lunes, 14 de abril de 2008

Alerta 13: El catecismo infantil y su infierno soft

Bajo el título "Jesús es el Señor", la Conferencia Episcopal Española acaba de lanzar un nuevo catecismo, es decir, uno de esos manualcitos de preguntas y respuestas que hay que aprenderse de memoria para poder pasar por buen católico si alguna vez sale en el examen. Que justamente es la idea, ya que está orientado a niños de 7 a 10 años que van a ingerir a Cristo por primera vez.

Lo curioso de este catecismo es que, para no asustar tanto a los niños, se ha suavizado la descripción del infierno. Lo que antes era un lugar de sufrimiento eterno (o en versiones más terroríficas, un lago de fuego donde las almas de los réprobos eran torturadas por toda la eternidad), ahora es meramente "el sufrimiento de los hombres que, después de la muerte, están separados de Dios para siempre". Nadie sabe dónde quedaron el azufre y el famoso rechinar de dientes. Donde había una película de terror explícito para mayores de 18, ahora parece que no quedó más que una de suspenso vagamente angustiante para pre-adolescentes. ¿Manipulación doctrinal o marketing? Yo diría que ambas.

Hace mucho, como se suele decir, los hombres eran hombres, y la Iglesia no tenía empacho en describir al infierno como un lugar físico sobrenatural pero físico, con un lago de "fuego que no se apaga", y añadiendo todo tipo de torturas, más la tortura mayor de saberse observados por los santos y los creyentes fieles a Dios desde el cielo. Con el tiempo tuvo que moderar este mensaje de terror, fuera porque le estaba restando popularidad, o porque nadie se lo creía del todo. Algo parecido pasó con el cielo, dicho sea de paso, con lo cual el estado actual de este mundo más allá de la realidad que la Iglesia ha ido montando con los años es más bien nebuloso, abstracto hasta el punto en que ni los mismos curas y obispos saben definirlos más que como simples "estados" o sentimientos. Dentro de una generación, cuando los niños ya nazcan con cables para acceder a Internet, supongo que dirán que el infierno es como una conexión T-3 caída, o algo así.

La CEE dice que el nuevo catecismo es "muy colorido y atractivo", tal como los niños gustan, y en su mensaje oficial espera que sirva de guía al mundo actual, "desorientado e inquieto". Hemos de suponer que el catecismo orientará y aquietará, aunque me pregunto de qué manera "colorida" se podrá explicarle a un niño de 10 años el sufrimiento del infierno. Porque, aclaremos, al niño se le dice que el infierno existe, y si el catecismo está bien hecho (sospecho que no, en este punto), se le debe dejar muy claro que el infierno lo espera salvo que crea lo que la Santa Iglesia le pone delante.

Evidentemente nunca he estado hecho para la religión, ni aun cuando creía creer en ella, porque nunca me cerró tener un librito donde todas las preguntas fundamentales están respondidas, de forma tal que sólo tengo que asumirlas como verdad, mirar hacia donde me indican y arrancar para adelante con los ojos cerrados. Y jamás se me ocurriría ponerle en las manos, o permitir que le pusieran en las manos, un libro así a un hijo mío, si tuviera alguno. Faltaría nomás que luego el pequeño me señalara mis pecados y, como aquel terrorífico personaje de 1984, me delatara a las autoridades eclesiásticas.

6 comentarios:

  1. Hay que considerar la posibilidad de que en el infierno se estén quedando sin combustible... no es fácil mantener ese fuego durante tanto tiempo che!

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  2. Hay que considerar la posibilidad de que en el infierno se estén quedando sin combustible... no es fácil mantener ese fuego durante tanto tiempo che!

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  3. Es mejor el Testametno de Ladrillos, hecho de LEGOs, pues se asume como autoparódico... http://www.thebricktestament.com/ ¿No lo crees?

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  4. tengo la respuesta perfecta a tu falta de fé, ateo sin alma!!

    http://batallonanticiencia.com/articulos/homosexuales-los-verdaderos-culpables-del-calentamiento-global/

    jajajajajajaja XD

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  5. En realidad este cambio lo hizo Juan Pablo II hace unos años. Quitó toda la imaginería medieval del fuego, el azufre y las torturas, que sonaba un poco a cuento, y lo convirtió en sufrimiento existencial ("ausencia de Dios"), que queda más sofistiscado y cool. Nadie con cultura cree que exista un lago de lava donde los demonios someten a las almas condenadas a suplicio eterno y además suena a club sadomasoquista, mientras que la angustia existencial resulta más creíble en el mundo desarrollado (que es su target al fin y al cabo, porque es donde están perdiendo más adeptos)

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  6. ateo sin alma?, ó sea que no tengo nada que se queme eternamente., genial.

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