sábado, 20 de noviembre de 2010

Jesús, ese gran hombre

Hay muchas personas que dicen creer en Dios pero no en la Iglesia (o bien dicen que Dios no tiene nada que ver con ninguna religión). Paralelamente hay una especie de fans de Jesús que quieren rescatar las partes buenas de lo que supuestamente dijo, olvidando todo lo demás, y concediéndole un cómodo status de gurú y líder moral multicultural al lado de Buda o algún filósofo. Pero C. S. Lewis lo tenía todo muy claro. Jesús no practicaba la humildad que predicaba; se comportaba como quien es Dios y lo sabe:
… Intento con esto impedir que alguien diga la auténtica estupidez que algunos dicen acerca de Él: “Estoy dispuesto a aceptar a Jesús como un gran maestro moral, pero no acepto su afirmación de que era Dios.” Eso es precisamente lo que no debemos decir. Un hombre que fue meramente un hombre y que dijo las cosas que dijo Jesús no sería un gran maestro moral. Sería un lunático —en el mismo nivel del hombre que dice ser un huevo escalfado— o si no sería el mismísimo demonio. Tenéis que escoger. O ese hombre era, y es, el Hijo de Dios, o era un loco o alguno mucho peor. Podéis hacerle callar por necio, podéis escupirle y matarle como si fuese un demonio, o podéis caer a sus pies y llamarlo Dios y Señor. Pero no salgamos ahora con insensateces paternalistas acerca de que fue un gran maestro moral.
Christopher Hitchens cita este pasaje de Mero cristianismo en God Is Not Great (me rehúso a la blandengue traducción “Dios no es bueno” con que fue editado en español), como reconocimiento para la honestidad intelectual (sobre este punto particular) de Lewis, que, por si no lo conocían, es considerado el más importante apologista cristiano y católico de los tiempos modernos (además del autor de la alegoría cristiana para niños llamada Las crónicas de Narnia).

Obviamente Hitchens no acepta la opción de considerar a Jesús una manifestación sobrenatural, sea del creador del universo o de su archienemigo. Una versión similar de estas alternativas, también planteada por C. S. Lewis, es la conocida como trilema de Lewis, según el cual Jesús debió ser un lunático (que se creía Dios), un mentiroso (que fingía ser Dios) o bien Dios. Existe también la posibilidad, no admitida por Lewis, de que Jesús nunca haya existido o que no haya dicho ni hecho casi nada de lo que se le atribuye, es decir, que sea una figura mitológica. Esta última me parece a mí la más probable, dados el tiempo y la forma en que sabemos que se escribieron los libros del Nuevo Testamento.

13 comentarios:

  1. Lo más probable es que Jesús fue una persona de verdad, solo que no dijo ni la mitad de las cosas que la Biblia dice que dijo.

    Me mareé.

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  2. no digan esas cosas, si no dios los va castigar!!!! jaajjajajajjajajaj!!!

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  3. Si contamos que la Biblia dice que dijo cosas que ya están en la Biblia en otras partes, su única originalidad es el infierno... casi.

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  4. Aunque no tiene que ver con el tema me permito pedirles que lean el artículo que les enlazo a continuación y si lo desean se unan al grupo de apoyo en facebook, sobre la bochornosa condena al profesor Cuartero, conocido por su apoyo a la campaña del bus ateo, y que ahora ha sido condenado por referirse a unos espiritistas como vulgares estafadores:

    http://blogs.elcorreo.com/magonia/2010/11/3/condenado-catedratico-universidad-204-euros-multa-por

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  5. Gracias, alien, había oído hablar del caso pero no tuve tiempo de informarme. Por si acaso, recuerdo a todos que hay un "buzón de sugerencias" disponible para temas que serían interesantes tratar o para anuncios como éste. Se puede acceder desde el link que está abajo del logo inicial del blog.

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  6. Es muy bonito creer las versiones míticas de Jesús, de que era un maestro espiritual o gurú, por que si salís con el cuento de que no existió o era un mentiroso entonces empieza a quedar uno como el aguafiestas del paseo. Tanto le duele a la gente deshacerse de sus fantasías que rapidamente tildan a quien no cree como un aburrido.

    Y ahora en época de navidad es peor, la sociedad de consumo les presenta su versión secular-religiosa de felicidad y los creyentes la tragan entera. Tan bonitas que son las ilusiones ¿Verdad? Lo malo de esto es que se paga muy caro: asumiendo la estupidez como estilo de vida.

    Este sincretismo y el asumir a priori los mitos, como si de verdades evidentes e irrefutables se tratase, se convierte en el discurso dominante que tilda de intolerante a quien piensa diferente. "Vos, si que sos intolerante" afirman los creyentes, negando la trágica verdad de que ellos caen en una forma de intolerancia aún mayor que distorsiona la realidad con prejuicios infundados.

    La idea de que un ateo puede ser una persona con valores les parece en sí descabellada y recurren rápidamente a los mitos y a las historias infantiles religiosas para justificar el actuar moral. "Es que Jesús nos enseño que el amor al prójimo es lo que hay que seguir" sentencian sin haber indagado si Jesús dijo de verdad lo que le atribuyen.

    Lo más molesto de este pensamiento acrítico es que los creyentes mediocres que ni son radicales ni fanaticos, tildan de aburrido cualquier intento de buscar la verdad y saber si Jesús existió o no, o si dijo lo que le atribuyen o si el mismo se interpretaba de manera diferente a como los creyentes interpretan hoy lo que se escribió de él. Al menos los fanaticos se esfuerzan en argumentar su fe, pero esta masa acrítica de creyentes mediocres que cree todo tipo de sincretismo y con tan poco entusiasmo solo para no resultar antipáticos resulta mucho más peligrosa y dañina que los mismos fundamentalistas, en tanto que son quienes reproducen el mito en forma de objeto de consumo y lo transforman en una actitud totalizante muy sútil.

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  7. en una ocasión pregunté expresamente a unos católicos vagamente practicantes a quienes apenas conocía qué pensarían de un carpintero que empezara a caminar por Palestina diciendo que hay que dejar de lado todo aquello en lo que ellos creen, su fe y el resto de sus convicciones, para seguirlos a él y a un padre invisible, inasible y con una existencia incomprobable por todos nosotros, con la finalidad de alcanzar la salvación.

    Las respuestas vinieron cargadas de agresión personal hacia mí y de rabia, pero también de argumentos sumamente curiosos. Fui acusado, entre otras cosas, de ser un fascista por discriminar a los obreros o equiparar a Jesucristo con un simple mortal (aclaro que jamás había mencionado a Jesús en mi idea precedente, lo relacionaron ellos), destacando que Jesús sí es nuestro dios, único y verdadero, y que tal cosa se ha probado en reiteradas ocasiones en los últimos dos milenios. Esas personas, si no me equivoco, no volvieron a dirigirme la palabra con objetividad o a tomarme muy en serio, afortunadamente no eran gente muy inteligente y/o importante que fuera a ser de ayuda en algún momento de mi futuro. Creo que cuando se despidieron de mí pues se retiraban deslizaron un saludo jocoso como ser "no olvides que dios te ama" y rieron.

    En otra ocasión, a otras personas de características similares, les planteé si era más sensato pensar que el Sol era nuestro dios como lo creían los Inkas, ya que sin su presencia no habría vida en el planeta, o si debíamos creerle a un carpintero humilde nacido en una zona periférica en el seno de un gran imperio de la antigüedad clásica. Lo que no dejó de sorprenderme fue la similitud de las respuestas que fueron proferidas por mis interlocutores.

    Saludos.

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  8. Tegin: la verdad es que en ambas ocasiones sí te estabas refiriendo a Jesús, aunque no lo nombraras. :) Las respuestas que te dieron son bastante interesantes, especialmente las de los "católicos vagamente practicantes". En mi experiencia, gente que apenas si le importa la religión se transforma a veces en creyente fanática en cuanto uno les "mueve la estantería" con algún cuestionamiento.

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  9. Ivan: no es de sorprender que Jesús se haya transformado en un mito, con todas las características típicas de los mitos heroicos nuevos o antiguos, entre ellas, la idealización del héroe y la negación o justificación de todas sus conductas controvertidas. Lo de Jesús es un caso extremo porque hace tanto tiempo que vivió que para todos los propósitos prácticos lo que se dice de él debe ser casi todo fábula y nada de realidad, un personaje totalmente nuevo.

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  10. Lo malo del asunto es que aun considerándolo un mero lider espiritual sin más trascendencia y creyéndonos que dijo todo lo que aparece en los evangelios, tampoco sale muy bien parado, porque sus mensajes y sus actos son pueriles, confusos, absurdos o incluso malvados.

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  11. Muy relacionado al tema hay un interesante libro que estudia la supuesta existencia o no del Cristo bíblico.
    El libro en cuestión es "El mito de Cristo" de Gonzalo Puente Ojea y si pueden léanlo (es un poco pesado).
    Saludos!
    Lisandro

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  12. Las lagrimas de Chuck Norris curan el cancer, pero Chuck no llora, lástima que no lo vayamos a ver pero esto dentro de cien años seguro es un dogma de alguna religión. :)

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  13. Si el tal nazareno fue Dios y existió, no veo la razón de dejarse matar "para limpiar nuestros pecados". ¿No pudo haber hecho una confesión masiva? O tenía que esperar a que el pecador homo sapiens inventara los satélites, microndas, internet..uh?

    Yo me quedo con la teoría de marvin harris quien dice que "Cristo" es un mito hecho en base a un antiguo líder zelote. O la personificación de muchos de ellos (En esas épocas de ocupación romana habían muchos "mesías" en Palestina). Al ser derrotados , el mito incluye agregados de filosofía metafísica griega, y habla ya no de un Reino en la Tierra, si no en el Cielo - a la vez justificando la ejecución de "Cristo".

    Tegin: Dices que "afortunadamente no eran muy inteligentes". Pues el solo hecho de no saber responder con altura y digamos un mínimo de consecuencia las preguntas hechas, demostraban que además ni siquiera estaban seguros de lo que creían.

    Cuaando muchas veces digo con amabilidad "no soy creyente", también me dicen , a lo lejos "que Dios te bendigaaa"- respondo algo como "que me lo diga en persona, si acaso existe" XD XD

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