Lo que llama la atención (aunque tampoco es para sorprenderse, la verdad, vista la cantidad de fanáticos que pululan) son las reacciones de los creyentes. Algunos comentarios selectos en la nota que cito arriba, a continuación.
Éste es toda una ternura con su banda rosa y su tiara:
A éste le causa gracia la “enfermedad” de pensar de manera distinta a su indoctrinamiento:
Éste es un bot:
Y éste, que tiene cara de tipo con el que te podrías encontrar de mochilero en cualquier parte y charlar de la vida, está sediento de sangre:
La incompetencia ortográfica y gramatical dan un poco de risa, pero yo creo que deberían causar más miedo que risa. Dejando aparte lo fácil que es para mí encontrar ejemplos risibles/temibles de intolerancia cristiana, cada uno de estos comentarios debería ser una razón más para luchar contra la propagación de esta religión funesta.