Me topé con esto hace una semana y no tuve ocasión de comentarlo. Es una nota titulada “
El aborto no es el mayor pecado”, escrita por José María Iraburu, un sacerdote católico español bastante furibundo, en un blog del portal integrista
InfoCatólica, y su referencia (bastante oblicua) es al Día de los Inocentes.
El aborto no es actualmente el pecado más grave de la humanidad. Es, desde luego, uno de los mayores crímenes que pueden cometerse contra los seres humanos: matarlos, quitarles la vida. […]
Pero el pecado más grave del hombre es la infidelidad, no creer en Dios, y aún es peor la apostasía.
Es decir, para que quede claro:
abandonar la religión católica es peor que cometer un asesinato. Y los castigos deberían ser proporcionales, uno esperaría (
la Iglesia está en contra de la pena de muerte, pero no absolutamente; si en algunos lugares se mata a los asesinos, ¿qué hacer con los apóstatas?).
La apostasía es la forma extrema y absoluta de la infidelidad (STh 12,1 ad3m). No hay para un cristiano un mal mayor que abandonar la fe católica, apagar la luz y volver a las tinieblas, donde reina el diablo.
Dice también este degenerado (porque una persona que tiene las prioridades morales tan distorsionadas no es otra cosa que eso) que “Una sociedad apóstata es capaz de crímenes mayores que una sociedad pagana”. Es preferible, para él, una sociedad arcaica con dioses y creencias falsas, que mantengan al pueblo sencillo temeroso de cometer pecados y salvaguarden todos los prejuicios comunes (la misoginia, la homofobia, la visión de la mujer como un receptáculo para hijos, etc.), además de mantener bien alimentados a sus sacerdotes o chamanes, antes que una sociedad moderna secularizada, donde los hombres y las mujeres sean libres de elaborar y encontrar sus propias guías morales y éticas, y donde los autonombrados dueños de la verdad puedan ser criticados.
"Es preferible, para él, una sociedad arcaica con dioses y creencias falsas, que mantengan al pueblo sencillo temeroso de cometer pecados y salvaguarden todos los prejuicios comunes"
ResponderEliminarYo cambiaria el "para él" por "para la iglesia". Y no es que es preferible: es lo que ellos hacen
que loco, te juro que esto no me lo esperaba. Tiene que ser una broma que alguien piense así.
ResponderEliminarTienen que vigilar mejor los seminarios, se les cuelan infiltrados con la intención de desacreditarlos XD
ResponderEliminarPD: yo no he recibido mi adiestramiento en rebeldía y fornicación, ¡y pago mis impuestos! ¿Era una asignatura de letras o qué? ¡Quiero mi adiestramiento!
ahahahahahahhahaha!
ResponderEliminarLa Iglesia Catolica, las otras religiones protestantes "cristianas" y demas religiones sin sentido ya sean monoteistas y politeistas; y EL GOBIERNO de cada pais, en especial si nos referimos a los paises latinoamericanos, se convenia que NO quieren que dejemos de ser ignorantes de nuestra sociedad, de nuestra historia y nuestra propia vida.
"A Roma: Circo, Pan y Agua"
No vivo del conformismo social que asco
Saludos y Buen Blog jeje
No deja de sorprenderme
ResponderEliminarlo que no entiende este hombre es que si no creo en Dios, tampoco creo en el Diablo... o sea que no vuelvo a ninguna tiniebla... me quedo tranquilita yo.
ResponderEliminarQue bueno leerte Pablo... a por ellos! :)
Muchos dicen desde el púlpito -o la pantalla de televisión- ese tipo de frases panfletarias.
ResponderEliminarSería cruel pretender comprobar si son consecuentes con su fe o con lo que predican. Pero ante la menor enfermedad pues llaman al médico... a pesar de creer que la voluntad de "Dios" debe primar, o que haya vida ultra terrena.
que le den
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste José María Iraburu es un papanatas, no me cabe en lo más recóndito de mi mente el punto a donde puede llegar con tal de de expresar su "aberración fanatizada"
ResponderEliminarSu escritos no me parecen más que un puñado de falacias me da pena este pobre hombre quien no percibe su deterioro mental y se arraiga en su opio religioso queriéndonos condenar a todos!!
Me encanta cuando solo les queda meter miedo... porque no resisten a la razón.
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