domingo, 17 de julio de 2011

Irlanda se planta frente al Vaticano


Ex-obispo John Magee
Noticias de Irlanda no suelen verse por este blog, pero hago una excepción porque me parece especialmente indignante lo que leo, y sólo se lo puede leer en inglés. No lo que ya sabemos casi todos: que en Irlanda hubo abusos y violaciones de niños por parte de sacerdotes católicos durante décadas, sin que la Iglesia hiciera nada por detenerlos. Tampoco el caso específico del encubrimiento de estos casos por parte del obispo John Magee, secretario privado de tres papas, que se vio obligado a abandonar su puesto en 2009. Y hasta la prensa católica se ha visto obligada a reconocer que el manejo de los casos de abuso en Irlanda fue pésimo.

Lo que no dice ningún medio de la Iglesia es que Magee actuaba dentro de la ley canónica y cumpliendo indicaciones emitidas directamente por el Vaticano. En efecto, la ley canónica dice que antes de reportar acusaciones de abuso por parte del clero a las autoridades civiles debe realizarse una investigación canónica interna. Repetidamente se ha visto que, cuando en esta investigación se encuentran delitos, se traslada al sacerdote a otra diócesis y se silencia a las víctimas con amenazas de excomunión u otros medios de presión, si es que ellas mismas no permanecen calladas por miedo o desconocimiento de sus derechos.

La gota que colma el vaso, en el caso irlandés, cayó cuando la investigación judicial determinó que la Congregación para el Clero había ordenado a los obispos irlandeses, en 1997, cumplir con la ley canónica y no intentar implementar un nuevo conjunto de reglas para lidiar con las acusaciones de abuso. Los obispos habían acordado un documento en el que se ordenaba a todos los clérigos reportar a la justicia civil las acusaciones. Desde el Vaticano se les avisó que esas reglas no serían convalidadas.

Lo que ocurrió hace unos pocos días en Irlanda es inédito y debería ocurrir en todos los países que tienen la desgracia de contar con cabezas de puente vaticanas en sus territorios: el Ministro de Relaciones Exteriores convocó al embajador de la Santa Sede para exigir explicaciones, entendiendo que la orden de no reportar los abusos equivale a una violación de la soberanía nacional. En efecto, se trató de un estado extranjero ordenando a ciudadanos irlandeses violar la ley de Irlanda.

(Una nota al margen. Cuando pasen por delante de una catedral u otra sede episcopal, observen las banderas que flamean frente a ella. La bandera blanca y amarilla del Vaticano siempre está allí, a la misma altura que la bandera del país. Es toda una señal de cómo las lealtades del clero católico, en cualquier punto del planeta, son como mínimo lealtades divididas.)

Esto quisiera escuchar yo alguna vez de boca de mis representantes, cara a cara con un embajador del pseudoestado vaticano:
“Hay una sola ley en este país y todos van a tener que aprender a cumplirla. El Vaticano va a tener que cumplir con la ley de este país. No vamos a dejar pasar esto. Queremos una respuesta del Vaticano a este reporte.”
Eso dijo Eamon Gilmore, Ministro de Relaciones Exteriores de Irlanda, a Giuseppe Leanza, el nuncio papal. No sabemos si Leanza se asustó o se ofendió, pero espero que algún efecto desagradable le haya provocado el súbito abandono de la deferencia con que desde hace añares, y sin justificación alguna, se viene tratando a los representantes de la teocracia más antigua del planeta.

(Y lo mejor de todo: el papa está pensando dos veces si visita Irlanda, como tenía planeado hacer el año que viene. Bastantes protestas ya se ha encontrado en todos los otros países donde fue.)

6 comentarios:

  1. Interesante artículo. Una buena fogata hacía yo en cada obispado, esos hijos de perra vestidos de remolacha, abusan violan y se saltan la ley a su antojo, jodidos fanáticos follaniños.

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  2. Hasta que por fin se empantalonan, caray!!! Aunque sea de la boca hacía fuera

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  3. Felicitaciones a los Irlandeses, como le envidio por la postura que tienen.

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  4. a) la Iglesia ha reconocido ya los pecados que sus sacerdotes han cometido y han pedido perdón

    b) esos "rumores" de que se callan los pecados que incumben a la sociedad civil, en efecto, está mal y debería hacerse cumplir la ley pero no por ello se debe culpar a toda la Iglesia, ya que, imagináos: si un miembro de nuestra familia es un violador ¿acaso lo son el resto de los miembros de esa unidad familiar?Y no os gustaría que se oyera "Ahh es la familia de violadores, vamos a hacer una fogata en su casa, vamos a echarlos del país" ¿Cómo os sentiríais?

    Se debe apoyar, efectivamente, que estas personas sean juzgadas, pero basta de decir que así son todos los demás. Es lógico que se sienta más rabia por estos casos de violadores que por los de personas que no llevan ningún cargo en la Iglesia, pues su razón de vida es cumplir la ley de Dios en la que, desde luego, queda excluidisima la violación.

    Aún así, como los obispos, sacerdotes, etc, también son humanos, también tienen sus errores. Pero, por un sacerdote violador..¿cuántas personas no religiosas cometen violaciones? Por razones obvias, muchísimas más. Así que, acusad a quienes sepáis cometedores del crimen, pero dejad a los demás en paz.

    La Iglesia está para los que creemos en ella, y también hace muchisimas buenas obras, o si no, hablad con los que están en paro y en situaciones precarias, y preguntad a dónde van a pedir comida, que seguro que les hablan de comedores de MONJAS. Y eso, es sólo un ejemplo...

    c) la bandera es ya lo más ridículo. LA Iglesia sabe perfectamente y hasta lo anuncian a sus fieles que Iglesia y Estado están separados. El ondear una bandera en un lugar donde el Estado NI PINCHA NI CORTA significa, precisamente ESO MISMO, por ello ondea la bandera del vaticano al mismo nivel. No significa que sean "lealtades divididas" si no que religión y estado no se juntan. Que los religiosos y laicos deban cumplir la ley del Estado eso es otra cosa... porque todos los pertenecientes a una nación debemos cumplir sus leyes sin excepción (y, ni en la ley de Dios ni en los mandamientos de la Iglesia existe aún alguno que diga que desobedezcamos al Estado... y si no lean el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia)

    Así que de simbolismos raros nada, por favor.

    Gracias por dar a luz todas estas noticias, que debemos denunciar y de las que, como católico, me siento profundamente avergonzado (ojo, denunciar al criminal, no a la IGLESIA) Pero por favor, respeten a su familia, que no tiene la culpa de que se le haya descarriado la oveja (Y si otro miembro la encubre, es un cómplice, pero no lo son TODOS los miembros)

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  5. Félix: contestaré en el mismo orden.

    a) Pedir perdón está muy bien pero no sirve. El perdón y la absolución son conceptos metafísicos cristianos que no hacen a la ley civil (de la cual estoy hablando). Si las víctimas de los abusadores los perdonan, bien por ellos, pero eso no cambia lo legal en absoluto. Ni hablar de que el pedido de perdón se produjo luego de que todo saliera a la luz y no antes de que fuera negado con vehemencia por la Iglesia.

    b) En ningún momento he dicho que todos los sacerdotes sean violadores o que toda la Iglesia los protege. Buena parte de la jerarquía eclesiástica, en complicidad con los gobiernos civiles y con unos cuantos laicos, protegió a los sacerdotes abusadores. Eso está probado fehacientemente. Supongamos que efectivamente un miembro de mi familia fuera un violador. Si todos lo protegiéramos, ¿no seríamos cómplices? Por supuesto que sí. Y eso aunque fuéramos la familia más generosa del planeta y viviéramos en la pobreza para dar caridad a nuestros vecinos.

    c) Lo que la Iglesia dice y lo que hace son distintos. Por lo pronto no hay separación, sino una obscena mezcla de jurisdicciones, si el Vaticano designa a los obispos y el estado donde residen les paga altísimos sueldos (como ocurre en Argentina). Más aún, la Iglesia promueve activamente, a través de sus obispos, políticas opuestas a las del estado argentino. No se trata de mera prédica, sino de política. Lo de la bandera es incidental, pero ya que lo mencionaste, sí, según entiendo se considera que en territorio nacional ninguna bandera extranjera puede izarse a la misma altura (o más alta) que la bandera nacional. Es una cuestión de protocolo que para mí es una tontería, pero el simbolismo existe y no me lo he inventado yo.

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  6. Pablo, me refería a pedir perdón y a aplicar la ley y no esconder la verdad; también a los cómplices. Todo lo que está mal hay que retirarlo, pero molesta que nos culpen a todos los demás y que crean que nuestra fe está corrupta. Sólo pido más respeto.

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