martes, 7 de diciembre de 2010

La Inquisición y el relativismo (A217)

La verdad no me gusta comenzar una nota apuntando a algo que apareció en Facebook, porque dado suficiente tiempo eventualmente todo, no importa cuán bizarro o desagradable, aparecerá en Facebook. Pero esto que voy a mostrarles me da pie para algo más.


El recorte es de la página de “Yo no tengo problema ni me hago complejos por la Santa Inquisición” (si hacen click en la imagen pueden verlo en tamaño normal). Lo tomé por si acaso algo era borrado. Quiero llamarles la atención sobre el primer comentario:


Roberto Diaz Saez “Por favor, borren los comentarios de los progres de abajo. Nosotros somos tradicionalistas católicos, no estamos para responder uno por uno, los argumentos de los progres.”
Este tal Díaz Sáez (que por lo visto no sabe poner los acentos en su propio apellido) parece ser uno de los que lleva la voz cantante. Cito esto para que quede claro quiénes y qué son los que crearon este grupo.

Lo más jugoso está en la descripción de la página:
“Cansados de la sistemática campaña anti católica, reivindicamos el pasado de nuestra Santa Madre Iglesia. Y no nos acomplejamos con su historia. En su momento cada paso que se dio respondió a la realidad y coyuntura histórica que se vivía.” 
La campaña anticatólica a la que alude (¿conducida por quién? ¿sistemática en qué sentido?) es la simple narración de las atrocidades cometidas por la Iglesia Católica a lo largo de su larga historia, con las esperables —pero fácilmente distinguibles— exageraciones y distorsiones por parte de pseudohistoriadores sensacionalistas y escritores de bestsellers. Hay una especie de reflejo pavloviano entre ciertos católicos, que cuando se les menciona la Inquisición ladran automáticamente “¡leyenda negra!”. El lamebotas vaticano Vittorio Messori ha escrito un libro entero sobre esto. Pero aparentemente la susodicha campaña no será simple invención de leyendas, porque de lo contrario, ¿qué habría para reivindicar, qué cosa que los demás consideramos tan terrible pero los católicos tradicionalistas afirman sin problema ni complejos?

Y aquí está el centro de la cuestión: “En su momento cada paso que se dio respondió a la realidad y coyuntura histórica que se vivía.” Parece que la valentía falló, y gravemente, porque ésta es un defensa que niega la inmutabilidad de la ley moral: es lo que yo llamaría el “gambito relativista diacrónico”. Esquiva, escudándose en el contexto histórico, el hecho indudable e indiscutible de que quemar viva a una persona por no creer en los mismos artículos de fe que uno es una acción profundamente inmoral, degenerada. Y por eso es que parto de un insignificante grupo de fanáticos religiosos de Facebook: porque esta defensa es típica de los más altos niveles del academicismo vaticano:
“Hemos descubierto que [la tortura] se aplicaba a menos del 10 por ciento de los procesados y siempre en condiciones mucho más benignas que en los juicios civiles del momento. La tortura nos choca hoy mucho […] pero durante mucho tiempo formaba parte de la normalidad procesal.” 
¡Valiente excusa! Son palabras de Agostino Borromeo, historiador y editor de un libro que recoge las actas de un Simposio realizado en 1998 en el Vaticano precisamente para debatir críticamente (es decir, buscar excusas para) la Santa Inquisición.

“Hemos descubierto”, dice Borromeo, pero se nos perdonará a los escépticos que dudemos si a los descendientes ideológicos de un grupo de psicópatas y criminales despiadados se les encomienda la tarea de narrar objetivamente lo que hicieron sus padres en la fe. Los archivos del Santo Oficio estuvieron cerrados hasta 1998, y las pérdidas accidentales y de las otras han sido considerables.

Sea como fuere, que una organización “sólo” torture al 10% de sus víctimas y “sólo” queme vivas a un 2% de ellas no puede servir para reivindicarla. Y mucho menos la idea que “eso era lo normal” o que la violencia se debió “a la coyuntura histórica”. La moral cristiana es intemporal. La Iglesia machaca todos los días contra el relativismo moral y la pérdida de los valores, de la “ley natural” supuestamente inscripta en el corazón del hombre por su Creador. No se puede argumentar eso y después excusar a la Inquisición porque bueno, estos obispos medievales eran unos brutos iguales que los reyes y que el resto de la chusma de la época.

La Inquisición, con sus torturas y amenazas de tortura (a Galileo nunca lo torturaron, pero le mostraron los instrumentos con que lo harían), con sus juicios farsescos donde acusador y juez eran lo mismo, con su conveniente deferencia hacia las leyes seculares contra los herejes que la misma Iglesia había obligado a promulgar… todo eso fue ideado, planeado, justificado y ejecutado con atrocidad sistemática durante siglos. Se lo llamó Santo Oficio y los hombres que la hacían funcionar no pensaban que lo que hacía fuera inmoral, porque papas y teólogos, con fina y feroz retórica, les habían explicado una y otra vez con toda claridad que aterrorizar, torturar y ahorcar o quemar o desollar viva a la gente era correcto y deseable a los ojos de Dios.

Que no se diga jamás que la Inquisición fue un fruto de su tiempo o una mancha inevitable, ni tampoco una anomalía o un descontrol. Los fanáticos tradicionalistas están en lo cierto en una cosa: sentir complejos por el pasado es una hipocresía. Que ellos lo defiendan; a nosotros nos basta exponerlo tal como fue, sin comentarios.

10 comentarios:

  1. Ah, pero yo crei que la Biblia donde dice "no matarás" tenía un asterisco con una nota al pié donde aclaraba "Salvo en caso de herejía, brujeria, apostasia, paganismo, homosexualidad, infidelidad, etc etc etc"

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  2. La Inquisición, aun si sólo hubiera sido reflejo de la brutalidad imperante, sería condenable, ya que la Iglesia se había nombrado a sí misma garante única de los valores morales de la sociedad, por lo que su responsabilidad era más grande.
    Pero es que además la propia afirmación de partida es mentira; hay miles de testimonios que demuestran que, ya en su tiempo, se la veía como una institución brutal, injusta y perversa. Lo que pasa es que la débil sociedad civil estaba demasiado aterrorizada para poder enfrentarse al poder de la Iglesia.

    Les recomiendo el libro "El Hereje" de Miguel Delibes.

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  3. Estos fundamentalistas son más papistas que el papa. Según ellos es legítima la tortura y la pena de muerte por oponerse a la doctrina vaticana, siempre que el contexto lo tolere. Así que, en su propio contexto, sería legítimo que fuesen torturados, dado que niegan la doctrina del papa, que ya ha pedido perdon por los actos de la Inquisición. ¡Les animo a que lo hagan!

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  4. "En su momento cada paso que se dio respondió a la realidad y coyuntura histórica que se vivía."
    Bien podrían estar hablando de la acción de los militares durante la dictadura argentina.

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  5. Hola, bueno no tengo muy claro como he llegado a este blog, pero aqui estoy. Soy cristiana católica creyente y convencida. Y naturalmente no me enorgullezco precisamente de la historia de la religión. Pero también me gustaría destacar que La"Santa" Inquisición, no era mas que un grupo de macabros, morbosos, desquiciados y directamente unos cabrones, que actuaban en nombre de la Iglesia. Pero, ¿Por qué en nombre de la Iglesia? Porque en esa época, de epidemias, hambre y guerras, todo aquel que no tuviese dinero, quisiese una buena posición económico-social u ostentase obtener cualquier otro fin, se metía a la vida religiosa. Hijos de nobles que por tradición no iban al ejército porque ya iban los hermanos mayores, militares retirados que decían sentir "la llamada" La mayoría de los católicos, a juicio del grupo cristiano al que pertenezco, no identificamos la Inquisición con el cristianismo. Posiblemente cualquier monje y monja de cualquier convento en el pueblo más pequeño y aislado del mundo tuviese más fe. Comprendo y entiendo vuestra posición, muchas veces yo me cuestiono desde un punto de vista objetivo y pienso que me estoy volviendo loca por creer. Y luego cuando veo lo que me rodea cambio de opinión. No me voy a enrollar mucho más porque comprendo que es un poco pesado de leer. Sin embargo ruego tengan en cuenta la cantidad de vidas que se han salvado también. Y que no se tenga tan en cuenta (¡OJO! no quiero que se ignore) los detalles macabros de la historia puesto que son tantos que ningun libro de menos de un millón de páginas pueda recogerlos. Yo misma tengo 17 años y ya he estado en campos de trabajo católicos, ayudando, regalando vida y a cambio de nada. Un saludo a todos y espero que comprendan nuestro punto de vista, actuaban en nombre de Dios, pero sin contar con él. ¡Un saludo desde España y Feliz Navidad!

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  8. Liberia: no quiero ser condescendiente contigo a causa de tu edad. Pero a los 17 años recién estás empezando a experimentar y pensar, con una mente más o menos adulta, lo que significa pertenecer a una religión y creer en ella. El catolicismo no es estas atrocidades ni tampoco es esas buenas obras de las que hablas. Esas cosas (buenas y malas) las podría haber hecho cualquier institución, con diferentes justificaciones. Pero las hizo la Iglesia, con justificaciones propias de la Iglesia, razones teológicas, basadas en la doctrina. Doctrina que no ha cambiado, porque no puede cambiar, ¿cómo va a cambiar algo decretado por Dios?

    El problema de actuar "en nombre de Dios" es que no hay manera de saber qué es lo que Dios quiere. La fe por definición es creer en lo que no puede comprobarse. Con frecuencia se nos acusa a los ateos de no tener una brújula moral fija, pero ¿qué hay menos fijo y estable que guiarse por la fe? ¡Si cada cual cree lo que le sale!

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  9. Un saludo desde Colombia, me gusta mucho su blog y por eso leo estas entradas viejas. Acabo de leer el grupo de facebook que mencionan y me parece que es otra parodia como el blog "No hay pederastia en la iglesia catolica", que es una estrategia humoristica para poner en relieve lo ridicula que puede ser una doctrina como la catolica cuando es llevada al extremo.
    Aun asi denuncie ese grupo de facebook ya que, de ser una broma (y espero que lo sea) es de bastante mal gusto.
    Hasta pronto y muchas gracias por invitarnos a salir un poco de la ignorancia

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  10. Desde el mismo momento en que el inquisidor ponía el pie en un pueblo, ya se iniciaba una tortura psicológica sobre todos los habitantes.
    Alegremente culpan de la crueldad de la iglesia a un estado de la sociedad en que la crueldad y la injusticia estaban generalizadas, olvidando que a ese estado se había llegado como consecuencia del férreo control asumido por la religión organizada sobre todos los aspectos de la sociedad: gobiernos, manifestaciones culturales, justicia, etc. todo estaba sometido a la magistratura de la iglesia. La sociedad brutal e injusta era el reflejo de la iglesia imperante, y no al revés.

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