lunes, 24 de septiembre de 2012
Privilegios de la Iglesia ¿a discusión?
En Argentina estamos en este momento en la fase preliminar del debate para la reforma del Código Civil, al cual se pretende modernizar radicalmente, incorporando nuevos derechos e instituciones y prácticas no reconocidas o no previstas a fines del siglo XIX, como el matrimonio entre personas del mismo sexo y el llamado “alquiler de vientres”. Se están realizando audiencias públicas en distintos puntos del país, en las que exponen legisladores y expertos de distintas disciplinas convocados para opinar, además de organizaciones civiles de todo tipo.
En las audiencias, participando como cualquier otro aunque claramente no vistos de esa manera por quienes los convocaron, han aparecido los jerarcas de la Iglesia Católica (y sus testaferros) para dar su parecer (es decir, para exponer humildemente la Verdad Absoluta que el Creador del Universo les ha pasado a ellos por línea directa). No expondré aquí los argumentos que presentan contra los derechos reproductivos, contra las mujeres y los homosexuales, porque ya todos los conocemos hasta el hartazgo, al igual que sus refutaciones (o deberíamos). Sólo mencionaré dos asuntos sobre los cuales los obispos no han tenido nada para decir hasta ahora.
Uno de estos asuntos es la moción, presentada por la Coalición Argentina por un Estado Laico (CAEL), de que se le quite el estatus de “persona de derecho público” a la Iglesia Católica Apostólica Romana de Argentina. Tal estatus pone a la ICAR al nivel de una institución del Estado, lo cual, entre otros privilegios, implica que sus bienes son inembargables. No hace falta aclarar que ninguna otra religión o secta tiene esa calidad; todas ellas son de derecho privado, como una empresa o una ONG. Hasta ahora no he leído a ningún jerarca eclesiástico hablar de este tema, probablemente porque ningún periodista se ha animado a preguntarle.
El actual fermento social de rediscusión de las leyes fundamentales me lleva a hablar del otro asunto, que no pasa estrictamente por el Código Civil, pero que tiene que ver con éste y con la eliminación de privilegios institucionales. Un decreto-ley firmado por la última dictadura militar es el único fundamento por el cual el Estado nacional paga a obispos en actividad y obispos eméritos altísimos sueldos. No se trata, como algunos apólogos de la Iglesia insisten, del cumplimiento del vergonzoso artículo 2º de la Constitución Nacional, que impone al Estado el deber de “sostener” el culto católico: el decreto es de 1977 y los obispos se las habían arreglado hasta entonces. Tampoco parece muy correcto decir que sostener un culto es pagarle a sus funcionarios. El Estado sostiene de hecho al culto católico otorgándole exenciones impositivas, pagándole una asignación por cada seminarista (fruto de otro decreto militar) y sobre todo subsidiando indirectamente la enseñanza de la doctrina y el dogma católicos en las escuelas confesionales. La reforma del Código Civil tendrá que arrastrar consigo, imagino, a muchas leyes accesorias y relacionadas. El Estado argentino viene revisando y retirando rémoras de la dictadura desde hace un tiempo; cualquier disposición legal dictada por un gobierno ilegal puede y debería ser anulada cuando es manifiestamente injusta. Sin embargo los únicos reclamos en este sentido vienen de ONGs con escaso apoyo político o repercusión mediática.
Ningún periodista de alto perfil le ha preguntado recientemente, que yo recuerde, a un obispo si le parece correcto ganar un sueldo considerable pagado por el Estado. Ningún legislador nacional ha planteado, en la discusión sobre el Código Civil, la anulación de este privilegio, que es en parte consecuencia del tratamiento especial que recibe la Iglesia. (Elisa Carrió lo hizo en 2008, sin encontrar eco.) El Estado argentino abona los sueldos de funcionarios nombrados por otro estado —de hecho, nombrados por el líder monárquico y vitalicio de un estado teocrático— gracias a una concepción de la Iglesia como estamento fundamental de la Nación. En la Iglesia no han faltado voces en contra de esta potencialmente peligrosa mezcla de intereses, pero hasta ahora nadie las ha escuchado. Se dice que el mismo cardenal Jorge Bergoglio pretendía reformar la economía de la Iglesia argentina para que ésta pudiese sostenerse sola, pero no me consta, y por razones obvias no muchos de sus obispos habrán estado de acuerdo. Los que se permiten decidir sobre la vida, la salud y la felicidad de tantos que nunca los eligieron como representantes, ¿no tendrán nada que decir sobre sus propios privilegios? ¿O ya se creyeron sus propias excusas?
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Publicado por
Pablo
a las
8:30
Etiquetas:
argentina,
iglesia católica,
laicidad,
ley,
reforma del código civil,
relación iglesia-estado
8 comentarios:
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Lo peor no es que la iglesia se haya convencido de que sus privilegios son derechos legítimos, sino que una parte de la sociedad, los políticos en general y el gobierno en articular le teman al enfrentamiento con la iglesia y prefiera "dejarlo así" en lo que se refiere a su status "especial".
ResponderEliminarLo que dice Iris me parece muy atinado. Meterse a la Iglesia en contra no parece muy astuto, más cuando muchos de los políticos son pro-Iglesia, sobre todo en el interior. Un argumento parecido surgía cuando se hablaba de no meter el tema del aborto dentro de la modificación actual, porque empiojaría el tema innecesariamente. Además de que políticamente se abriría otro frente de conflicto a los que actualmente se tienen. Pero puede ser una cuestión de tiempos, también.
ResponderEliminarCosa que también le puede estar pasando a Bergoglio: hagamos un esfuerzo y creámosle cuando dice que la Iglesia debería independizarse económicamente del Estado. Sucede que aunque fuera honesto, en las actuales circunstancias no puede evitar mandar a la Iglesia a la quiebra. Con un número de asistentes en baja, no alcanzan a cubrir sus costos. Hasta no hace muchos años, la Iglesia en América Latina vivía de lo que mandaban desde Europa, sobre todo de Alemania. No sé si seguirán así los números.
Marcelo e Iris, la iglesia católica en particular y el cristianismo en general, son dos estamentos potencialmente peligrosos, de dominio y control absoluto y cuando dicen que "no les alcanza" en realidad están mintiendo -como mienten en todo- para lavar el cerebro de la gente. Son los mas superpotentados del globo y lo dominan absolutamente todo: desde el mas vulgar de los ciudadanos, hasta el más encumbrado que "gobierne" el mundo. Si un Estado Nación quiere independizarse de este sanguijuela poder, me parece más que loable y de avanzada en este momento de retroceso sin precedentes universal hacia el que nos están queriendo arrastrar y habría que aportar todo el apoyo a ideas que rompan con esquemas de siglos y siglos enraizados en los pueblos. El despertar también pasa por perder el miedo a los cambios de fondo que realmente podrían aportar un crecimiento real a una sociedad. Hay otro estado (tendría que buscarlo) que también se independizó, no hace mucho, de la iglesia católica y su tremenda carga que impone. Confirmado, fue Noruega en este mismo 2012. Estados Independientes del yugo cristianos, son estados independientes en la toma de decisiones con opción a la imparcialidad en dogmas, doctrinas y excepciones en crímenes de "facto" que cometen estos poderosísimos. Una buena forma de restarles el enorme poder que ejercen es implantando Estados Sin Dioses, donde la única doctrina sea la buena moral, las buenas costumbres, la ética y el honor a la persona humana como ser digno... Estaría horas explicando sobre esto, pero hasta aquí. Reflexionar: siempre ir hacia adelante y si, combatir todo lo que nos lleve a retroceder, que es lo que está pasando hoy en el mundo, retrocediendo a las castas privilegiadas,sostenidas por los potentados religiosos, y el resto, los plebeyos, castigados de dios... Cortemos con esto!
ResponderEliminarNo conocía del tal estatuto que mencionas, y que "pone a la ICAR al nivel de una institución del Estado", es increíble que siga estando así. Pero bueno, hoy que tanto se habla de cómo se construye realidad a través del discurso, esto es parte de eso mismo, y es una arena de la que no se habla. Con sólo decir, como ejemplo mínimo, que hoy es feriado en Entre Ríos porque es el día del patrono (San Miguel), los medios no titulan "los católicos festejan", es Entre Ríos festeja, o sea todos, y así cuánto. Eso sumando a que existan feriados oficiales cuando son de una sola religión! Todo bien si quieren el derecho a tomarse el día (no es tan importante eso tampoco) para hacer su "festejo", pero no debería ser feriado oficial (siempre sale el tema de Navidad y que la gente se reúne para vivir un festejo que ya no tiene nada de religioso para la mayoría, más allá de los vestigios de la tradición, pero si hace falta, que se renuncié a eso también! O hacemos el "Festivus" si quieren descorchar igual jaja)
ResponderEliminarMe pregunto si será que temen hasta donde pueden movilizar sus fieles, en medio de una ya caldeada situación, si hacen el llamado las jerarquías de la Iglesia? (recordando las marchas en el debate por el matrimonio). Si convencen que es un ataque a la institución de dios, pueden lograr movilización. Me cuesta creer que sea eso, pero tampoco lo subestimo. Por otro lado hay un tema importante, y es que está en todos lados su injerencia, con su "formación de líderes" tienen llegada al poder, oficial y económico. Y sin embargo, estos cambios que serían administrativos, me parece que deben ser más fáciles que lo fue el matrimonio, ni hablar el aborto.
No sabía que es por un decreto ley que el Estado nacional paga sueldos a la iglesia ¿ eso quiere decir que tan sólo depende de la voluntad de estampar la firma por parte de la presidencia (esté quien esté en el cargo) en un decreto ley para que se derogue?
PD: Pablo, el sistema de acomodar los comentarios por votos positivos, me parece, confunde la temporalidad de los mismos, porque desordena cronológicamente. En esta entrada se nota, hay que buscar quien dijo qué para comprender, al no usarse el "reply".
No tenía idea de que el sistema de comentarios (Disqus) estuviera haciendo esto. Debe haber sido la última actualización, porque antes con seguridad no lo hacía.
ResponderEliminarMe acabo de fijar en la ayuda de Disqus. El orden en que aparecen los comentarios es una opción del usuario, no del administrador del blog. Se puede cambiar al inicio del bloque de comentarios, en el menú "Discussion", poniendo "Newest" para ver primeros los comentarios más recientes, por ejemplo.
ResponderEliminarAaah, ok, ya me fijo entonces. Hace mucho no usaba Disqus, ahora hice esta cuenta nueva. Muchas gracias por el dato!
ResponderEliminarQué retroceso increíble. Pienso que la actual política de lamer sotanas, se funda en una apreciación equivocada (por sobrevalorada) del peso de la iglesia.
ResponderEliminar¿Acaso no ven los templos católicos vacíos, no se dan cuenta de que al común de las pèrsonas les importa un bledo lo que haga o diga el papa, los obispos y los monaguillos? El rebaño evangelista, por ejemplo, es mucho mas numeroso y obediente que el católico, y vá en crecimiento.....
Sería bueno recordar y rescatar la digna manera en que J. A. Roca rechazó la insolente ingerencia de la iglesia en ocasión de tratarse la ley de educación, cuando las palabras de los curas aún eran respetadas y obedecidas por una buena parte de la población.