Hay buenas noticias en Argentina para las parejas homosexuales: como dice Crítica Digital, los gays podrán recibir una pensión por viudez, es decir, a la muerte de la pareja, una vez presentadas al ANSeS (el organismo de la seguridad social) ciertas pruebas que documenten convivencia o compartición de gastos, igual que se ha hecho desde hace tiempo con los heterosexuales. (Esto y lo demás lo posteo también en mi blog personal, Sin calma, con otra contextualización.)
Se trata de una decisión administrativa que no supuso discusión pública sino un reconocimiento de derechos humanos básicos y una reinterpretación de normas ya vigentes, de manera que no fue una noticia de alto perfil.
Por otro lado, aquí en la provincia de Santa Fe hay un proyecto de ley de unión civil, es decir, un contrato de pareja (que no discrimina entre hetero- y homosexuales), que ya está casi listo y que deberá sortear el conservadurismo de un Senado provincial compuesto por mayoría de hombres de pueblo chico, peronistas, católicos y conservadores.
Todavía no he escuchado reacción alguna de la Iglesia Católica. Recordemos que la Iglesia se opone a cualquier unión de pareja que no sea el matrimonio católico y a todo reconocimiento de la condición de las parejas del mismo sexo, argumentando que estas cosas son antinaturales, que son ataques contra la familia y el sagrado sacramento del matrimonio, etc. etc. Es de esperar que se les pase en unas décadas, e incluso que se avengan a casar gays. Al fin y al cabo, hoy en día, en un país como Argentina, casi ningún católico llega ante el altar sin haber conocido (en el sentido bíblico) a su pareja y sin haber convivido con ella en unión de hecho por un tiempo a ver cómo va la cosa, y los curas por supuesto hacen la vista gorda porque los casamientos, con alfombra para la novia, flores blancas en los bancos y la marcha nupcial tocada por un organista, se pagan, y se pagan muy bien, así que no hay que espantar a la clientela.
¿Y qué hay sobre el tema del matrimonio de homosexuales/bisexuales?
ResponderEliminarYo estoy en contra, pero porque estoy en contra de la institución del matrimonio; es muy limitante.
Creo que, llegado el caso, un amor real y profundo se podría expresar entre tres o cuatro personas, y deberían contar con los mismos derechos que los matrimonios tradicionales (obra social, pensiones, herencia, decisiones médicas, etc...). Claro que se hace mucho más complicado legalmente...
Aparte, no considero mal que un musulmán tenga 3 esposas; sí considero mal que éstas se hayan casado con él por la fuerza y a los 11 años.
Julián - A mí también me parece limitante el matrimonio civil, y tampoco estoy de acuerdo con los homosexuales que (dentro de ciertas religiones) quieren que los casen como se casan las parejas heterosexuales, porque es ir a pedir de rodillas a gente que los desprecia que por favor los deje ser como ellos.
ResponderEliminarEl tema es que el matrimonio civil es algo que nació como calco del religioso, y tiene muchas de las connotaciones y tabúes que se le asocian. Creo que el contrato legal debería llamarse de otra forma, no "matrimonio" ni "casamiento", y que no debería cargar con los requisitos (muchas veces imprácticos) del matrimonio religioso. Una cierta estabilidad para bien de los chicos, sí, pero obligación de convivir hasta la muerte, no. ¡La gente puede cambiar de idea!
¿Y qué hay sobre el tema del matrimonio de homosexuales/bisexuales?
ResponderEliminarYo estoy en contra, pero porque estoy en contra de la institución del matrimonio; es muy limitante.
Creo que, llegado el caso, un amor real y profundo se podría expresar entre tres o cuatro personas, y deberían contar con los mismos derechos que los matrimonios tradicionales (obra social, pensiones, herencia, decisiones médicas, etc...). Claro que se hace mucho más complicado legalmente...
Aparte, no considero mal que un musulmán tenga 3 esposas; sí considero mal que éstas se hayan casado con él por la fuerza y a los 11 años.