La Corporación de Abogados Católicos solicita al Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que vete la ley que crea el "Plan de Derechos y Diversidad Sexual", aprobada en diciembre pasado.
Oficialmente, la razón es que esta ley intenta "barrer con el orden natural, sustento de una sociedad sana y armónica, alterando con ello el estilo tradicional de la población argentina". Por supuesto, la población argentina puede elegir su estilo de vida sin ayuda de estos fanáticos; como de costumbre, la verdadera razón es la mera homofobia y el odio a la sexualidad "diferente" de los católicos.
Esta Corporación de Abogados Católicos (la llamaremos CACa para abreviar) es la misma que hace unos meses protestaba contra las pensiones por viudez para las parejas de homosexuales, y que solicitó anteriormente a Mauricio Macri que vetara la institución del Día de la Lucha contra la Discriminación por Orientación Sexual. También fue un abogado católico (aunque no miembro de la CACa, que sepamos) quien se pidió que se retirara el cuadro de Superman besando a Cristo de un museo en Rosario. ¿Será que la homosexualidad es una obsesión para los abogados católicos?
Volviendo a lo nuestro... El argumento del "orden natural" ya me tiene, con perdón, las bolas llenas. Los integristas se la pasan repitiendo esas palabritas que no significan nada, y pretenden que aceptemos que hay una ley inalterable que (oh casualidad) coincide exactamente con lo que el Papa de turno dice, y que todos debemos obedecer. Alguien dijo alguna vez que es fácil darse cuenta de que Dios es una invención propia cuando resulta que Él odia a las mismas personas que uno.
En cuanto a la tradición, ¿qué se puede decir? La tradición en la que fue educado Jesús imponía que hombres mayores se casaran con niñas apenas salidas de la pubertad, prácticamente compradas a sus padres, a las que tratarían como recipientes de su apetito sexual y como sirvientas sin paga por toda su vida, y que podrían ser repudiadas por cualquier motivo, golpeadas a placer, o apedreadas ante la mera sospecha de adulterio. Esto no mejoró sustancialmente durante siglos. Hasta no hace mucho la mayor parte de la sociedad occidental "tradicionalmente" trataba como inferiores o débiles mentales a las mujeres, consideraba poco más que animales a otras razas, y castigaba como crímenes la homosexualidad y la blasfemia.
La tradición en la que se formó la sociedad argentina nos dio un catolicismo cerrado y oscurantista, el genocidio de los nativos de la Patagonia, golpes militares en nombre de Dios y Patria, antisemitismo y racismo endémicos, una sociedad clasista y estratificada llena de odios y envidias, y todo lo demás que sabemos. Si algo se puede decir en forma general de esa amada "tradición" a la que apelan los abogados católicos, es que es un destilado de lo peor de nuestro pasado... y la mejor prueba de esto son ellos mismos.
Me encantó lo de "el contagio será inevitable"... como si vivir un estilo de vida diferente fuera a causa de un virus...
ResponderEliminarEspero que Maurice no haga caso a estos individuos.