamente dicho, preservativos y "píldoras del día después". Hace un par de meses, a poco de asumir la nueva administración provincial, supimos que se habían encontrado cientos de miles de condones y de píldoras de misoprostol (para anticoncepción de emergencia) almacenados sin distribuir en un depósito oficial de la ciudad de Santa Fe.

No se los repartía porque la anterior ministra de Salud, Silvia Simoncini, estaba en contra de su uso por razones ideológico-religiosas. Esto ha sido una constante desde el retorno de la democracia en 1983, con gobiernos provinciales nacidos y criados en Santa Fe, antigua capital colonial, conservadora y católica.

En 2003 ya nos habíamos enterado de cómo los DIU enviados por el Programa Nacional de Salud Sexual y Reproductiva eran abandonados de manera similar, mientras el ministro Fernando Bondesío dictaminaba que los médicos debían denunciar penalmente a las mujeres que llegaran a los hospitales públicos con complicaciones de abortos clandestinos.

Simoncini ya había saltado a la notoriedad cuando salió a la luz la historia de la ignominiosa muerte de Ana María Acevedo, una joven embarazada de 19 años con cáncer de maxilar que requería urgente radioterapia y quimioterapia. La obligación del personal médico del Hospital Cullen, de Santa Fe, era recomendar un aborto terapéutico. El director del hospital, Dr. Andrés Ellena, retardó los trámites y finalmente recomendó inducir el parto. Pero fue muy tarde. La ministra Simoncini avaló las excusas dilatorias de este despreciable "profesional de la salud".

Aun antes de eso, la ministra Simoncini se había negado a firmar un documento emitido por el Consejo Federal de la Salud, recomendando la urgente confección de un protocolo de abortos no punibles, un instrumento legal que estableciera de forma clara las responsabilidades y obligaciones de los médicos y del estado. (El artículo 86 del Código Penal Argentino dice claramente que no es punible el aborto de una mujer con discapacidad mental si el embarazo fue producido por una violación. No obstante, muchas veces se pide autorización judicial para realizarlo, porque los médicos tienen miedo de ser acusados de asesinato.) Todos los ministros de salud del país, menos ella y el de San Juan, firmaron el documento.

Esto fue poco después de que otra joven de 19 años muriera en el hospital Cullen por complicaciones de un aborto casero. El gobernador Jorge Obeid, en ese momento, se lavó las manos diciendo "cada cual tiene derecho a tener su propio pensamiento" y ratificó a Simoncini en su puesto. (El diario La Capital curiosamente subtitula esta noticia "Simoncini no avaló abortos".)

Apenas asumir, Simoncini desactivó todos los planes de capacitación en educación sexual, y dejó a la deriva el Programa Provincial de Salud Reproductiva. Al mismo tiempo el gobierno provincial designó a Adriana Cantero como Ministra de Educación, y ésta avaló unos nuevos cursos sobre sexualidad a cargo de una tal Nereida Brumat Decker, miembro de una ONG entre cuyas afirmaciones públicas están "la homosexualidad es una enfermedad", "los métodos anticonceptivos son abortivos", y "la ley de salud reproductiva se opone a la cultura de la vida". ¿No nos son familiares estas frasecitas? (¿no? ¿no? ¿en serio? ¿para nada? ¡vamos!)

La buena noticia para terminar con esta saga es que, como dice el Rosario/12 de hoy (domingo nada menos), ahora sí habrá píldoras y forros para todo el mundo:
La directora de Farmacia y Bioquímica de la provincia, Beatriz Martinelli, resolvió normalizar el Plan Nacional de Salud Reproductiva que había sido prácticamente desactivado durante el gobierno de Jorge Obeid y ordenó distribuir en los centros de salud santafesinos más de un millón de preservativos y una importante cantidad de píldoras del día después que estaban almacenadas en las droguerías de Rosario y Santa Fe.
Lo único que puedo decir es: por fin nos gobiernan personas que no dejan que su ideología religiosa se interponga en el camino de la ley. Porque todo esto es, al fin y al cabo, ley: lo que han votado y decidido los representantes que elegimos.

viernes, 7 de marzo de 2008

Alerta 4: Ciegos y endemoniados

El artículo de hoy proviene de ACI Prensa, un sitio católico que conozco desde hace un tiempo y que por lo que veo va a ser una fuente inagotable para este blog. Se titula Ceguera ante Dios es la más grave, advierte Obispo a argentinos, y nos cuenta que, según el obispo de Quilmes (provincia de Buenos Aires), Luis Stöckler, los que no creemos en Dios, y de hecho todos los que nos comportamos en la vida diaria como si Dios no existiera, tenemos una ceguera "peor que el defecto físico del no vidente".

El obispo (me rehúso a llamarlo por su título "monseñor", porque "señor mío" no hay nadie) no queda conforme con esto y empieza a delirar sobre el Príncipe de las Tinieblas y los Soberanos de este mundo, quien, entre otras maldades, han estado inculcando a la sociedad la terrible idea de que hay que dejar al lado las diferencias (incluyendo las religiosas) para lograr la paz. "Al cuerno la paz", me parece escucharlo pensar, "acá estamos los Hijos de la Luz contra los Hijos de la Oscuridad" (sí, emplea la frase "hijos de la luz", por supuesto incluyéndose en ese selecto grupo). Sus exhortaciones me recuerdan esa frase tan común que pocos recuerdan que salió de la boca de Jesús, al que tantos reivindican como el mejor tipo de la historia: "Están conmigo o contra mí."

Sería bueno que Stöckler se dedicara a exhortar a las personas a llevar una vida moral, en vez de desparramar esta mierda presuntuosa con tanta confianza como si él tuviera línea directa con Dios. Por supuesto, no es negocio para la Iglesia que la gente común crea que se puede ser buena persona sin toda la parafernalia de cielo, infierno, una trinidad de dioses, vírgenes y santos a montones, y un clero que sirva de intermediario y reciba las limosnas. Por eso es necesario recordarles que el Mal Bicho del Infierno acecha detrás de todo, y que la única forma de escudarse de él es hacer lo que el cura manda.

Menos mal que, para casi todos nosotros, esta pesadilla inducida terminó hace siglos.

miércoles, 5 de marzo de 2008

Alerta 3: Celibato clerical

Por una vez, ésta es una alerta de que está ocurriendo algo bueno... Miembros influyentes de la Iglesia Católica se cuestionan la imposición del celibato a los sacerdotes (bueno, llamémoslo la imposición de la apariencia de celibato), y la noticia llega hasta los diarios. La Nación, hace un par de días, publica El celibato obligatorio, una nota editorial firmada por Enrique Tomás Bianchi, secretario letrado de la Corte Suprema de Justicia.

Una parte del cuestionamiento viene nada menos que de la Vaterland de Joseph Ratzinger, donde el arzobispo Robert Zollitsch, presidente de la Conferencia Episcopal, dijo a un diario al asumir que "el vínculo entre el sacerdocio y el celibato no es un imperativo teológico" y que está en contra de las "prohibiciones de pensar". La otra parte proviene (¡cuando no!) de los sacerdotes brasileños, que decidieron pedir oficialmente que se revise el canon que prohíbe casarse a los que deseen ordenarse.

El tema "celibato sí o no" es un asunto interno de la Iglesia, o así parece a primera vista. Pero hay dos o tres cosas que hacen interesante esta noticia para nosotros.
  1. Primero, un cura es una persona. Obligar a una persona a elegir entre una sexualidad sana y una vocación de vida es terrible. Según la idea católica, el sacerdocio es un llamado de Dios. O se desoye el llamado (lo cual no puede ser bueno, según la "lógica" cristiana) o bien se sacrifica un aspecto esencial de la vida por una cuestión meramente legal, arbitraria. La supresión del celibato obligatorio sería, a mi entender, un triunfo en el campo de los derechos humanos de los aspirantes al sacerdocio. (Ya bastantes problemas debe tener alguien en su cabeza para hacerse cura, como para además tener que enfrentarse a ellos en abstinencia.)
  2. Segundo, este reclamo va en contra de la hipócrita justificación de que un cura no puede dedicarle todo su ser a Dios si está casado y tiene familia. Los predicadores evangélicos más exitosos del mundo (esos que llenan estadios de gente coreando el nombre de Jesús) son casados. Los sacerdotes cristianos ortodoxos pueden casarse. Está bastante probado que, más allá de disquisiciones teológicas y escriturales, el verdadero propósito del celibato es que los bienes adquiridos por el sacerdote vayan a parar a la iglesia, y no a los herederos que tendría, a su muerte.
  3. Tercero, y esto va por mi cuenta, ésta es una buena noticia porque, siendo un asunto interno, sale en los diarios, y los dinosaurios que manejan la jerarquía vaticana no pueden evitarlo. La Iglesia Católica promueve el oscurantismo en todas sus formas, y eso incluye dejar dentro de la institución estos espinosos disensos; pero tanto el arzobispo alemán como los curas brasileños los han hecho vergonzosamente, escandalosamente públicos. Sacar los trapos al sol no le puede hacer mal a la Iglesia, y conste que esto lo digo desde la posición de alguien que preferiría ver a la Basílica de San Pedro seguir los pasos de los ziggurats babilónicos.
Así que, a mi pesar, felicitaciones para los reformadores. Si logran hacer que la Iglesia sea más como la gente normal y menos como Benedicto XVI, quizá duren más años. No es que me guste, pero van por el buen camino.

lunes, 3 de marzo de 2008

Alerta 2: Educación sexual

No es en realidad noticia, ni en Argentina ni en ninguna parte del mundo, pero no deja de merecer que estemos alerta: la Iglesia continúa intentando bloquear las iniciativas de educación sexual que no conformen con su particular visión de la persona.

El artículo de hoy es de Página/12 y se llama El parto más difícil; junto con sus varias subnotas cubre el tema de las leyes de educación sexual y otras que intentan que todos los ciudadanos del país sepan cosas básicas sobre sus cuerpos, sus sentimientos y sensaciones, su identidad como seres sexuados, y también el hecho de que otros ciudadanos son distintos en este terreno y que no está necesariamente mal que lo sean, aunque no nos caiga bien.

En algunas provincias hay leyes de educación sexual, de variada índole, y programas de salud sexual y procreación responsable; también hay proyectos de currículas escolares donde se especifican temas como la perspectiva de género. Pero casi todo está solamente en papel, como en Santa Fe, cuya anterior Ministra de Salud, Silvia Simoncini, se encargó de que la ley existente no se aplicara, o que se aplicara a medias. Porque mandar cargamentos periódicos de preservativos (y con las consabidas "pérdidas por el camino") a los centros de salud no es una política de salud reproductiva.

Pero volviendo al tema de la educación, hay problemas y problemas. Problemas menores, cuestiones a discutir, son ciertos contenidos "extremos" (a decir off the record de cierto funcionario), y cosas como la edad de comienzo y si se da educación sexual en una o dos clases o materias separadas (como está dicho en la ley santafesina), o bien entretejida con toda la currícula (como dice la ley porteña).

Un problema más peliagudo es la participación de los padres y la injerencia de las instituciones educativas. A estos agentes no se les consulta sobre la currícula de historia o de biología (en general) pero claramente enseñar cómo germina un poroto no es lo mismo, socialmente hablando, que enseñar cómo un óvulo llega a ser fertilizado y se transforma en un bebé. Podría serlo, quizá, si se desdramatizara el proceso, que no deja de ser una cosa absolutamente natural desde el momento en que los espermatozoides ingresan por el canal apropiado y hasta que el susodicho bebé efectúa su salida por el mismo canal nueve meses (más o menos) después.

Pero debido a que la Iglesia Católica (por nombrar a la más grande y molesta de las instituciones de su clase) considera que tiene injerencia en todo este proceso tanto como en las etapas anteriores y posteriores, lo que debería ser una cuestión relativamente simple se transforma en un gran problema, y sorprendentemente se llama a sus referentes a opinar. De hecho, a veces la Iglesia toma directamente el lugar del gobierno, como en La Rioja, donde técnicos institucionalmente católicos se encargaron de redactar las objeciones oficiales al proyecto de dictamen de educación sexual.

Como la Iglesia sabe que sus ideas fijas sobre los roles del hombre y la mujer y sus relaciones son inaceptables para el común de la gente (al menos para la mayoría de los menores de 100 años), emplea como escudos a los niños y a sus padres. No está bien, dicen, que los niños reciban instrucción que contradiga los valores de sus padres, y que sus padres no tengan voz ni voto sobre lo que les enseñan a sus hijos en la escuela.

Esto es de una hipocresía incomparable; pregunten, si no, a cuántos padres les consultó alguien si querían que sus hijos recibieran clases de religión católica en la escuela pública en la época, no muy lejana, en que la Iglesia y el Estado estaban más cariñosos uno con el otro, tanto en la Argentina de la última dictadura (y la de antes de que Perón legalizara el divorcio) como en la España de Franco. Como suele ocurrir, cuando el antiguo noble pasa a ser un plebeyo, de pronto le empiezan a importar los derechos de los oprimidos, que antes aplastaba sin contemplaciones.

En fin, que la ley de educación sexual no termina de salir. Siete meses, de febrero a septiembre de 2007, trabajaron un grupo de expertos para delinar la currícula de estudios. Expertos, dice el diario, que incluían a una representante de las iglesias evangélicas (sí, de ésas donde los pastores prohíben a las mujeres dejarse el cabello corto y ponerse jeans), un rabino (de esa religión medio-oriental que predica que la salvación del hombre depende de que se mutile su pene al nacer y se deje barba al crecer), y una integrante del Consejo Superior de Escuelas Católicas (de ésas donde se enseña que el preservativo es pecado y que el método Billings, que tiene una tasa de fallos típica del 20–25%, es lo mejor de lo mejor).

Entiendo que estas personas no son los representantes más extremos de sus respectivas sectas religiosas. No son fanáticos ignorantes, tienen un background en el tema a tratar, tienen estudios que los habilitan. Pero está claro que los llaman por su pertenencia a una religión, y no sólo eso, por ser referentes de una religión o secta influyente: es decir, por realpolitik, no por razones académicas. No para que la ley sea una buena ley, útil para los niños a los que se quiere enseñar, útil para que sepan (por decir algo) cómo no embarazarse la primera vez que tienen sexo, o cómo decidir sensatamente cuándo quieren tenerlo. No, no, no. Todo eso es secundario. Estas personas fueron llamadas a discutir en pie de igualdad con los expertos porque el Estado decide subordinar las decisiones académicas y científicas, y con ellas el bienestar de nuestros chicos, a un grupo de interpretaciones particulares de las "sagradas" escrituras de tres sectas de dos religiones nacidas de una fuente perdida en las brumas de la historia.

Y como era de esperarse, a último momento los católicos decidieron que el "derecho" de los padres a mandar a indoctrinar a sus hijos en sus arcaicos prejuicios era más importante que la libertad de esos hijos para recibir la información que van a necesitar en el futuro, que todos necesitamos, para ser felices con nuestra(s) pareja(s), solos/as, y con tantos o tan pocos hijos e hijas como queramos concebir. Se retiraron sin firmar. Y ahí anda la ley, irónicamente, en la dulce espera.

Alerta 1: Marihuana

El alerta de hoy es sobre el lío que armaron un par de legisladores ignorantes de la provincia de Chaco, con el apoyo explícito de un miembro de la Iglesia, por la presentación de la revista THC en la Feria del Libro de Resistencia. Me entero de esto por un artículo en Página/12 titulado Polémica en Chaco por la presentación de una revista.

THC es una publicación sobre la marihuana (THC son las siglas de tetrahidrocannabinol, el principal componente psicoactivo del cannabis). Como THC está a favor de la legalización del uso de la marihuana, dos diputados y el vicario de la Catedral de Resistencia dieron una conferencia conjunta para oponerse a su presentación. Uno dijo que hablar de esto hace "retroceder nuestros valores", y lo comparó con el debate sobre el aborto y el matrimonio gay; otro (¡la titular de la Comisión de Derechos Humanos, nada menos!) dijo que su "intuición de madre" le decía que éstos eran narcotraficantes disfrazados, e invitó a hablar del tema a los padres y madres de la comunidad y a los pastores evangélicos (¿por alguna razón serán más indicados que médicos, responsables de salud pública, psicólogos, o expertos en drogadicción?).

No voy a repetir lo que escribí en D… sobre la estrechez mental de estas personas, sino que voy a agregar algo. Hay una tendencia en muchas personas ignorantes a tratar ciertos problemas como si fueran temas de moral, cuando son temas de salud o de logística. El uso de drogas, según esta gente, no es sólo malsano, es inmoral. En esta visión, el consumidor es "malo" o bien está influenciado por "el mal". Alguien tiene la culpa, alguien está en pecado. Desde este punto de vista, discutir el tema es inadmisible: ¿cómo vamos a debatir si está bien permitir algo "malo"? Hay que suprimirlo, censurarlo, como esos "pensamientos impuros" que son pecado para la Iglesia, pecado venial, pero pecado al fin. Hay que cerrar la mente: ¿cómo vamos a permitirnos sopesar los argumentos a favor y en contra del uso libre de marihuana?

Transformar las controversias en temas morales es un viejo juego de las religiones organizadas. En el terreno moral, a pesar de todo lo que sabemos que tienen de inmoral sus miembros y sus estructuras, las iglesias mantienen una posición dominante en el imaginario social, y a sus miembros se les permite opinar sobre temas de ética y moral como si fueran automáticamente superiores al resto de los mortales. ¿Nunca vieron uno de esos paneles en los programas de TV donde se discute un tema importantísimo y hay un experto con valiosos conocimientos que tiene que compartir su tiempo en el aire con un cura o un pastor que no sabe nada de nada?

domingo, 2 de marzo de 2008

Alerta: Introducción

¿Alguna vez te has sentido indignado o furioso por un acto de intolerancia religiosa? ¿No te has quedado nunca sorprendido, perplejo, por la increíble estupidez de ciertas personas que se escudan en su fe? ¿Jamás te ha dado verdadera lástima el desperdicio de vidas y de oportunidades de quienes se encierran en una visión fundamentalista de las cosas? Casi seguro que sí, ¿verdad?

Este blog es para los que están cansados, o alguna vez se han sentido cansados, por esa clase de fe religiosa que provoca rechazos y odios sin sentido, que impulsa a los demás a perder su tiempo, su dinero y hasta su salud persiguiendo quimeras, coleccionando amuletos, o peor, inmiscuyéndose en las vidas de los que no piensan como ellos para obligarlos a seguir sus reglas. Para los que no entienden cómo personas normales, sanas, se vuelven idiotas insensatos cuando algo se cruza con su religión.
La religión es un insulto a la dignidad humana. Con o sin religión siempre habrá buena gente que hace cosas buenas y mala gente que hace cosas malas. Pero hace falta religión para que la buena gente haga cosas malas.
— Steven Weinberg, Premio Nobel de Física 1979
Para los que no me conocen: soy argentino. Vivo en Rosario, una ciudad de un millón de habitantes en el sur de la provincia de Santa Fe, junto al río Paraná, 300 km aguas arriba de Buenos Aires. Desde aquí escribo hace casi dos años un blog en inglés, D for Disorientation, en parte para que nos conozcan en el resto del mundo, en parte para practicar mi segundo idioma.

En D… suelo escribir sobre religión, o más bien, sobre las malas cosas que surgen de la religión en la práctica: fanatismo, intolerancia, y esa omnipresente e indebida interferencia de la religión en las vidas de millones de argentinos. Generalmente lo hago cuando algún escándalo salta a las tapas de los diarios, como cuando Argentina ratificó el Protocolo de la Convención sobre la eliminación de las todas las formas de discriminación de la mujer (CEDAW) y ciertos legisladores ultracatólicos se negaron a votar a favor por ser "abortista". También hay casos más leves, como las expresiones de indignación por alguna muestra de arte o libro o programa de TV, y más ridículos, como la histeria de masas que ocasiona un tronco de árbol que se parece a la Virgen María.

Con este blog, que provisionalmente llamo Alerta Religión, doy un paso más y empiezo a escribir en mi lengua natal de lo que salta a las noticias.

El objetivo es que las noticias que muestran la cara fea de la religión no se pierdan, se exhiban, sean motivo de vergüenza (¡para mostrar la cara bonita de la religión ya hay montada una estructura publicitaria mucho más grande!). No es mi intención atacar a nadie por su fe, pero no voy a privarme de atacar las ideas de la fe y la religión en sí mismas. No veo distinción significativa entre la pseudociencia, la superstición, las ideas místicas individuales y la religión organizada de masas. Todas son en último término dañinas para la mente humana, porque parten de dogmas sin fundamento o de simples falsedades. Y ninguna tiene por qué quedar excluida de la crítica.

Y así concluye este post "número cero". Mañana o pasado, la primera alerta.