domingo, 2 de marzo de 2008

Alerta: Introducción

¿Alguna vez te has sentido indignado o furioso por un acto de intolerancia religiosa? ¿No te has quedado nunca sorprendido, perplejo, por la increíble estupidez de ciertas personas que se escudan en su fe? ¿Jamás te ha dado verdadera lástima el desperdicio de vidas y de oportunidades de quienes se encierran en una visión fundamentalista de las cosas? Casi seguro que sí, ¿verdad?

Este blog es para los que están cansados, o alguna vez se han sentido cansados, por esa clase de fe religiosa que provoca rechazos y odios sin sentido, que impulsa a los demás a perder su tiempo, su dinero y hasta su salud persiguiendo quimeras, coleccionando amuletos, o peor, inmiscuyéndose en las vidas de los que no piensan como ellos para obligarlos a seguir sus reglas. Para los que no entienden cómo personas normales, sanas, se vuelven idiotas insensatos cuando algo se cruza con su religión.
La religión es un insulto a la dignidad humana. Con o sin religión siempre habrá buena gente que hace cosas buenas y mala gente que hace cosas malas. Pero hace falta religión para que la buena gente haga cosas malas.
— Steven Weinberg, Premio Nobel de Física 1979
Para los que no me conocen: soy argentino. Vivo en Rosario, una ciudad de un millón de habitantes en el sur de la provincia de Santa Fe, junto al río Paraná, 300 km aguas arriba de Buenos Aires. Desde aquí escribo hace casi dos años un blog en inglés, D for Disorientation, en parte para que nos conozcan en el resto del mundo, en parte para practicar mi segundo idioma.

En D… suelo escribir sobre religión, o más bien, sobre las malas cosas que surgen de la religión en la práctica: fanatismo, intolerancia, y esa omnipresente e indebida interferencia de la religión en las vidas de millones de argentinos. Generalmente lo hago cuando algún escándalo salta a las tapas de los diarios, como cuando Argentina ratificó el Protocolo de la Convención sobre la eliminación de las todas las formas de discriminación de la mujer (CEDAW) y ciertos legisladores ultracatólicos se negaron a votar a favor por ser "abortista". También hay casos más leves, como las expresiones de indignación por alguna muestra de arte o libro o programa de TV, y más ridículos, como la histeria de masas que ocasiona un tronco de árbol que se parece a la Virgen María.

Con este blog, que provisionalmente llamo Alerta Religión, doy un paso más y empiezo a escribir en mi lengua natal de lo que salta a las noticias.

El objetivo es que las noticias que muestran la cara fea de la religión no se pierdan, se exhiban, sean motivo de vergüenza (¡para mostrar la cara bonita de la religión ya hay montada una estructura publicitaria mucho más grande!). No es mi intención atacar a nadie por su fe, pero no voy a privarme de atacar las ideas de la fe y la religión en sí mismas. No veo distinción significativa entre la pseudociencia, la superstición, las ideas místicas individuales y la religión organizada de masas. Todas son en último término dañinas para la mente humana, porque parten de dogmas sin fundamento o de simples falsedades. Y ninguna tiene por qué quedar excluida de la crítica.

Y así concluye este post "número cero". Mañana o pasado, la primera alerta.