miércoles, 29 de octubre de 2008

Alerta 53: El bus ateo por las calles de Londres

Es probable que Dios no exista. Ahora deja de preocuparte y disfruta la vida.
Los que estamos en el asunto ya lo sabíamos, pero ahora hasta Rosario3 publica la noticia: ¿Dios existe? Publicidad atea interpela a los pasajeros de bus en Londres. Llamativamente, la publican en la sección "¿EN SERIO?", cuyo título es sarcásticamente retórico, como si poner un anuncio motivacional sobre Dios en un ómnibus fuera algo ridículo.

El caso sin duda les parece desconcertante a los editores porque el anuncio planeado para circular por las calles de Londres en su flota de buses urbanos pone las cosas en negro sobre blanco en un terreno donde casi nadie se permite hacer tal cosa, por temor a ser calificado de cerrado, intolerante, insensible o simplemente bruto. Se trata de una idea que comenzó con una persona y se convirtió en una causa para una asociación humanista. La campaña recaudó más de 80.000 libras (¡como 100.000 euros!) en donaciones, mucho más de las 5.500 que se habían propuesto, y ahora están pensando qué hacer con la plata que sobra; probablemente pague anuncios en otros lugares de Gran Bretaña.

¿Se podría hacer algo así en Argentina? ¿Pondrían objeciones las empresas de colectivos? ¿Se presentarían recursos de amparo, acusaciones de discriminación? Imaginamos lo que dirían los obispos católicos, que se caracterizan por su total falta de humor y poca tolerancia al disenso, pero ¿qué diría la gente común?

Adivino que ver pasar un colectivo con una leyenda como la de arriba provocaría conversaciones, pero dudo que fueran muy interesantes o profundas. En Argentina es común no practicar religión alguna, cumplir con ritos formales unas pocas veces en la vida (bautismo, casamiento, funeral) y vivir como si Dios no existiera o como si "Dios" fuera sinónimo de buena suerte o algo incluso más fantasmal, pero fuera de ciertos círculos el ateísmo es algo exótico, como ser vegetariano o budista. El argentino promedio urbano de clase media es católico nominal o judío no practicante y no piensa mucho en Dios ni le dedica tiempo, pero está bastante seguro de que existe. No le importa que otros piensen distinto en este apartado, pero le choca si se lo dicen en la cara, y estoy seguro de que le chocaría un poco y lo desconcertaría terriblemente constatar que existen personas que pagarían por expresar públicamente la idea de que quizá Dios no sea una presencia obvia. Y ni hablar si tratan de convencerlo.

Me aventuro a asegurar que el 99% de los argentinos creyentes jamás ha pensado en Dios en profundidad, ni tampoco en el porqué de sus creencias. Casi todos mis amigos se dicen católicos, pero dicen que "no creen en la Iglesia", como si fuera posible una cosa sin la otra, y evidentemente no han parado a razonar jamás que la existencia de la Iglesia es la causa última de que ellos crean en Dios. Si las iglesias de todo tipo (por medio de sacerdotes, pastores, rabinos, catequistas, maestros de religión) no hubieran adoctrinado desde pequeños a la mayoría de nuestros antepasados, formando así una cultura embebida de supernaturalismo que acepta crédulamente la existencia de entidades invisibles, ninguno de nosotros creería en Dios, ni en la Virgen María, ni nada similar. Posiblemente habría otros ídolos, otras creencias, otras supersticiones, pero no Dios tal como lo conocemos, el Dios judeocristiano que nos ama y nos amenaza con el infierno, que nos observa todo el tiempo pero necesita que le recemos para enterarse de nuestros problemas.

Sería bueno desparramar esta inquietud y este desconcierto por las calles de una gran ciudad argentina, ver las caras de sorpresa, las sonrisas torcidas o cómplices, los gestos de rechazo, y sobre todo las miradas meditabundas de esa minoría que se toma tiempo para pensar en estas cosas, por sobre el ruido blanco de Maradona DT de la Selección Nacional o de los gritos de Tinelli o de las patéticas irrealidades de la inflación del INDEC o los bonos en Wall Street. Éste es un experimento que deberíamos hacer, pero para el que quizá no estemos preparados.

10 comentarios:

  1. Yo creo que en Argentina, y en muchos paises en latinoamerica, la gente es catolica cultural. Les viene con las tradiciones de la familia, de la sociedad argentina. No se como explicarlo bien, pero hay muchas pautas culturales que derivan de siglos de seguir las reglas que baja la Iglesia...
    En mi casa somos 4 hermanos y los dos primeros somos bautizados y tomamos la comunion solo porque era la tradicion familiar y en esa epoca mi abuelo, siciliano (uno de los fundadores d ela democracia cristiana en ARG.. si, me voy a ir a esconder ahora) medio como que bajaba esa pauta. Se murio el nono, los otros dos no pasaron ni de casualidad cerca de una catequista.

    Seria bueno tener el dinero apra hacerlo, como experimento sociologico. Con los neuroticos que somos los argentinos igual, matar asi al padre primordial....seria un caos.

    La de yo creo en Dios pero no en la Iglesia me parece la excusa mas estupida que he escuchado en mi vida. Y lo peor de todo es que TODOS la repiten... o me la dicen a mi porque saben que soy atea...como si se estuvieran diferenciando del creyente comun... son menos condenables porque ellos creen nomas en Dios, no en toda la institucion que mantiene, sostiene y perpetua a Dios...por eso los males cometidos en nombre de Dios... no son culpa de dios, es que la gente no entiende.

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  2. Qué bien que expresaste la religiosidad común de los argentinos...

    Cuando voy en el colectivo y los veo haciendo la cruz al pasar por una iglesia me dan ganas de tirarme al piso y gritar "Oh, ¡Gracias señor por concederme este enorme regalo que es pasar frente a una de las construcciones hechas en tu nombre!"

    PD: ¡Quiero colectivo ateo para Buenos Aires! Aporto $50... ¿Alcanzan?

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  3. Marian - No creo que lleguemos a "matar al padre", porque los argentinos somos muy familieros (si no es Dios es la Virgen y si no es Perón). Lo de "no creo en la Iglesia" me hace hervir la sangre; si no creés en la Iglesia ¿por qué te creés todas las boludeces que te metió la Iglesia en la cabeza!? No hay caso, nadie cae en la cuenta. (La próxima vez que pueda hablar con mis amigos católicos-sólo-de-nombre les voy a tirar esa pelota a ver cómo la atajan.)

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  4. Julián - Yo me conformaría hasta con un pasacalle. O un stencil o pegatina. Pero en un colectivo se vería más serio, como con más producción. Ahora, yo aportaría, pero ¿sabés lo que dirían casi todos? "Como si no hubiera cosas más importantes." "Qué boludez, qué se creen estos." "Qué ganas de crear conflicto, ¿qué se creen hablando mal de Dios?" Traducción: "Yo soy re-pensante y maduro y democrático y no creo en la Iglesia, pero necesito a mi diosito para sentirme tranquilo."

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  5. Dígamos todos a la vez: "Yo creo en Dios pero no en los curas"

    Y después nos quedamos con cara de "ahí tenés, para que veas que no como vidrio"

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  6. Amigos, lamentablemente el ateismo no es para todos. Ojala lo fuera, pero no todos tienen la madurez mental o por lo menos la inquietud de investigar un poco mas alla de sus narices. Asi que uno se convierte en elitista sin querer serlo, algo asi como el Zaratustra nitzscheano que cuando baja de la montaña para comunicarle su saber al pueblo este lo burla y desprecia.

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  7. Y que tienen que ver Dios con las instituciones que se alzan en su nombre?, y es que para desacreditar a esas instituciones tenemos que optar por derribar la fuente de inspiración desde donde se originan las doctrinas?, no les resulta una campaña ambigua hecha desde la trastienda, donde todo es relativo y por ese solo hecho, carente de toda osadía?.
    Y si Dios ”quizás” no existe, “quizás” Satanás tampoco, y tengamos que sumar otra línea de buses. Pero a no preocuparse, “quizás” las tablas de la ley nunca existieron, pero tenemos las nuestras, las leyes humanas, todas muy relativas eso si, dependiendo de a quien se las aplican, administradas por honorables jueces de justicia, que no siempre son tan honorables ni tan justos, pero bueno, ya habrá tiempo de preocuparse de cosas mas mundanas y menos importantes, que cuando se nos acaben los recorridos de buses podemos seguir con las del metro, saludos

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  8. Alejandro, vos suponés que Dios existe y partís de ahí, diferenciando "Dios" (que es perfecto) de "las religiones" (que son instituciones humanas). Pero tu suposición inicial no tiene base alguna. Dios no se ha dado a conocer de ninguna manera obvia. Dicen que es invisible e indetectable, que hay que tener fe para verlo. Por lo tanto, es probable que no exista, y si así es, todo lo que las religiones le obligan al hombre a padecer en nombre de Dios es una gran mentira.

    No sé qué tienen que ver las leyes humanas con esto. Nadie ha dicho que las leyes humanas o los jueces que las aplican sean perfectos, como sí dicen las grandes religiones que son sus dictados dogmáticos. Saberse falible y aceptarlo es la gran diferencia entre los legisladores humanos y los que quieren imponer leyes "divinas".

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  9. No cuestiono el ateismo como forma de vida Pablo, solo digo que esta campaña me resulta ambigua y falto de compromiso, carente de base, que no pasa de ser un anuncio novedoso para el transeúnte común. Dudo de verdad que alguien deje de preocuparse por el solo hecho de que le digan que “quizás” Dios no exista,...muy pocos, y en eso incluyo a los que se dicen ser creyentes y a los que se dicen ser ateos, entienden cabalmente lo que significa una u otra posición. Saludos

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  10. Te entendí mal entonces... Y sí, la campaña no es de lo mejor. Pero la persona que la inició lo hizo en respuesta a unos avisos publicitarios que decían que el que no creyese en Dios iba a irse al infierno (palabra más o menos). El texto es lo que le salió a una persona que no tenía idea de que fuera a convertirse en algo tan grande. Y aunque no va a convencer a nadie de lo que dice literalmente el cartel, tuvo el efecto de poner al "ateísmo práctico" a la vista del público, que es más importante. A fin de cuentas, a la mayoría de los ateos no nos importa si los demás son ateos o no, sino el derecho a serlo nosotros también.

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