Papá y mamá
Sobre las madres solteras (p. 7) la revista dice: “Nadie puede ser madre y padre a la vez”. Se requiere una figura masculina, que puede ser un abuelo o un tío. (Sorprendentemente, o no, me enteré hace poco que el psicoanálisis —una religión bastante más moderna que el cristianismo— opina esencialmente lo mismo.)Sobre la autonomía de los hijos (p. 9): “Es bueno que se hagan cargo de sí mismos y sean independientes (…). Sólo la persona autónoma es capaz de entregarse”. Un tema recurrente en la revista es la autonegación y la entrega. Quien no se niega a sí mismo y se entrega al otro es un egoísta.
Sobre la importancia de tener padre y madre (p. 10): “con mamá se produce un vínculo más cercano, cálido y seguro” (mamá es[tá] en el hogar y es la protección del niño); “papá contribuye a la socialización. Le abre la puerta al mundo y lo ayuda a enfrentarlo” (papá es el que domina los asuntos de fuera de la casa, donde mamá no llega). Estas afirmación son ilustradas con la imagen de una madre con una niña pequeña y un padre con un hijo mayorcito. Papá y mamá son mostrados como esencialmente distintos. También en la p. 11: “Para ese desarrollo [de la identidad sexual] es necesario que estén presentes las figuras masculina y femenina.” Si no, se corre el peligro de confusión (homosexualidad).
Las palabras y las ilustraciones hablan de roles explícitos y distintos para hombres y mujeres. En un dibujo, una mujer y su hija se pintan juntas las uñas. A un lado dice: “Papá anima, impulsa y fortalece a los hijos. Mamá escucha, contiene y acompaña.” Aunque el lenguaje es descriptivo, en este contexto se transforma en una prescripción; se da por sobreentendido que lo afirmado por la revista es lo normal, mientras que otras posibilidades son cuanto menos extrañas y seguramente indebidas.
Juego de niñas, juego de niños
En la p. 13 se habla de los deportes y el uso del tiempo
libre. Se enfatiza que los varones y las mujeres quieren (es decir, deben querer)
diferentes cosas. Hay una anécdota a favor de la segregación por sexo de los
espacios de juego dentro de la escuela, a partir de una experiencia real que no funcionó (una escuela donde los cursos se hicieron mixtos). La anécdota es presentada como si fuese un dato generalizable
e incontestable y termina en tono jocoso pero sentencioso con la frase: “¡Eso es lo malo de no tomar en cuenta la
naturaleza!”.
Continuará…