sábado, 31 de mayo de 2008

Alerta 21: Esclavas de la Iglesia

Se acaba de descubrir un grupo de jóvenes virtualmente esclavizadas en un internado católico en Santa Rosa, capital de la provincia argentina de La Pampa, según se denuncia en Página/12 hoy. Las reclutadas en esta especie de convento debieron realizar "votos de pobreza, castidad, obediencia y fidelidad al Papa", pero una vez adentro se encontraron con algo más: prohibición absoluta de ver a hombres o de comer alimentos dulces, un cronograma estricto, y sometimiento a normas dictadas por dos sacerdotes (miembros del Instituto Servi Trinitatis, de origen español) y a los castigos que estos quisieran imponerles.

Como si esto (que legalmente se llama "reducción a la servidumbre") no fuera suficiente, estas inmundas sanguijuelas clericales las obligaron a ceder sus números de tarjeta de crédito y cuentas bancarias. A las jóvenes les fue anulada su voluntad; están sin excepción psíquica y físicamente dañadas.

No es mi costumbre regodearme en esta clase de episodios, porque son recursos muy fáciles, pero inadecuados. Ataco a la religión porque proclama e impone falsedades, que tienen consecuencias a veces horribles; pero en general no la ataco porque algunos de sus practicantes la usen para cometer maldades. El lavado de cerebro de víctimas inocentes no es patrimonio de la religión, aunque es parte integral de sus formas extremas. Pero esto fue demasiado.

He aquí un ejemplo (y por eso escribo este post) de cómo los sectores "moderados" de una religión pueden servir para cubrir las atrocidades de los fanáticos menos presentables. Hacer votos de pobreza y castidad es una opción radical de vida, una opción lamentable si me preguntan, pero cada cual es libre de hacerla, y finalmente la mayoría de las mujeres "consagradas" hacen algo de sus vidas: enseñan, asisten enfermos como mejor pueden, cultivan una huerta. ¿Qué hay de malo en ello? Una joven se mete a monja: ¿es tan terrible? Vemos monjas todos los días, y no son zombies sin voluntad. Pero sin embargo, este "instituto" reclutaba niñas desde los 12 años de edad para lo mismo que exteriormente propone cualquier convento, para una vida sacrificada pero tranquila, que seguramente debe haberse visto respetable y muy católico; es posible que incluso los padres de las niñas se hayan alegrado del camino elegido por ellas...

En todo convento, en todo seminario, en todo lugar donde una persona reciba una dosis constante de indoctrinación religiosa que la separe de "lo mundano", ocurre una forma de sometimiento y supresión de la voluntad. ¿Acaso no prometen los "consagrados" seguir la voluntad de "Dios" y olvidar sus propios deseos e impulsos? ¿Dónde está este "Dios"? ¿Qué ponen en lugar de su yo estas personas? Muchos tienen la fortuna de salir de su formación como personas normales; otros, como estas jóvenes, no.

miércoles, 21 de mayo de 2008

Cómo encuentra la gente este blog

Este pobre blog no está linkeado desde muchos lugares, pero un goteo bastante regular de visitas termina cayendo en él a partir de búsquedas (por inmensa mayoría en Google). Yo observo el detalle para saber qué está atrayendo a la gente aquí.

Como es lógico, muchos creyentes buscan temas de religión y encuentran este blog, lo cual dudo que les haga gracia. Uno o dos por día caen aquí buscando Radio Cristiandad, comunidad de católicos tradicionalistas homofóbicos, pro-dictadura, antisemitas, y algunas otras yerbas.

Hay algunas búsquedas que son casi increíbles por el fanático que se adivina detrás. Hoy, sin más, alguien visitó Alerta Religión luego de buscar en Google "la oracion cura la transexualidad". Del mismo género son preguntas (la gente le escribe preguntas a Google, como si éste fuera capaz de responderles de la misma manera) del tipo de una que recibí también hoy, "que tiene que ver el calentamiento global con el diluvio". (Entre paréntesis, parece que este tema preocupa, porque alguien también le pidió a Google, "necesito una hipótesis de recalentamiento global".)

Google también recibe, y envía hacia este blog, planteamientos sobre cuestiones que inquietan a los creyentes, por ejemplo "cuando un cristiano que sirve a cristo tiene un hijo con retardo mental" (ésta es la forma cristiana, típicamente hipócrita, de preguntar "por qué Dios, por qué me hiciste nacer un hijo Down a mí que soy tan bueno"), y otras que probablemente el creyente en cuestión debería plantear a su sacerdote más cercano pero no se anima, como "la marihuana según la Iglesia".

Otras personas buscan por palabras sueltas y en esos casos es difícil adivinar sus motivos, como en el caso en que un visitante de este blog buscó "MUSULMANES + ENDEMONIADOS" (sic). ¿Habrá querido saber qué dice el Islam sobre la posesión demoníaca? ¿Será alguien que quiere saber literalmente sobre musulmanes poseídos? ¿O estará simplemente llamando endemoniados a los musulmanes y quiere saber si alguien en la web comparte el insulto?

Estas cosas me divierten tanto...

martes, 20 de mayo de 2008

Off topic: No al tren bala, sí al tren para todos


Esto no tiene nada que ver con el tema de este blog, pero sí con un tema que preocupa o debería preocupar a un subconjunto de su audiencia, esto es, los argentinos. O al menos, los argentinos que no somos ricos y por lo tanto no podremos jamás viajar en el tren de alta velocidad que el gobierno nacional, endeudando al país hasta las orejas, va a construir para satisfacer su capricho y llenarse los bolsillos con sobornos. La alternativa es reconstruir, con menos dinero, la extensa red ferroviaria que Argentina tuvo y que fue transporte seguro y barato para varias generaciones de personas y para millones de toneladas de cargas de todo tipo.

Para más información, visitar TrenParaTodos.com.ar.


sábado, 17 de mayo de 2008

Alerta 20: El Te Deum del 25 de mayo

Muchos en Argentina ya sabrán esto y probablemente no les importe mucho, pero la presidenta Cristina Fernández de Kirchner decidió que no se celebre un Te Deum este 25 de mayo.* Para los que no sean argentinos ni muy católicos, un Te Deum (literalmente "a Ti, Dios") es una ceremonia donde se le da solemnemente gracias a la divinidad cristiana por lo bueno que ha hecho por los fieles (por supuesto, como es Dios, todo es bueno). Y el 25 de mayo es el aniversario de cuando, en 1810, un grupo de señores de la élite ciudadana de Buenos Aires decidió que querían gobernar ellos en vez de aceptar que los gobernara un delegado del rey de España, que en ese momento además estaba preso, gracias a Napoleón, y declararon formalmente tal cosa, aunque pasaran algunos meses antes de que el resto del país se enterara.

* PD: Al final sí habrá Te Deum. Pero sigan leyendo...

En Argentina es tradicional celebrar un Te Deum el 25 de Mayo en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires. En el mismo la homilía, a cargo del Arzobispo, contenía invariablemente una especie de "discurso sobre el estado de la nación" con duras críticas hacia el gobierno de turno por no haber resuelto los problemas del país. Incluso sabiendo que la jerarquía eclesiástica es generalmente una aliada de los que evitan la resolución de esos problemas, era bastante satisfactorio observar a los presidentes retorcerse por dentro, con cara de piedra por fuera, antes las certeras diatribas del hombre del púlpito.

Ahora bien, cuando el presidente Néstor Kirchner tuvo sus primeros entredichos con la Iglesia a causa de sus posturas izquierdistas/revisionistas y de la incómoda tendencia de su Ministro de Salud a llamar por su nombre a las ideas católicas sobre la anticoncepción y el aborto, y dado que los Kirchner no son gente a la que le guste oír críticas, decidió "federalizar" la celebración e instauró la costumbre de mudar el Te Deum a una iglesia en un lugar distinto del país cada año, cosa que hizo (si mal no recuerdo) dos veces. Esto no soluciona nada, podría pensar uno, pero no todas las iglesias son iguales; fuera de la capital es más difícil que un obispo se atreva a criticar al presidente, y además el Arzobispo de Buenos Aires desde hace rato es el Cardenal Jorge Bergoglio, jesuita, de lengua sinuosa, con ideas políticas propias, que fue papabile cuando murió Karol Wojtyla, y que en la época en que Kirchner estaba en la izquierda se encontraba en un ambiguo pero bien colocado centro.

Cristina Kirchner, la esposa presidencial, está muy alterada en estos días como para escuchar Te Deums, y padece tanto o más que su esposo de una incapacidad cuasi alérgica a la asimilación de críticas, por lo tanto decidió terminar, directamente, con el Te Deum, reemplazándolo con una "ceremonia interreligiosa".

La prensa católica lógicamente llama a esto un "desplante". Desde su punto de vista es entendible, ya que el Estado ha demostrado formalmente su sumisión a la Iglesia desde hace 198 años y venir de pronto con esto suena a cachetazo. Según un ex vocero de los obispos, la razón es que la Iglesia era desde hace años la única que advertía sobre las malas tendencias del kirchnerismo, que ahora todos vemos claramente, y lo hacía porque es "independiente". En esto hay que reconocerles algo de verdad: la Iglesia argentina ha sido históricamente independiente, eligiendo su postura frente a los gobiernos de acuerdo a sus propias convicciones y conveniencias. Fue aliada de Juan Domingo Perón cuando éste les garantizó que iban a poder seguir dando clases de religión en las escuelas públicas que por ley debían ser laicas, y fue aliada de los que lo derrocaron luego de que Perón les quitara ese y otros privilegios. Fueron aliados de los militares golpistas de 1976, enemigos del gobierno democrático de Alfonsín que aprobó la ley de divorcio, amigos del ultracorrupto gobierno menemista con su presidente divorciado que salía por TV bailando con odaliscas, aliados del abortado gobierno de De La Rúa con su muy católica esposa, mediadores en la crisis de 2002, y adversarios de todo lo que hizo Néstor Kirchner contra los terroristas de estado, que incluyeron, cómo no, a muchos capellanes militares. Si eso no es ser independiente, no sé qué lo es.

jueves, 15 de mayo de 2008

Alerta espacial: "El extraterrestre es mi hermano"

El Vaticano, a través de su astrónomo oficial, notifica a los católicos que no es pecado creer en extraterrestres. Negar absolutamente la posible existencia de los extraterrestres, por el contrario, significaría "poner límites a la libertad creadora de Dios", dice el sacerdote jesuita argentino José Funes, director del Observatorio Vaticano.

¿Qué decir a esto, nosotros que no creemos? En primer lugar, nótese que si se reemplaza la palabra "extraterrestres" por "unicornios" la frase del padrecito Funes sigue siendo igualmente lógica, es decir, completamente lógica dentro del sistema en que se encuentra (que en sí es pura fantasía). Pero hasta aquí todo bien. El astrónomo admite que no sabemos, que el universo es muy vasto para excluir una hipótesis, y reconoce también que cree en el Big Bang, "que no contradice la Biblia", sin perjuicio de que a futuro puedan aparecer otras teorías; toda una declaración de principios científica.

Luego todo se desbarranca, porque el susodicho astrónomo empieza a especular y saca a relucir a San Francisco de Asís y sus hermanos los animales, y cómo no vamos a llamar nosotros "hermanos en la creación" a otras criaturas... Habla de nosotros y de otras presuntas razas inteligentes y desliza que debemos ser la única que ha caído en pecado, porque de lo contrario Dios tendría que haber enviado a cada una un redentor (llamémoslo un Jesús alienígena o Cristo ET), proposición blasfema si las hay, porque Dios es una trinidad, no una vulgar familia numerosa. Para que no sintamos pena por los extraterrestres, nos consuela diciendo que si llegan a estar en pecado la misericordia de Dios se encargará de ellos de alguna otra manera.

Son increíbles las proezas mentales que hay que realizar, supongo, para encorsetar una ciencia como la astronomía en un sistema de creencias tan complicado como rígido. Leyendo lo anterior me acordé de las divertidísimas (a su manera) y sesudas disquisiciones de Borges sobre teología, tema que lo apasionaba como juego de fantasía y como testimonio de la imaginación del hombre. Lástima que el astrónomo del Vaticano lo diga en serio.

miércoles, 7 de mayo de 2008

León Ferrari expone

Anoche fui a ver una muestra retrospectiva del artista plástico León Ferrari [ver también León Ferrari en Wikipedia]. Era el día de la inauguración y el Museo de Bellas Artes Juan B. Castagnino estaba repleto. Ferrari, que tiene 88 años, estaba enfermo y no pudo asistir.

Ferrari es por sobre todo un polemista. Fieramente antirreligioso, sus exposiciones suelen provocar revuelo entre los hipersensibles fundamentalistas que conforman una mínima parte de los católicos argentinos pero que tienen una voz desproporcionadamente potente dentro de la Iglesia (hace unos años, unos energúmenos rompieron algunas de sus obras en un museo al grito de "Cristo vence").

Ferrari es impiadoso y superficialmente infantil en sus críticas. La más famosa de sus obras y la primera que causó polémica es un Cristo crucificado sobre un modelo de avión caza norteamericano. Otras combinan vírgenes (Marías) y preservativos (condones), o yuxtaponen fotos de obispos y cardenales con imaginería nazi. Digo "superficialmente", no obstante, porque en el fondo hay algo más. Ferrari no es solamente un anticatólico, anticristiano, o un ateo furioso. El hombre sabe de qué está hablando.

Ante un pedido de censura de una de sus obras antibélicas, proferido por un cronista de un diario conservador, Ferrari contestó en una larga carta donde defendía al arte como creador de polémica. Si no causara nada en el que lo viese, dijo, si no tuviera el potencial de ofender, el arte se reduciría a producir "adornos para generales". Y si lo polémico y contestatario no puede ser arte, si va a ser censurado por querer ser arte, entonces, dijo, le quito esa etiqueta y lo llamo de otra forma.

Aquella muestra del año 1965 se llamaba "Civilización Occidental y Cristiana". Ferrari atacaba allí la hipocresía de una cultura que se dice avanzada, iluminada, con valores surgidos de una religión basada en el amor, y que sin embargo es profundamente desigual, injusta por donde se la mire, y adicta a la peor violencia: la guerra, que desde hace medio siglo es de ricos contra pobres, de países poderosos contra países débiles, de generales con tecnología contra campesinos con palos y piedras.

Otra parte de la muestra original de Ferrari consistía en una gallina viva en una jaula, que dejaba caer sus excrementos sobre un cuadro representando una ilustración clásica del infierno, o del Apocalipsis. La Sociedad Protectora de Animales se quejó, como suele suceder, por la presencia de la gallina. Ferrari contestó que en todo caso él podía devolver la gallina a donde la encontró, donde viviría en una jaula mucho más pequeña y a la espera de que algún otro viniera, la comprara y se la llevara para matarla y comérsela, y reprochó a los que, como esta persona de la SPA, protestan contra la exposición pública de las cosas desagradables pero no hacen nada contra la existencia de esas cosas.

Otras obras enfatizan la duplicidad del discurso cristiano, que es el discurso con el que nuestra cultura fue criada, utilizando titulares de L'Osservatore Romano (el órgano de prensa oficial del Vaticano) combinados con los magistrales dibujos de escenas de la Biblia de Doré; por ejemplo, el Papa habla de los niños y la familia, y bajo el titular aparece la ilustración de la escena del Antiguo Testamento donde unos niños son destrozados por unos osos enviados por Jehová por burlarse de un profeta que predicaba por el camino.

La reflexión más profunda de León Ferrari sobre nuestra civilización es la forma en que desde el discurso del cristianismo planteamos la historia como un interludio "entre dos episodios judiciales": el primero, el castigo y expulsión del Paraíso por desobedecer al celoso y arbitrario Dios del Antiguo Testamento; y el segundo, el Juicio Final, donde Dios permitirá horribles sufrimientos a sus hijos, luego Jesús vendrá a salvar a unos pocos, y el resto iremos al infierno para ser, nuevamente, castigados, esta vez por toda la eternidad.

A un lado de esta nota explicatoria, sobre un cuadro clásico que representa este horrendo ciclo, Ferrari pone una jaula con tres pequeños pajaritos, que expresan por él su opinión... cagándose en los mitos judeocristianos.

Creo que merece un aplauso.

domingo, 4 de mayo de 2008

Alerta especial: El Islam y su laberinto

Algunas cositas para que los musulmanes no crean que me olvido de su religión.

En Irán un clérigo islámico pide al gobierno que se censure la importación de la muñeca Barbie, de los superhéroes Spiderman y Batman, del niño mago Harry Potter, y otros productos mercantiles/culturales similares, por su "nefasta influencia" sobre los niños. Se detecta un mayor encono contra la fémina de plástico; los otros al menos son hombres, aunque no tengan la barba que todo macho decente debe tener (ver abajo) y a dos de ellos les guste ponerse ropa demasiado ajustada.

Barbie, en cambio, es absolutamente incompatible con el modelo islámico de mujer. O más sencillamente, es mujer y está ahí, en público, ¡y se ven sus talones!. Resulta irónico que este personaje, que aquí en Occidente representa la infantilización de la mujer, su transformación en objeto erótico y su sumisión a estándares de belleza imposibles, en el mundo islámico sea vista como escandalosamente liberal.

Pasando al siguiente punto de la lista de absurdeces, hay un revuelo en Argelia sobre las fotografías de los pasaportes (lo reporta la insondable WebIslam). Resulta que, como es costumbre en muchos países, la cara del sujeto debe estar razonablemente descubierta para sacarse la foto del pasaporte; y como además en Argelia hubo un brote de terrorismo importante hace unos años, se puso como regla que los hombres debían ir afeitados, y las mujeres sin velo.

Los fundamentalistas tienen como característica común y muy curiosa el preocuparse por menudencias absurdas y despreocuparse por los temas importantes. En este caso, una fijación con la modestia de la mujer ha hecho que la Asociación Argelina de Científicos Musulmanes emita una fatwa donde reafirman que las mujeres solamente pueden mostrar su cara (no el cuello, ni el cabello), y dicen que "la prohibición de velos y barbas en fotografías oficiales amenaza la paz y la reconciliación nacional."

Se armó un revuelo secundario cuando otros dijeron que la Asociación no tiene autoridad para pronunciar fatwas, y hay encima de esto un gran lío sobre la necesidad o no de tener una autoridad religiosa nacional (un "gran mufti") que se reserve el derecho de dar cátedra de esta forma sobre temas tan esenciales para la vida nacional, de manera que no salgan clérigos y grupos islámicos de dudosa procedencia a largarse con fatwas en un sentido u otro cada vez que se les ocurra.

Para que nadie vaya a creer que esto no es serio, traigo a colación un artículo, Las 1.001 fetuas, de El País (España), que habla de la proliferación de estos decretos islámicos (fetua, fetwa, fatua, fatwa, son todas variantes de la misma palabra) que van desde lo ridículo hasta lo aterrador, como uno que llamar a ejecutar a un par de periodistas por sugerir que los cristianos y judíos no deberían ser llamados "infieles" ya que son monoteístas, y otro que anima a matar funcionarios daneses por lo de las caricaturas de Mahoma. Entre las fatwas más ridículas, por su contenido o por el revuelo suscitado, está una "liberal" que declara que "no es ilícito consumir bebidas que contienen un pequeño porcentaje de alcohol obtenido mediante fermentación natural", como ciertas bebidas para deportistas. Y también hay una que conmina a los laboratorios de análisis médicos a no etiquetar los frascos con muestras de orina, heces y sangre con los nombres de los pacientes si éstos contienen referencias a Alá o a Su Profeta (cosa complicada porque la mitad de los nombres árabes significan "esclavo de Alá, sirviente de Alá, Alá es grande, Alá es divertido, Alá y yo somos amigos, me cae re-bien Alá", etc.).

El mismo clérigo "liberal" que lanzó la fatwa sobre el alcohol, y que parece que es un tipo muy prudente, recomienda a los musulmanes que no tarden tanto para rezar. El musulmán tiene que rezar cinco veces al día mirando hacia La Meca, lo cual ha hecho surgir toda una serie de complicaciones, desde brújulas y aparatos electrónicos a tal fin para señalar dónde queda la ciudad sagrada, pasando por alfombritas y felpudos para postrarse, hasta conflictos laborales por este asunto de que cada tanto el musulmán tiene que dejar todo lo que está haciendo para murmurar sus plegarias, aunque esté en el quirófano u operando una grúa. Como es asunto religioso, en la Europa llena de inmigrantes musulmanes de hoy se les da amplia licencia para que estas prácticas mágicas interfieran con su trabajo, pero ya hay muchos patrones y empleados no musulmanes que se quejan de que los seguidores de Mahoma, con el pretexto de rezar, en realidad se toman descansos de quince o veinte minutos cuando les parece.

No nos sonriamos, por favor, y si hay algún cristiano o católico leyendo este blog, menos que menos, porque ustedes todavía escuchan al cura cuando van a la iglesia una vez al año, y tienen miedo de irse al infierno si comen un bife o una morcilla un viernes de Cuaresma.

jueves, 1 de mayo de 2008

Alerta 19: Día del Trabajo y la Oración

Manos unidas en oraciónHoy, Día del Trabajador en casi todos los países del mundo, la mayoría de los argentinos nos quedamos en casa celebrando el feriado. Personalmente me sentí como si fuera un domingo muy tranquilo, con empanadas y asado al mediodía, con la desventaja de que mañana es en realidad viernes pero se siente como si fuera lunes. Como es habitual, hubo misas y expresiones de agradecimiento a la deidad católica y algunos de sus dioses menores santos en muchos puntos del país.

Aquí en Rosario, por ejemplo, el arzobispo Mollaghan dio una misa en honor a San José Obrero. San José es el mítico padre del niño Jesús, padre adoptivo por supuesto, a quien el destino cruel le deparó no sólo que su mujer le metiera los cuernos con el Espíritu Santo, sino también abstenerse de hacer lo que hacen los maridos con sus mujeres para que la susodicha siguiera siendo Virgen y no sólo María. Obrero le dicen cuando quieren enfatizar que fue un trabajador empedernido. ¿Qué iba a hacer, si no trabajar? No podía tocar a su mujer y encima tenía que alimentar al hijo que Dios le había metido en la casa...

Pero me aparto del tema. Lo que quería preguntarme era: ¿qué hizo San José cuando la desocupación pasó del 20% en Argentina, no hace todavía ni diez años? ¿Por qué lo honramos ahora? ¿Cómo hace exactamente San José para ayudarnos? ¿Antes era obrero, y ahora que está al lado de Dios, el Gran Patrón, es como una especie de sindicalista o delegado gremial?

En Jujuy, al noroeste del país, el obispo Palentini dio una misa en honor de los trabajadores (mejor, eso) y dijo que "el trabajo dignifica", frase que me resulta terriblemente conveniente para los empleadores pero muy poco para los empleados, con muy contadas excepciones en los privilegiados lugares del planeta donde las leyes protegen a los que cobran un sueldo. Aquí en Argentina, el trabajo mantiene, cansa, explota, enferma y a veces mata, pero en muy pocos casos aporta dignidad.

Un obispo, ¿trabaja? Es decir, más allá de papelerío y requerimientos litúrgicos y cosas así. Siempre me pareció que los requerimientos para el clero pueden ser muy estrictos, pero los beneficios son suculentos; en efecto, desde que Saulo de Tarso, luego conocido como Pablo (y autonombrado apóstol), argumentó que él y los demás que llevaban la palabra de Cristo merecían ser mantenidos por la comunidad donde iban a predicar (hay que admirar a este tipo, era un verdadero maestro de la política). Un sacerdote u obispo tienen ciertas responsabilidades, pero muy pocos deben realmente dar cuenta de sus actos a un superior. Hacerse cura es una excelente salida para aquél que no sepa hacer nada útil en el mundo real y no quiera molestarse en aprender. Hay que bancarse unos años de latín, griego y teología, y hacer o fingir abstinencia de sexo, pero una vez establecidos, los feligreses deberán encargarse de nuestro bienestar: "¿Acaso no tenemos derecho a comer y a beber?" (Pablo dixit).

Entretanto en la bizarra tierra septentrional conocida como Estados Unidos, el presidente elegido por Dios y la Corte Suprema, George W. Bush, y muchos de sus correligionarios en todo el país, celebran el Día Nacional de la Oración (National Day of Prayer), que es el primer jueves de mayo. El Día del Trabajador no se celebra el 1º de mayo allí, porque es la conmemoración de la matanza de un grupo de trabajadores que luchaban por sus derechos, o sea, inmundos malvados comunistas.

Es casi terrorífico leer la proclama del Día de la Oración de este año, donde Bush dice que su país depende de Dios y pone el futuro del mismo en sus manos (las de Dios). Alguien debería decirle que el futuro de su país (y en parte, del mundo) se lo pusieron a él, George W. Bush, en sus manos, y todos esperamos que se haga cargo, o que al menos no lo haga volar por los aires en lo poco que le queda de mandato. Es casi una suerte que en realidad el país más poderoso del mundo esté manejado por el complejo militar-industrial y sus lobbistas. Ellos no le permitirían a este chiflado que apretase el "botón rojo" si se le cruzara la idea de que su dios le está diciendo que lo haga.