El Manual de Estilo de AP se autoproclama “la Biblia del periodista”, y es considerado por muchas personas de prensa en el mundo como una referencia importante de redacción correcta en diarios y revistas, particularmente en inglés.Como, naturalmente, muchos de nosotros nos referimos al fomento cristiano del odio a los homosexuales como “homofobia”, se supone que los católicos deben estar contentos porque al menos la agencia que alimenta con sus noticias a muchos de los medios más importantes del planeta va a dejar de usar ese término, el cual no se corresponde con la realidad, vale decir, con el hecho de que los cristianos devotos aman tiernamente a los homosexuales y no los discriminan ni les desean la muerte ni un poquito.
Después de un par de disquisiciones más, el artículo de ACI Prensa que estoy consultando pasa a citar a Óscar Rivas, director del ignoto Instituto Mexicano de Orientación Sexual, que pese a su nombre inocuo —diseñado sin duda para atraer exenciones impositivas y financiación estatal— es claramente una fachada del movimiento antisexo católico. Rivas señala que “se ha abusado” de la palabra homofobia “para atropellar otros derechos como el de libertad de expresión o de culto”, y que actualmente “cualquiera tiene miedo de ser tachado de homofóbico”.
¿A qué llegamos con todo esto? Bien, como de costumbre la prensa católica quiere hacer ver que algo es blanco cuando en realidad es negro. Lo que hizo AP fue prohibir que se use el término homofobia por considerar que fobia remite a una enfermedad o discapacidad mental que causa un miedo irracional. La sugerencia para los redactores no es, sin embargo, ignorar la prédica de odio a los homosexuales que insume gran parte del amplio tiempo libre de todos y cada uno de los obispos católicos y pastores evangélicos fundamentalistas del mundo, por no hablar de los obvios motivos de las diarias palizas, torturas y asesinatos de homosexuales que ocurren en nuestro planeta, sino calificar esas cosas de manera más correcta y específica como (por ejemplo) anti-gay.
La idea de que homofobia es un término incorrecto no es nada nuevo: hace tiempo circula en las redes sociales (atribuida a Morgan Freeman y otros). Confieso que yo padezco de aracnofobia; es un miedo irracional, ya que la mayoría de las arañas no tienen interés en picarme ni son peligrosas para mí. Yo no odio a las arañas ni quiero verlas desaparecer de la faz del planeta (de hecho, me da lástima matarlas). Imagino que algunas personas pueden ser homofóbicas, en el sentido estricto de que sienten temor a asociarse con (personas que ellos creen que son) homosexuales, sin quererlo y sin poder evitarlo. En la inmensa mayoría de los casos, sin embargo, en que se habla de homofobia en los medios o en cualquier lugar que importe, se está hablando de una repulsión que lleva al odio y que se expresa en una discriminación que incluso suele ser reconocida y justificada.
Creo de todas formas que AP se equivoca al asignarle a una palabra un espectro de significado tan estrecho, y que no deberíamos seguir ese camino. Las palabras no son presas de su propia etimología, y a diferencia de otras palabras, homofobia no tiene otro significado: es un término nuevo, que nunca se usó para algo distinto. (No es tal el caso de otros términos que se usan mal coloquialmente: por ejemplo, la gente retraída o tímida etiquetada como autista, los de carácter extremo como bipolares, los que cambian de idea bruscamente como esquizofrénicos.)
El cronista católico menciona que AP también prohibió la expresión limpieza étnica. Lo relevante —y lo que no nota el infeliz— es que se la prohíbe porque se trata de un eufemismo. Igual que homofobia, no describe la situación en términos claros. Nadie está limpiando nada cuando hace una limpieza étnica; simplemente está matando gente. Nadie tiene miedo a la homosexualidad cuando hace lobby legislativo para que los gays tengan menos derechos que los heterosexuales; simplemente está militando contra los gays. Si es el miedo lo que hace que un gobierno ahorque a los gays en las plazas, no es de mayor importancia en la descripción del hecho: se trata de odio e intolerancia sin más.
Usemos la palabra homofobia, si es para abreviar y todos lo entienden así; no la usemos si creemos que puede llevar a confusión. Pero como sea, no dejemos que una palabra oculte los hechos reales o que los intolerantes lleven la discusión a la mera semántica.
El artículo tiene mucha miga: "Associated Press también ha recordado este mes a sus editores que los términos “esposo” y “esposa” son usados sólo para uniones heterosexuales". Al mismo tiempo (esposo y esposa, marido y mujer)... supongo que es inevitable.Si quiere decir que dos varones casados no son esposos, o que dos mujeres casadas no son esposas ya suena a queja religiosa más que a corrección lingüística.
ResponderEliminar"En declaraciones a ACI Prensa el 20 de febrero, Óscar Rivas, director del Instituto Mexicano de Orientación Sexual (IMOS) subrayó que “el término homofobia debería entender en sí mismo como la fobia al mismo o al igual” y no como una fobia a las personas con atracción al mismo sexo". Te corren con la etimología, con ese criterio un pontífice es un constructor de puentes y los átomos no se dividen...
"Rivas subrayó que en México, el organismo regulador sobre la prevención
para evitar discriminación, CONAPRED, en un caso del 2010, “sentó las
bases en las que si los católicos consideran que la homosexualidad es un
pecado, debido a su creencia religiosa, eso no puede ser considerado
homofobia dado que no daña o promueve odio irracional hacia un persona
homosexual, sino que se esta hablando de una creencia particular
protegida por la libertad de credo”". Esto parece un chiste de mal gusto, si los que deben luchar contra la discriminación la justifican... en fin. Y al parecer el presentar al otro como un ser abominable que merece el peor de los castigos posibles no promueve el odio... lo de la CONAPRED es el stand up.
"“Paradójicamente, la Encuesta Nacional de Discriminación detectó que la
población que más frecuentemente cae en actos de homofobia suele ser la
misma población homosexual, usando términos muy peyorativos para
referirse entre sí mismos, o al discriminar a hombres que en su
apariencia son mas afeminados o prefieren un determinado rol sexual”,
reveló."" Ah, claro, la culpa la tienen ellos que son maaaaloos.Así ¿como no los van a discriminar?
"“En una sociedad diversa, tolerante y democrática no caben las
descalificaciones que anulen el pensamiento, libertades y derechos de
quienes pensamos diferente debido a nuestra creencia religiosa”,
aseguró"". Exacto, que nadie anule nuestro derecho a ser homófobos, misóginos, retrógrados, fanáticos...(por cierto ¿por qué corren si nadie los persigue?). De hecho lo que se les discute es que quieran imponer sus prejuicios al mundo, nadie les impide seguir con sus creencias.