martes, 27 de septiembre de 2011

III Congreso de Ateísmo, día 3, parte 1


Comienzo la reseña del tercer y último día del III Congreso Nacional de Ateísmo.

El domingo 11 de septiembre fue la última jornada del Congreso. Comenzamos con un panel de presentación de activistas, en el cual misteriosamente aparecí yo también, en mi doble papel de bloguero ateo por Alerta Religión y representante del Círculo Escéptico Argentino. Hablé demasiado y me fui por las ramas, lo cual me probó nuevamente que lo mío son la pantalla y el teclado —donde puedo revisar y corregir— más que el micrófono. De mis notas recuerdo haber hecho referencia a varios puntos:

Alerta Religión predicando a los conversos.
  • El objetivo de Alerta no es “predicar a los conversos”, pero sí apuntar al segmento de ateos a los que les falta información en profundidad para criticar racionalmente la religión. Yo no creo (y lo he debatido) que los ateos deban ser racionalistas a ultranza o estudiosos dedicados, pero sí creo que es mejor que lo sean si es que van a ser activistas serios. Por eso, dije, quiero ser el que escribe para que otros, los que realmente van a militar por el ateísmo, utilicen lo que yo les he podido decir.
  • Dentro de la labor divulgativa que trato de realizar está también la elevación de consciencias, como la llama Dawkins (el uso de palabras y expresiones que reflejen la realidad y no lo que la corrección política o la costumbre dictaminen, como por ejemplo, hablar de la teocracia vaticana y no de “la Santa Sede”), y la dilucidación del discurso pseudocientífico o emotivo con el que la religión esconde su doctrina hoy en día.
  • Sobre el Círculo Escéptico Argentino sólo pude decir que estamos intentando formar una masa crítica de personas comprometidas. En eso hemos avanzado, creo yo, en estos escasos días: una semana después del Congreso nos reunimos con varios miembros nuevos, y tenemos planeada ya dos reuniones más, una el sábado que viene y otra el 15 de octubre, con la intención de continuar con esa periodicidad quincenal.
Marco Rodrigues
Luego de esto habló Marco Rodrigues sobre sexualidad y laicismo. Rodrigues es brasileño y vino acompañado de un traductor y asistente. (No hizo falta traducir porque el portugués de Rodrigues era bastante claro y él se esforzó por no hablar demasiado rápido.) Para empezar comparó Brasil y Argentina, explicando que en su país no hay tanta distinción entre lo sagrado y lo profano, y existe mayor autonomía personal con respecto a la Iglesia Católica. Si entendí bien, esto tiene que ver con la menor presencia institucional de la Iglesia en el estado y la sociedad.

Nos contó sobre el movimiento de Magistrados Laicos, jueces de distintos países que están debatiendo ya no sobre la laicidad del estado sino la del espacio público: la calle, las plazas, los medios de comunicación con dueños particulares, lo que es público sin ser estatal. Este movimiento nos invita a pensar qué es la vida civil laica y cómo puede ser la vida social de una nación sin creencias religiosas: la laicidad incorporada como modo de vida. Esta visión no intenta sustituir la religión por la ciencia (cientificismo), ya que la ciencia no es en sí emancipatoria ni es necesaria para pensar. El científico debe iluminar el camino desde su campo, pero por allí pasan muchas otras formas de repensar la vida sin religión.

Como ejemplo de los tabúes de raíz última religiosa que son difíciles de vencer, mencionó el caso del naturismo (la vida en comunidades pequeñas cercanas a la naturaleza, en la que se incluye el no uso de ropas): explicado el tema a un grupo de niños en un campamento, pareció que lo habían entendido y asumido sin complejos, pero su forma de demostrarlo fue meterse a un río hasta el cuello y quitarse la ropa interior para mostrarla como trofeo en la mano levantada: “esconder el cuerpo y mostrar los calzones”. Este pudor, este temor al cuerpo, ya está naturalizado incluso en los más pequeños.

Cierta promoción del naturismo y cierto ludismo me parecieron la parte más floja de la exposición de Rodrigues, junto con su presentación del tantra como disciplina liberada de tabúes. Cuando alguien le preguntó si el tantra no era también parte de una estructura religiosa llena de tabúes, Rodrigues dijo que no, que el tantra como se practica en los lugares a los que él se refiere es una forma más pura, anterior a la doctrina religiosa que hoy lo incluye y a sus tradiciones patriarcales: la excusa más habitual para todas las prácticas New Age que quieren aprovecharse del efecto “sabiduría milenaria” sin contaminarse con su historia.

En la siguiente entrega continúo con la reseña del tercer día del Congreso.

1 comentario:

  1. hola, bueno soy ateo y esceptico desde hace poco, siempre fui un descreyente, por eso me gustaria mas información para poder criticar lo religioso, muy buena la nota

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