El final del primer día del Congreso contó con la presentación de un proyecto de ley de la Coalición Argentina por un Estado Laico (CAEL), que se conformó como una federación de organizaciones que van desde Ateos Mar del Plata hasta Federación Argentina de Iglesias Evangélicas (FAIE), pasando por la Federación Argentina LGBT, e individuos como Fortunato Mallimacci y Juan Cruz Esquivel (del CONICET), la legisladora María José Lubertino, etc.
Coalición Argentina por un Estado Laico (CAEL) |
El proyecto al que se refirieron fue elaborado por los miembros de la CAEL con la colaboración de varios jueces y constitucionalistas (corrijo mi reseña original, donde decía que se basó en uno de Europa Laica —si bien inicialmente se pensó en eso, el proyecto europeo era inadecuado a la legislación argentina y terminó siendo descartado casi en su totalidad). Lo presentaron María Eugenia Bengolea (Apostasía Colectiva), Noelia León (Ateos MdP) y Alejandro Nasif Salum (FALGBT). Es un proyecto amplísimo y por lo tanto los ponentes sólo pudieron darnos un panorama general, dentro del cual podrían destacarse ciertos puntos:
- La transformación de la Iglesia Católica en persona jurídica de derecho privado, equiparable a cualquier otra organización civil. En la actualidad la Iglesia es —en Argentina— una persona de derecho público, estatus único entre las confesiones religiosas y que comporta una serie de privilegios.
- La intención de alentar la separación del Estado y la Iglesia hasta donde lo permita la Constitución Nacional.
- La legislación del derecho de los menores a la libertad de conciencia, punto extremadamente conflictivo dado que involucraría la restricción del derecho de los padres al indoctrinamiento religioso.
- En la misma vena que el punto anterior, la limitación de los alcances de la llamada educación religiosa.
Mucho más complicado sería eliminar el art. 2°, ya que sería necesaria una reforma constitucional, proceso que requiere una declaración de mayoría de dos tercios de ambas cámaras del Congreso. Por eso la gente de la CAEL explicó que éste no es un proyecto de máxima, aunque en verdad a muchos nos pareció que varios de sus puntos eran tan de máxima como pudieran imaginarse.
El día se cerró con la proyección de la entrevista que la Dra. Carmen Argibay, ministra de la Corte Suprema de Justicia, le concedió a Fernando Lozada, de Ateos Mar del Plata, para hablar del tema de la laicidad. Argibay forma parte de la nueva camada de ministros de la Corte que ingresaron durante el gobierno de Néstor Kirchner, en reemplazo de sus impresentables miembros anteriores; en particular, es la que más sorprendió al declararse (antes de tener asegurado su cargo) atea militante y defensora del derecho al aborto. Con calidez y confianza, además de una gran claridad, conversó de estos temas con Fernando durante casi media hora en su despacho.
En la siguiente entrega comienzo la reseña del segundo día del Congreso.
Muy guapa la que está en medio (L)
ResponderEliminarQué bueno que exista esta coalición... recién me entero...
ResponderEliminar