“Nos hemos dado cuenta de que el fin de la Iglesia Católica está, en realidad, casi totalmente en manos de las mujeres. Pensemos esto: es desconcertante para cualquier ser humano racional observar cómo tantas madres en todo el mundo entregan sus hijos ciegamente a esta anacrónica plaga para la humanidad, o peor aún, aportan en forma regular a su mantenimiento financieramente, o en algunos casos incluso haciéndose monjas y continuando en su ignorancia la tarea proselitista de sus misiones parasíticas y retrógradas por todo el mundo. Por qué ciertas personas dedicarían tanta energía y esfuerzo a una organización que abierta e históricamente las desprecia con tal ferocidad es algo que desafía a la lógica. Quizá éste sea el caso más grande del mundo de síndrome de Estocolmo no diagnosticado.”
—Del movimiento Occupy the Vatican.
La verdad es que nunca he entendido como alguien quiere pertenecer a una
ResponderEliminarorganización que se creó para y que lleva miles de años maltratando y
humillando a tus iguales. Porque una de las verdades inmutables del
cristianismo y en las que sus miles de variantes han coincidido a lo largo del
espacio y del tiempo ha sido la enfermiza obsesión por minusvalorar, denigrar y
oprimir a las mujeres de todas las formas y variantes posibles. http://diario-de-un-ateo.blogspot.com.es/2012/11/el-oximoron-de-la-igualdad-entre-sexos.html