martes, 9 de julio de 2013

Adoctrinamiento católico en las escuelas públicas de Corrientes, pronto en la clase de educación sexual

Sorpresa, sorpresa: la Iglesia Católica intenta nuevamente bloquear la educación sexual en las escuelas públicas argentinas. Esta vez es en la provincia de Corrientes, donde la Dirección de Servicios Educativos de Prevención y Apoyo (Disepa) vergonzosamente “colabora” con la Junta Arquidiocesana de Educación en la redacción de una revista de educación sexual integral como material de clase, según publica el diario El Litoral.

Los materiales necesarios ya existen: el Ministerio de Educación de la Nación los elaboró hace años, pero la mayoría de las provincias los ignoraron o los rechazaron.
En Corrientes las publicaciones aparejaron polémica al abordar en sus páginas nuevos derechos como el matrimonio igualitario. Este año la cartera presidida por [el ministro de Educación] Alberto Sileoni añadió la violencia de género y trata de personas.
La Iglesia Católica (vía el Consejo Superior de Educación Católica) confeccionó materiales propios para las escuelas de adoctrinación que regentea; en su momento me ocupé de los mismos, mostrando cómo sus contenidos buscaban apuntalar los roles sexistas de género, promover la abstinencia y los groseramente ineficaces “métodos naturales” como única forma de control de la natalidad, sembrar terror a los anticonceptivos, tratar la masturbación como un problema, la homosexualidad como un trastorno y el sexo fuera del matrimonio como una forma de abuso sexual (!).

El susodicho material era, sin embargo, para consumo interno. El que la Junta Arquidiocesana de Educación de Corrientes está elaborando junto con la Disepa es para todas las escuelas: las católicas y las públicas, supuestamente laicas. ¿Por qué no usar el material enviado por el ministerio nacional? La respuesta es tan poco comprometida como hipócrita:
Los ejemplares del programa nacional no hicieron eco en varias instituciones escolares correntinas. “En muchas escuelas no implementaron el cuadernillo de Nación. Estamos viendo por qué”, indicó a El Litoral la titular de Disepa, Julia Sáez.
¿“Estamos viendo por qué”? Uno puede imaginarse el entusiasmo y la firmeza con que el gobierno correntino intentó implementar el uso de los materiales.
Por este motivo, la cartera está trabajando en la elaboración de un cuadernillo propio que tenga en cuenta “nuestra idiosincrasia”, según detalló la referente del programa. Luego explicó que “otra es la realidad de Corrientes” y que se debe abordar un “tema tan importante para el Ministerio de manera responsable”.
Pero entonces ese “estamos viendo” ya tiene respuesta, ¿no? No se implementó el material, implica Julia Sáez, porque no tenía en cuenta la idiosincrasia local. Ésta es una excusa remanida, que apela al recelo del provinciano (estereotípico, aclaro) hacia lo que viene bajado desde Buenos Aires. ¿Qué “otra” es la realidad de Corrientes? ¿Las adolescentes no tienen sexo y se quedan embarazadas en edad escolar, en Corrientes? ¿Los chicos no se masturban? ¿No existe el sexismo ni el abuso sexual ni la trata de personas en Corrientes? ¿No hay homosexuales ni transexuales discriminados? ¿Ninguno de los problemas que en todo el resto del país piden a gritos una solución en la forma de un programa de educación sexual existe en Corrientes? Ah, no, perdón:
Los contenidos de la revista serán consensuados con los técnicos de la Junta Arquidiocesana de Educación Católica y según adelantó Sáez, abordarán temas como valores, autoestima, intimidad, hábitos, violencia, métodos anticonceptivos, entre otros.
¿Y las fuentes académicas para estos temas? ¿Trae la Iglesia nuevos hallazgos, cosas que superen los datos de los cuadernillos confeccionados a nivel nacional? ¿O no serán más que un refrito de materiales de adoctrinamiento ya publicados?


Ahí está, sobre la mesa, lo que la Iglesia aporta. ¡Nada menos que la misma revista de la que hablaba yo al comenzar, repleta de material sexista, homofóbico, pro-natalista y de pseudociencia contra los anticonceptivos!
… estará orientada a los estudiantes de todos los niveles y a los tutores. También podría ser utilizada entre los alumnos de catequesis.
¿Alguien quiere apostar algo sobre la veracidad de los contenidos sobre métodos anticonceptivos que podrá encontrarse en una revista que se va a usar para dar catequesis?

Y para terminar:
El financiamiento y la edición correría por cuenta de la Provincia.
Naturalmente. Es que la Iglesia no maneja dinero.

2 comentarios:

  1. Es hipocresía pura y dura. Claro que existen esas realidades (hay sexismo, hay discriminación a transexuales y homosexuales, hay sexo adolescente con embarazos precoces y a veces incluso forzados, hay abuso sexual , hay trata de personas, etc), pero prefieren negarlas y hacer como que no existen.

    Nadie como la iglesia católica para afirmar su derecho a discriminar, ahora en nombre de supuestas "realidades regionales".

    ResponderEliminar
  2. Daniel Fernando Carballo9 de julio de 2013, 22:07

    Por supuesto, las religiones son instrumentos para el mantenimiento del statu quo, de ese modo, la situación actual les parece mejor que cualquier cambio que los demás podamos proponer. Y la situación de unos pastores nómades de la época de las pirámides les parece mejor que la actual....

    ResponderEliminar

Dejá tu comentario sobre el tema de este post aquí. Por favor, utilizá un nombre o seudónimo. Si querés opinar o hablar de otro tema, usá el Buzón de sugerencias.