martes, 31 de julio de 2012

Circuncisión a debate (parte 2)

Moshé ben Maimón (Maimónides)
Para continuar con la discusión sobre la circuncisión, que comencé comentando la prohibición legal dictaminada por un tribunal de Colonia, Alemania, me gustaría iniciar con una cita del famoso rabino Moisés Maimónides (1135–1204). Maimónides era además médico, filósofo y teólogo, y escribió sobre la circuncisión intentando justificar su realización más allá del mero precepto religioso. A la pregunta de por qué es importante que la circuncisión se haga en la infancia, Maimónides respondía:
“Para esto hay tres sabias razones. La primera es que si se dejara en paz al niño hasta que creciera, algunas veces no se la haría. La segunda es que un niño no sufre tanto dolor como un adulto porque su membrana es todavía suave y su imaginación débil (…). La tercera es que los padres de un niño que acaba de nacer toman más a la ligera los asuntos que le conciernen, porque hasta ese momento la forma imaginativa que compele a los padres a amarlo todavía no está consolidada.”
Así pues, la primera razón para circuncidar al niño, en vez de esperar que lo haga de adulto, es que el niño no puede resistirse; la segunda, que el niño no puede ni imaginar el dolor de lo que le van a hacer; la tercera, que sus padres no lo ven todavía como una persona completa. Digan lo que digan de Maimónides, no se le puede reprochar falta de sinceridad.

Debe notarse que Maimónides había “demostrado”, previamente, que la circuncisión era necesaria o al menos muy recomendable. Dejaré al lector el ejercicio de adivinar cuál es el motivo real y práctico, según Maimónides, por el cual Dios prescribió la circuncisión a su pueblo (¿creían que era por simple capricho?). Hoy en día quienes creemos en las libertades individuales básicas retrocedemos azorados ante una opinión que admite que la única razón para hacerle algo desagradable sin consentimiento a alguien es que luego quizá ese alguien pueda negarse. Tampoco aceptamos la idea de que infligir dolor a un bebé o un niño pequeño está bien porque luego no lo recordará. Finalmente, hemos de suponer que en la época de Maimónides los padres no se encariñaban demasiado con sus hijos recién nacidos porque era de lo más común que éstos murieran por cualquier afección menor; hoy, salvo en las partes más aisladas y miserables del planeta, ya no es así… y el argumento tampoco es muy convincente para empezar.

En la próxima entrega de esta serie, la opinión de un defensor moderno de la circuncisión como valor de la comunidad.

3 comentarios:

  1. Todo es susceptible de empeorar, si la circuncisión les parece poco tienen la versión integrista "metzitzah b'peh", que puede acarrear la muerte del bebé.

    http://es-us.noticias.yahoo.com/ritual-jud%C3%ADo-circuncisi%C3%B3n-deja-ni%C3%B1os-muertos-eeuu-205354407.html

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  2. Alejandro Paiz Meschler1 de agosto de 2012, 13:17

    Lo que me sorprende (¡y mucho!) es que he escuchado a algunas personas que practican la religión judía utilizar argumentos similares a los de Maimónides para defender la circuncisión practicada a sus hijos. Me han dicho cosas como: "no es una mutilación, es simplemente un pedacito de piel"; "mi hijo prácticamente no lloró y después durmió como un ángel todo el día", entre otras. Explicaciones que no imagino saliendo de sus bocas si no fueran religiosos/as.

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  3. Lo interesante de los argumentos es que son "ad hoc". Vienen a justificar una postura religiosa preestablecida. Por eso si les refutan uno, cambian a otro.

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