jueves, 1 de octubre de 2009

Juegos semánticos contra el aborto (A142b)

Por casualidad, luego de escribir sobre el aborto en mi artículo sobre la “Marcha de los Escarpines”, me encuentro con una nota del “experto en religiones” (en realidad un apologista católico) del diario La Nación, Jorge Rouillon, comentando los dichos de la ministra de la Corte Suprema de Justicia Carmen Argibay sobre la despenalización de la interrupción del embarazo.

Rouillon es columnista de actualidad religiosa pero habla (muy sucintamente) del aborto como un tema de la ley, de la ética y de la biología. Inevitablemente uno recuerda a los católicos que, para no ser identificados como fanáticos intolerantes sin argumentos reales, proclaman que el aborto es un crimen porque “está probado científicamente” que la vida humana comienza en el instante de la concepción, porque “hay tratados internacionales” que lo prohíben, o porque es contrario a la “ley natural”. Si todo esto es así objetivamente, ¿por qué lo escuchamos invariablemente de creyentes conservadores de ciertas facciones religiosas, y casi nunca de alguien más? *
[E]l arzobispo de Tucumán, Luis Villalba, dijo que el niño concebido, no nacido, es "el ser más pobre, vulnerable e indefenso que hay que defender y tutelar". Y el grupo Defendé tu Especie señaló que si algunos países castigan a quienes destruyan huevos de tortugas de mar, no debería tratarse peor al ser humano por nacer.
El arzobispo cae en la táctica (que comenté en lo de la Marcha de los Escarpines) de llamar “niño” al embrión o feto, y después viene la apelación a la empatía. Para el arzobispo, eliminar del organismo de una mujer un conjunto de células que sólo tiene de humano el ADN, y que incluso podría perderse sin que la misma madre se diera cuenta, es lo mismo que asesinar a un niño, o eso al menos es lo que quiere hacernos sentir. A juzgar por la falta de comillas en la primera parte de la frase, Rouillon suscribe esta visión. La expresión “niño no nacido” es un hallazgo lexicográfico brillante de los sectores cristianos conservadores.

Lo de los huevos de tortuga es casi un reflejo de una reciente campaña de la Conferencia Episcopal Española contra el aborto, a esta altura ya infame por su bajeza y sus notorias falacias, que mostraba a un lince ibérico y a un hermoso bebé, lado a lado, notando que el animal estaba más protegido por la ley que el humano, como si de pronto el gobierno les hubiera dado a las madres licencia para matar a sus vástagos cuando se les diera la gana. El grupo “Defendé tu Especie” recurre a la misma grosera falacia, utilizando imágenes similares, aunque más relacionadas con nuestro subcontinente. La obviedad de que cualquier persona puede matar a un yaguareté si se dan motivos suficientemente graves se les escapa.

Rouillon finaliza con el anuncio de un congreso sobre “el silencio que impera ante el síndrome posaborto”, sin mencionar que dicho silencio seguramente se debe al hecho de que tal síndrome no existe, y recuerda palabras de un genetista que “decía que si al embrión con dos meses en el seno materno -todos lo fuimos- se le roza el labio superior con un pelo, agita el cuerpo con un movimiento de huida”, para dejarnos con una imagen conmovedora emanada de alguien con apariencia de autoridad, aunque en absoluto relevante. Efectivamente, todos hemos sido embriones, y no lo recordamos: porque no teníamos memoria, consciencia ni funciones cerebrales superiores.

* Como en mi artículo anterior, aclaro que debo matizar los términos. Hay ateos que consideran inmoral el aborto por razones propias y atendibles, así como creyentes liberales que expresan su oposición de esta manera. Con todo, la correlación es bastante clara: la mayoría de los que están contra la legalidad del aborto justifican su postura por un criterio abstracto de “defensa de la vida”, que en mi opinión personal suele ignorar la complicación de los hechos biológicos concretos.

10 comentarios:

  1. Yo en mi caso creo en las responsabilidades, no creo (para mi como opción) en el aborto, a veces creo que es una salida rápida a una situación que o bien pudo ser evitada (en la mayoría de los casos) o bien debemos hacernos responsable de nuestros actos, igualmente creo que eso es una postura de cada uno, si creo en la legalización del aborto, quien soy yo para juzgar la decisión de los otros de hacerlo? creo que queda en cada uno, y creo que el estado debe legislar para todos, lo creyentes y no creyentes, que la decisión quede en el plano moral, si tan religiosos son, que no lo hagan, pero si demosle la opción a los que lo quieran.
    Coincido que la mayoría se escuda bajo esos juegos semánticos y la discución se vuelve... como siempre... en algo irracional.

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  2. Santiago, tu opinión es un avance con respecto a las posturas eclesiásticas, pero si te fijás bien, seguimos hablando de aborto en términos morales y de la propia conciencia. Pero si yo mato a un bebé, de nada sirve que mi propia conciencia me diga que no hay problema; la sociedad me va a condenar como debe ser. Y yo nunca le diría a otro "si querés matar al bebé, es cosa tuya, yo respeto tu postura". Lo que yo quisiera es que la discusión estuviera en el plano objetivo, en lo posible, y por eso recalco que se usan engaños lingüísticos para llamar persona a algo que no tiene más desarrollo cerebral que un gato o un perro, si acaso.

    Para mí, una adolescente que se queda embarazada no tiene responsabilidad total por lo que hace. Ni hablar si es medio presionada, medio violada, por su pareja (caso muy común).

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  3. “decía que si al embrión con dos meses en el seno materno -todos lo fuimos- se le roza el labio superior con un pelo, agita el cuerpo con un movimiento de huida”
    Me gustaría saber cómo y quién dijo tal cosa.
    Es prácticamente imposible rozar a un embrión de dos meses con nada sin matarlo.

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  4. El aborto no es bueno, pero a veces en ciertas circunstancias desesperadas se produce y encima la mujer y los médicos son penalizados... esto es peor.

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  5. En contra de lo que muchos piensan de que si es bueno o malo, yo tengo que decir que el aborto es un hecho a secas, atrevernos a dar un juicio es demasiado para una madre adolescente o en peligro de muerte. El creyente asntiabortista asume acríticamente que un feto "piensa igual que él", notan lo irracional del asunto. Nadie es capaz de asumir su propia contingencia, innecesariedad en el mundo y consecuencia asume que el que calla ha otorgado. Pensar más en las circunstancias concretas de una mujer embarazada y no en la generalidad de que sí el aborto es malo o bueno debería ayudarnos a comprender el aborto y a quienes abortan.

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  6. Hablar del aborto es un tema complejo, porque inmediatamente aparece la imagen de un bebe, lo que se debería discutir es el tema del embrión. de la decisión de la madre sobre la maternidad, etc. Obviamente el tema con los argumentos de defiende tu especie es una falacia.Si es así podríamos argumentar que la especie humana provoca daños en el entorno, por lo tanto, sería una plaga que deberíamos controlar,falacias, falacias...

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  7. El tiempo dirá a los estados libres de dogmas religiosos, según el conocimiento y entendimiento del pensamiento cientifico del pueblo mismo, por ahora tenemos mucha carga de irracionalidad encima, que de una u otra manera nos culpabiliza de actos que no son comprendidos por todos.

    En lo personal, considero que la libertad de cada individuo tiene varios matices, lo que establece la ley civil de cada pueblo, y lo que cada quien asuma como lo mejor para si mismo.

    Un Saludo.

    Mar_o

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  8. La exageración, la distorsión, la agitación de fantasmas y hasta la difusión de mentiras son los recursos que los conservadores radicales usan en todos lados. A pesar de estos recursos bajos, lo bueno es que el debate acerca del aborto está instalado en la sociedad. Hasta no hace mucho el recurso usado por la Iglesia era de mantener el tema como tabú, ni siquiera permitir la discusión. Lamentablemente creo que otros son los tiempos para que el debate pase al congreso, por la influencia que todavía ejerce la Iglesia sobre los políticos.

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  9. La necesidad de que se legalice el aborto no es para blanquear el asesinato de embriones, fetos o bebés sino para evitar que mueran miles de mujeres que, de cualquier forma (y lease este "de cualquier forma" en todos sus sentidos), se lo realiza clandestinamente.
    Los abortos ocurren, quieran los antiabortistas o no, el tema a discutir es si los realiza un médico con instrumental adecuado y en condiciones de higiene o lo hace cualquiera con un alambre o cosas peores y en condiciones de asepsia dudosa.
    Porque, si tanto les interesa la vida del embrión no nacido más debería interesarles la vida de uno que ya nació, creció, llegó a la pubertad y quedó embarazado sin desearlo, ¿no?

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  10. Eso de defiende a tú propia especie es una estupidez, por que proteger a las tortugas no nacidas?? porque las tortugas estan en peligro de extinción y la mayor parte ellas es gracias a la actividad humana (el robo de sus huevos para consumo) lo mismo aplica para todas las especies en peligro de extinción.

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