martes, 17 de febrero de 2009

Alerta 73: Pare de sufrir

Uno no sabe si subtitularlo Chocolate por la noticia o El muerto se asusta del degollado, pero es evidente que la rapacidad de la Iglesia Universal del Reino de Dios ha llegado a tales límites que incluso medios evangélicos la condenan: Secta "Pare de Sufrir" se aprovecha de la crisis económica para atraer fieles desesperados, como afirma NoticiasCristianas.com.

El artículo sobre la IURD es devastador y no voy a agregar demasiado a lo que allí se dice. Como digo arriba, a algunos les parecerá hipócrita esta denuncia, dado que las iglesias evangélicas, todas ellas, han crecido exponencialmente en América Latina sobre todo entre los más pobres, al amparo de las condiciones económicas cada vez peores, y que todas ellas se sostienen con diezmos de sus miembros. Por otra parte, si vamos al caso, la Iglesia Católica se sostiene en casi todos lados con dinero del Estado. O sea que las iglesias evangélicas al menos tienen la decencia de autofinanciarse. No todos los fieles que diezman son autómatas con el cerebro lavado.

La IURD evidentemente utiliza tácticas más fuertes. No se trata aquí de un pastor de una congregación pobre que de pronto se viste bien, se compra un auto y se va de vacaciones; aquí tenemos una corporación gigantesca que compra edificios inmensos para convertirlos en templos, adquiere emisoras de radio y horas de aire en canales de TV, se expande meteóricamente a varios países en poco años, y produce en general tanto dinero gris que tiene que lavarlo de diversas formas.

¿Es una cuestión de grado o de calidad? La denuncia evangélica ¿es una expresión de genuina indignación ante un negocio turbio enmascarado como religión, o de mera envidia? Yo creo que es, ingenuamente, lo primero.