Fui a un centro de embarazo en crisis y lo que vi te impresionará
Cuando era chica quería ser Alicia, de Alicia en el País de las Maravillas, y escapar a otro mundo, caer por el agujero del conejo hacia una tierra de fantasía donde podría combatir a la Reina de Corazones para devolverle la dignidad al País de las Maravillas. Era demasiado joven para entender que la historia de Lewis Carroll tenía un subtexto más oscuro y que el País de las Maravillas no era lo que parecía. Años más tarde, mantengo la curiosidad de Alicia acerca del mundo que me rodea, y decidí investigar un centro para embarazadas en crisis (CEC) que está actualmente en el foco de una investigación del FBI. Lo que encontré fue más perturbador de lo que imaginaba.
El CEC que visité se llama EMC FrontLine, opera en la actualidad en 12 puntos de la ciudad de New York y se enorgullece de estar “en el frente de la batalla por la vida en la capital estadounidense del aborto”. Su presidente Chris Slattery y sus clínicas, acusados de brindar información médicamente falsa a sus clientes sobre el aborto y la anticoncepción, están hoy en el fodo de una investigación del Grupo de Tareas Conjunto para el Terrorismo Local del FBI.
Decidí concertar una cita en la clínica que Frontline tiene en el South Bronx para conocer algo más sobre su forma de operar. Entré a la clínica, que es vecina a un salón de tatuajes (desagradable), y fui guiada por dos mujeres (que nunca se presentaron por su nombre) hasta una habitación pequeña con un televisor, un reproductor de DVD, pinturas del Arca de Noé y dos cajas gigantes de muñecos de fetos. Fetos grandes, fetos chicos, ¡algo para todos!
Una mujer se sentó y comenzó a preguntarme información personal: nombre, edad, domicilio, si estaba bautizada, con quién vivía, si tenía novio, mi estado civil; lo habitual.
“¿Cómo se llama él?”, preguntó. Después de pedirle que aclarara a quién se refería exactamente, dijo: “El hombre con quien tuviste relaciones.” Le dije que no quería decirle y ella insistió.
“Tenés que decirme. Necesito esa información por si quiero seguir tu caso”, me rogó. Le di un nombre falso y seguimos adelante. Comenzó a hacerme más preguntas personales sobre el padre ficticio del bebé: qué quiere él que haga con el bebé, por cuánto tiempo lo he conocido, cómo es nuestra relación. Cuando le dije que él quería que abortara, su respuesta fue la que esperaba: franca y alineada con la postura pro-vida de la clínica.
“Oh, no, eso no es bueno”, dijo, sacudiendo la cabeza y con los ojos muy abiertos.
Me guiaron a un baño sucio decorado con más imágenes de mujeres y niños, donde me indicaron que tenía que darles una muestra de orina. Así que ahí estaba, meando en un vasito, sabiendo que no estaba embarazada, tomando notas mientras me sentaba en el inodoro y sintiendo asco ante la idea de que mi cartera estaba apoyada en un piso que se veía como si nunca le hubieran pasado un trapo.
Salí del baño luego de dejar el vasito en un estante y comencé a ir hacia la habitación donde había estado antes. La misma mujer que me había pedido la información personal me llamó y me señaló el vasito con orina mientras me alcanzaba un gotero.
“Poné cinco gotitas acá”, me ordenó, mientras me señalaba un test de embarazo. Procedí a testear mi propia orina, en un pasillo abierto, con otras dos mujeres mirando, apoyadas en las paredes.
Antes de determinar mi estado de embarazo, vi una película de 25 minutos sobre las consecuencias del aborto. El narrador (un hombre) describió posibles efectos adversos, incluyendo cómo el daño colateral de un aborto puede llevar a que mis intestinos fueran succionados a través de mi vagina, y de cómo “la mayoría de las mujeres” que sufren “complicaciones de la sangre” “mueren”. Entre las insinuaciones redundantes sobre la muerte y el desmembramiento animado de un feto a término no hubo ninguna mención del hecho de que los abortos son un procedimiento médico común y seguro que rara vez produce complicaciones serias.
Luego de que terminara el video y la mujer me dijera que no estaba embarazada, me preguntó cómo me había hecho sentir el video; mintiendo descaradamente le dije que me parecía que el aborto no es seguro.
“Sí. Es muy difícil porque esta cosita dentro tuyo está viva, y ¿quién sos para decidir quién vive y quién muere?”, dijo, estirando la mano para agarrar una caja de terciopelo. La abrió y comenzó a leer de una tarjeta que había dentro.
“Éste es un feto a las siete semanas. Y éste es un feto a las diez semanas. Y pueden sentir dolor”, recitó, mientras ponía sobre la mesa dos figuras de fetos.
En ese momento una mujer mayor entró en la habitación. Se presentó (fue la única empleada que lo hizo) y se inclinó sobre la mesa frente a mí.
“Voy a hacerte una pregunta muy personal y no quiero que respondas. Sos una mujer joven, linda, inteligente. ¿Por qué te entregás sexualmente?”, preguntó, inclinando la cabeza a un lado.
Hmmm, ¿porque el sexo es divertido? Lo de tratarme de prostituta para avergonzarme fue realmente como el moño encima del paquete. No quería que le respondiera sino que me quedara ahí sentada mientras me sermoneaban por tener sexo antes del matrimonio.
Al salir de la clínica las mujeres me dieron textos pro-vida que me suplicaban cuestionar “la salida fácil”. No sé si fue el calor o mi experiencia en EMC, pero sentía náuseas mientras me subía al tren que iba al centro. No había asientos libres y me quedé parada tomada de un barral, pensando en lo que había presenciado. Eché una mirada hacia arriba y noté un anuncio de Choices Clinic, la primera clínica de abortos de la ciudad que brinda acceso seguro a abortos y también a cuidado ginecológico y prenatal.
“Cuando llegue a casa escribiré un libro sobre este lugar… si alguna vez llego a casa”, dice Alicia mientras recorre sin rumbo el País de las Maravillas. Si bien mi historia no vale una novela, es importante que las jóvenes y mujeres conozcan la verdad sobre este centro de embarazos en crisis. El País de las Maravillas no era nunca lo que parecía, y tampoco lo es Frontline.
martes, 30 de julio de 2013
Lo que hay detrás de los “centros para mujeres embarazadas en crisis”
Hace unos días la página de Facebook Yo apoyo la ley de despenalización del aborto en la Argentina puso en su muro una nota de Jaclyn Munson, escritora, investigadora y activista por los derechos de la mujer, sobre una de las tácticas que el movimiento antiabortista en Estados Unidos utiliza en su guerra contra las mujeres. La nota se titula I Went to a Crisis Pregnancy Center and What I Saw Will Shock You y trata de la experiencia personal de Munson en un “centro para mujeres embarazadas en crisis”, nombre que reciben los establecimientos, generalmente fachadas de grupos religiosos, donde terminan por falta de mejor lugar muchas mujeres jóvenes y preocupadas o desesperadas por un embarazo no planeado. La gente de Yo apoyo… pedía una traducción al castellano y yo se la ofrecí. La comparto aquí para ustedes.
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viernes, 26 de julio de 2013
León Ferrari (1920–2013)
Este jueves murió, a los 92 años, León Ferrari. No voy a ofrecer aquí una semblanza ni un panegírico. Jamás fui un fan de Ferrari, no seguí ansioso su vida ni su arte, y no voy a unirme al coro de los que descubren qué magnífica era una persona en el instante en que leen su aviso fúnebre. Pero sí puedo recordar a Ferrari en su rol de catalizador de pensamientos, de sacudidor de confianzas.
Las obras de Ferrari que yo más recuerdo giran en torno a un eje: los métodos de los poderes totalitarios. En sus cuadros, collages, intervenciones, se muestran el desprecio por la vida humana, el empleo del terror para apagar los pensamientos independientes, la justificación ideológica del genocidio y la tortura. Allí se mezclan el recuerdo implacable de la dictadura argentina, la colaboración de la Iglesia Católica con el genocidio y la trayectoria represiva de esta última desde sus inicios en el poder.
A veces Ferrari neutraliza la crudeza de sus imágenes con algo que puede ser tanto humor como desconcierto, como en su conocida escenificación en la que se permite a unos cuantos pájaros, en una amplia jaula, cubrir de a poco con sus excrementos grandes reproducciones del Juicio Final de Fra Angélico, El Bosco y Giotto. Estas antiguas obras no tenían originalmente el propósito de suscitar admiración por su técnica: eran comisionadas por personas que creían firmemente en un Dios que vendría a la Tierra a destruirla, salvando a unos pocos escogidos y torturando horriblemente y para toda la eternidad al resto; eran pintadas por personas que también lo creían y expuestas para reforzar esas creencias, ese temor abyecto, en los fieles, de manera que reprimieran toda tentación de apartarse de la obediencia a la jerarquía eclesiástica y a los monarcas por ella ungidos. Que hoy podamos contemplar con distanciamiento estético esos Juicios Finales (y esas crucifixiones y estigmas y corazones atravesados y demás parafernalia de la obsesión católica con el sufrimiento y el sacrificio), que podamos verlos como hermosas y horribles a la vez pero sin temor, lo debemos a siglos de rebelión, de ciencia corrosiva de dogmas, de creciente escepticismo, de filosofía liberada de la teología; se lo debemos a quienes se atrevieron a burlarse, a ironizar, a abstraer esas ideas tenebrosas de toda solemnidad protectora, a distanciarse y reelaborarlas… y finalmente, hasta a hacer arte satírico, subversivo, con ellas.
Muchos en Argentina recuerdan cómo el mismo Jorge Bergoglio que hoy es saludado por creyentes de todas las religiones y hasta muchos agnósticos y ateos como un revolucionario o un renovador operó a través de un grupo de sacerdotes para que se censurara una muestra de León Ferrari en Buenos Aires, que fue luego asaltada por fanáticos católicos y que Ferrari decidió cerrar anticipadamente. No es extraño que a Bergoglio le haya molestado la obra de Ferrari, que ridiculiza los dispositivos psicológicos que la Iglesia utiliza para atemorizar al vulgo (el Demonio, el embate metafísico del Mal), y que además toca el espinoso tema de la colaboración con los dictadores de la historia argentina reciente, tema sobre el cual no se dijo aún la última palabra en lo que a Bergoglio se refiere.
Ferrari murió el mismo día en que Bergoglio, el Papa Francisco, era vitoreado por cientos de miles de jóvenes en el multitudinario festival montado para él en Brasil. Es muy probable que la mayoría no sepa lo que Bergoglio hizo contra la obra de Ferrari, ni lo que Bergoglio hizo o dejó de hacer durante la dictadura que Ferrari denunció como aliada y amparada por la Iglesia; quizá ninguno de ellos quiera saberlo hoy, entre los cánticos y los vivas con que se idolatra a quien se nombra representante de Dios. En su arte, hecho contra ese alegre olvido, contra esa imperdonable falta de crítica, contra ese asentimiento distraído a las doctrinas que demandan sufrimiento, sumisión, temor y silencio, León Ferrari sigue vivo.
Las obras de Ferrari que yo más recuerdo giran en torno a un eje: los métodos de los poderes totalitarios. En sus cuadros, collages, intervenciones, se muestran el desprecio por la vida humana, el empleo del terror para apagar los pensamientos independientes, la justificación ideológica del genocidio y la tortura. Allí se mezclan el recuerdo implacable de la dictadura argentina, la colaboración de la Iglesia Católica con el genocidio y la trayectoria represiva de esta última desde sus inicios en el poder.
A veces Ferrari neutraliza la crudeza de sus imágenes con algo que puede ser tanto humor como desconcierto, como en su conocida escenificación en la que se permite a unos cuantos pájaros, en una amplia jaula, cubrir de a poco con sus excrementos grandes reproducciones del Juicio Final de Fra Angélico, El Bosco y Giotto. Estas antiguas obras no tenían originalmente el propósito de suscitar admiración por su técnica: eran comisionadas por personas que creían firmemente en un Dios que vendría a la Tierra a destruirla, salvando a unos pocos escogidos y torturando horriblemente y para toda la eternidad al resto; eran pintadas por personas que también lo creían y expuestas para reforzar esas creencias, ese temor abyecto, en los fieles, de manera que reprimieran toda tentación de apartarse de la obediencia a la jerarquía eclesiástica y a los monarcas por ella ungidos. Que hoy podamos contemplar con distanciamiento estético esos Juicios Finales (y esas crucifixiones y estigmas y corazones atravesados y demás parafernalia de la obsesión católica con el sufrimiento y el sacrificio), que podamos verlos como hermosas y horribles a la vez pero sin temor, lo debemos a siglos de rebelión, de ciencia corrosiva de dogmas, de creciente escepticismo, de filosofía liberada de la teología; se lo debemos a quienes se atrevieron a burlarse, a ironizar, a abstraer esas ideas tenebrosas de toda solemnidad protectora, a distanciarse y reelaborarlas… y finalmente, hasta a hacer arte satírico, subversivo, con ellas.
Muchos en Argentina recuerdan cómo el mismo Jorge Bergoglio que hoy es saludado por creyentes de todas las religiones y hasta muchos agnósticos y ateos como un revolucionario o un renovador operó a través de un grupo de sacerdotes para que se censurara una muestra de León Ferrari en Buenos Aires, que fue luego asaltada por fanáticos católicos y que Ferrari decidió cerrar anticipadamente. No es extraño que a Bergoglio le haya molestado la obra de Ferrari, que ridiculiza los dispositivos psicológicos que la Iglesia utiliza para atemorizar al vulgo (el Demonio, el embate metafísico del Mal), y que además toca el espinoso tema de la colaboración con los dictadores de la historia argentina reciente, tema sobre el cual no se dijo aún la última palabra en lo que a Bergoglio se refiere.
Ferrari murió el mismo día en que Bergoglio, el Papa Francisco, era vitoreado por cientos de miles de jóvenes en el multitudinario festival montado para él en Brasil. Es muy probable que la mayoría no sepa lo que Bergoglio hizo contra la obra de Ferrari, ni lo que Bergoglio hizo o dejó de hacer durante la dictadura que Ferrari denunció como aliada y amparada por la Iglesia; quizá ninguno de ellos quiera saberlo hoy, entre los cánticos y los vivas con que se idolatra a quien se nombra representante de Dios. En su arte, hecho contra ese alegre olvido, contra esa imperdonable falta de crítica, contra ese asentimiento distraído a las doctrinas que demandan sufrimiento, sumisión, temor y silencio, León Ferrari sigue vivo.
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martes, 23 de julio de 2013
Victimismo en las noticias católicas
El laicismo hace llorar a la Virgen. |
Hace diez días me puse a la tarea de determinar si esto era una impresión mía, causada por un sesgo de atención o por prejuicio o mala leche. Mi tema más habitual es la Iglesia Católica (por razones de proximidad) y mi fuente católica más habitual es ACI Prensa, por lo cual la elegí para un primer ensayo. Escribí un programita y con él bajé y recopilé texto y datos de exactamente 1000 artículos del sitio web de ACI, en orden secuencial hacia atrás, con fechas desde el 26 de abril hasta el 13 de julio de 2013; luego los fui leyendo rápidamente, uno a uno, marcándolos según fueran pertinentes o no al tema de la autovictimización.
El criterio para marcar un artículo como victimizador fue necesariamente amplio. Hubo muchos casos límite. Traté de errar contra mi sesgo antes que a favor de él, pero no dejé pasar las instancias de victimización aunque fueran breves.
ACI publica bastantes noticias sobre el aborto. Muchas de éstas son victimistas, porque los antimujeres emplean una táctica que consiste en tratar a las mujeres como víctimas de circunstancias que las impulsan al aborto, para luego simular identificarse con ellas. También son en cierto sentido victimistas las noticias sobre aborto que enfatizan la necesidad de proteger a los “niños” (embriones y fetos). Sin embargo, sólo consideré para mi estudio aquellas noticias relacionadas al aborto que traten de los antiabortistas como víctimas o que transformen explícitamente el asunto de los fetos en un clamor por sus supuestos derechos humanos.
San Esteban, lapidado por el lobby gay. |
No incluí en la categoría victimista aquellas noticias donde hubiese víctimas o daños objetivos, concretos, por más que la intención manifiesta fuera la victimización, como es el caso de los reportes de cristianos perseguidos o asesinados en Medio Oriente, India, Pakistán, China, etc. Sí las incluí cuando se mezclaron adrede esta clase de incidentes con falsas víctimas, como (por ejemplo) católicos sancionados por discriminar a homosexuales.
Tampoco consideré los reportes de ofensas a los sentimientos religiosos como victimistas salvo cuando el tono de la noticia fuese claramente tal y no de indignación.
Una vez por día ACI publica un artículo que es un simple resumen de los artículos del día; descarté éstos y me quedé con los 950 restantes. Había otros 20 artículos que consistían en un breve anuncio de que el Papa había nombrado un nuevo obispo, sin más apreciaciones, pero los dejé estar, al igual que pares duplicados donde un artículo consistía en un video relacionado con una noticia publicada aparte. También mantuve los artículos que fueran reproducciones textuales de homilías o documentos. Tenga el lector en cuenta que estamos en un momento muy particular: en estos últimos meses ACI, como todas las agencias católicas, ha dedicado gran parte de su espacio a noticias del estilo “Francisco sorprende otra vez al mundo al agacharse para levantar un pañuelo y devolvérselo al cardenal Fulano”.
¿Cuál fue el resultado? Exactamente cincuenta artículos autovictimizadores, es decir, poco más del 5%, en setenta y ocho días, o sea aproximadamente uno cada día y medio.
Es obvio que la autovictimización no es tan frecuente como yo percibía; por otro lado, no sé si publicar un alegato victimista por cada 19 artículos, o cuatro artículos victimistas por semana, es objetivamente mucho o poco. Supongo que todo depende de la posición de quien los escribe. Cuando se trata, como en ACI Prensa, de católicos españoles de derecha, es difícil creer que tengan tanto de qué quejarse, salvo (desde luego) por comparación con tiempos más felices para ellos, como la dictadura fascista de Franco o las épocas de esplendor de la Inquisición.
Mártires víctimas de la intolerancia religiosa en España. |
Ser (sentirse) una víctima es inherente al cristianismo, señal de que el creyente está haciendo lo que Dios desea y el mundo desprecia, como Jesús mismo presagió a sus seguidores, pero en ninguna parte se ve que Jesús les haya mandado a armar un espectáculo de su supuesto sufrimiento.
A continuación les dejo los links de los artículos que seleccioné.
- "Día oscuro" para Irlanda tras aprobación de ley del aborto
- Ante presiones del lobby gay y del aborto laicos bolivianos piden defender vida y familia
- Cardenal Dolan: Mandato abortista de Obama sigue amenazando libertad religiosa en EEUU
- Eliminan en Croacia educación sexual que incentivaba la masturbación en niños
- Organización para la Seguridad y Cooperación Europea rechaza promoción activa de homosexualidad
- VIDEO: ¿Cómo se vive la fe a los 20 años?
- Autoridad vaticana: "El principal problema de la familia es una cierta cultura que quiere abolirla"
- Abusos en EEUU: Cardenal Dolan rechaza acusaciones "desacreditadas"
- VIDEO: Obispo defiende a joven encarcelado por oponerse a uniones gay en Francia
- Alcalde prefiere cárcel antes que celebrar la “farsa” del matrimonio gay
- Productores de Bollywood se disculpan por filme que ofende a cristianos y retiran escena
- EEUU: Iglesia llama a “redoblar esfuerzos” ante aval de Corte Suprema a uniones gay
- Corte Suprema de EEUU obliga a reconocer "matrimonio" gay
- Publican en España libro sobre libertad religiosa y cristianos perseguidos
- 20 organizaciones rechazan lobby del aborto que busca vulnerar derechos de niños en Perú
- Duras críticas a Parlamento Andino por apoyo al aborto y discriminación contra católicos
- Mons. Fernández critica intolerancia contra educación católica en España
- Italia: Piden no “humillar” al matrimonio con proyecto de ley de uniones de hecho
- Iglesia en Colombia: No se puede obligar a notarios y jueces a formalizar uniones gay
- Foro del Parlamento Andino exige discriminar a católicos de la vida pública
- Con una mitra en la cabeza joven universitaria reparte condones semidesnuda
- Parlamento de Rusia aprueba norma para proteger sentimientos religiosos
- Convención pro gay de OEA atenta contra libertad de expresión, advierten
- Obispo resalta coraje de madre católica asesinada por joven gay en EEUU
- VIDEO: Joven cambia discurso de graduación por Padrenuestro pese a prohibición en EEUU
- VIDEO: Lobby gay y del aborto ante OEA intenta boicotear declaración pro vida y pro familia
- Con aborto y agenda gay OEA viola derechos fundamentales, alertan
- EEUU: Denuncian acoso e intimidación del gobierno a pro-vidas
- Gobierno español destina casi 2 millones de dólares a activismo gay, pro aborto y laicista
- Juristas argentinos cuestionan proyecto de ley de fecundación asistida
- Ante violencia feminista radical “Antígonas” promueven auténtica dignidad de la mujer
- Legionarios de Cristo y Regnum Christi en etapa de penitencia y oración
- Denuncian aumento de discriminación contra cristianos en países de la OSCE
- Cuando "todo es bello" algo no funciona en la vida cristiana, dice el Papa Francisco
- Ante "matrimonio" gay en Francia Obispos piden oración y lucha por la familia
- Obispo incide en derecho de padres a educar a sus hijos según sus convicciones
- EEUU: Dejarían sin fondos a agencias que no den niños en adopción a parejas gays
- Reunirán un millón de firmas en un manifiesto en defensa del derecho a la vida
- Mons. Fernández exhorta a no callar el genocidio del aborto
- México: Denuncian intolerancia religiosa en Universidad Latinoamericana
- Marcelo Diez, el argentino cuya vida se ve amenazada por falsa “muerte digna”
- Ayuda a la Iglesia Necesitada premia a azafata despedida por llevar crucifijo al cuello
- Argentina: Apoyan a Obispo que defiende vida de joven con inconsciencia permanente
- Organizan Jornada de quince días por la Libertad Religiosa en EEUU
- Perú: Municipalidad busca aprobar "ordenanza gay" en día de Virgen de Fátima
- Concytec deja sin efecto polémica norma que prohibía imágenes religiosas
- Obispo pide que confíen a la Iglesia vida de joven en estado de inconsciencia permanente
- Norma que destierra objetos religiosos en Perú es inconstitucional, dice experto
- Perú: Prohibición de imágenes religiosas es “inicio de discriminación de la fe”, denuncia Arzobispo
- Tras ataque a Arzobispo, piden detener toda forma de intolerancia religiosa
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viernes, 19 de julio de 2013
La Iglesia del mundo del revés
Estoy revisando centenares de noticias viejas de ACI Prensa para un pequeño proyecto del que pronto hablaré, y me encontré con algo que casi me hace atragantarme de risa y de indignación al mismo tiempo. El titular:
¿“Católicos en India rezan con el Papa para poner fin a violencia contra mujeres”? ¿Los mismos católicos que dejan morir a las mujeres con tal de no permitirles abortar? ¿Los mismos que consideran que la violación dentro del matrimonio no es una verdadera violación? ¿Rezan para poner fin a la violencia? ¿Esperan que rezar sirva para algo? (Claro que lo esperan, seguro, pero bien estaría recordar aquello de “A Dios rogando y con el mazo dando”, incluso si el Papa suma su apoyo al ruego.) Seguí leyendo un poco más y encontré el párrafo que me hizo carcajear. Estaba entre comillas pero no quedaba muy claro si eran las palabras reales del citado arzobispo de Bombay, el cardenal Oswald Gracias. La fuente era la agencia Fides, uno de los más antiguos órganos de autobombo de la Iglesia Católica. Lo busqué y allí estaba:
“La Iglesia católica está a la vanguardia en la promoción de la igualdad de género.” No, no leíste mal. A la vanguardia. De la igualdad de género.
Y hay más:
Claro está que en la India la discriminación a las mujeres no es culpa del catolicismo. Allí una religión mucho más antigua que el cristianismo ya se encargó hace milenios del trabajo de deshumanizar a las mujeres, y una algo más nueva que el cristianismo, pero surgida de la misma raíz misógina, compite con aquélla para ver cuál las esclaviza más. Cada una canaliza y promueve el odio a la mujer de una forma diferente, aunque en el fondo los detalles se confunden. Sólo en un lugar como la India puede considerarse al catolicismo como beneficioso para las mujeres, aunque más no sea porque ni el sati ni los “crímenes de honor” son prácticas aceptadas o promovidas por la Iglesia Católica.
¿“Católicos en India rezan con el Papa para poner fin a violencia contra mujeres”? ¿Los mismos católicos que dejan morir a las mujeres con tal de no permitirles abortar? ¿Los mismos que consideran que la violación dentro del matrimonio no es una verdadera violación? ¿Rezan para poner fin a la violencia? ¿Esperan que rezar sirva para algo? (Claro que lo esperan, seguro, pero bien estaría recordar aquello de “A Dios rogando y con el mazo dando”, incluso si el Papa suma su apoyo al ruego.) Seguí leyendo un poco más y encontré el párrafo que me hizo carcajear. Estaba entre comillas pero no quedaba muy claro si eran las palabras reales del citado arzobispo de Bombay, el cardenal Oswald Gracias. La fuente era la agencia Fides, uno de los más antiguos órganos de autobombo de la Iglesia Católica. Lo busqué y allí estaba:
“La Iglesia católica está a la vanguardia en la promoción de la igualdad de género.” No, no leíste mal. A la vanguardia. De la igualdad de género.
Y hay más:
“Sin embargo, el camino por recorrer aún es largo: la mentalidad patriarcal tiene que cambiar, tenemos que acabar con la discriminación de género y dar igualdad de dignidad a las mujeres.”No sé en qué plano de la realidad habita el cardenal Gracias o cómo se conectan sus neuronas para producir en él la idea de que “acabar con la discriminación de género” es compatible con la manera en que el catolicismo predica incesantemente contra la igualdad entre las mujeres y los hombres desde siempre, antes condenando a la mujer sin más trámite a la sumisión y el silencio, hoy mucho más políticamente dedicándole alabanzas cuando elige ser virgen o madre, de ser posible prolífica, y mejor aún si lo es siendo pobre, ignorante, enferma o las tres cosas; elevándola a los altares cuando se deja morir por no abortar, aunque deje atrás y desamparada a una familia numerosa; y haciendo todo lo posible para que el lugar de la mujer no salga de las famosas tres K que la propaganda imperial alemana recomendaba a fines del siglo XIX: Kinder, Küche, Kirche — los niños, la cocina y la iglesia.
Claro está que en la India la discriminación a las mujeres no es culpa del catolicismo. Allí una religión mucho más antigua que el cristianismo ya se encargó hace milenios del trabajo de deshumanizar a las mujeres, y una algo más nueva que el cristianismo, pero surgida de la misma raíz misógina, compite con aquélla para ver cuál las esclaviza más. Cada una canaliza y promueve el odio a la mujer de una forma diferente, aunque en el fondo los detalles se confunden. Sólo en un lugar como la India puede considerarse al catolicismo como beneficioso para las mujeres, aunque más no sea porque ni el sati ni los “crímenes de honor” son prácticas aceptadas o promovidas por la Iglesia Católica.
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lunes, 15 de julio de 2013
Irlanda permite el aborto en caso de riesgo de vida para la mujer
Luego de años de reclamos y de muchas muertes evitables, como la de Savita Halappanavar, la Dáil Éireann (cámara baja del parlamento irlandés) aprobó el 11 de julio una nueva ley que permite explícitamente el aborto en los casos en que la vida de la mujer corra peligro, incluyendo la amenaza cierta de suicidio por parte de la misma en caso de no poder interrumpir el embarazo.
La ley es sumamente restrictiva (de hecho, se llama “Ley de Protección de la Vida Durante el Embarazo”) y en absoluto satisfactoria para las miles de mujeres que cada año se encuentran con un embarazo no deseado pero no corren riesgo de vida, pero representa un adelanto importantísimo en un país donde la Iglesia Católica sigue fuerte en su imposición del odio a las mujeres y el rechazo total a los derechos reproductivos. (En su cobertura de la noticia, Ophelia Benson comenta irónicamente que el legislador laborista Aodhán Ó Ríordáin “agradece a los que apoyaron el proyecto y expresa su alegría de que Irlanda haya entrado en la década de 1950”.) El debate sobre si es permisible salvar la vida de una mujer por medio de un aborto fue resuelto afirmativamente hace tiempo incluso en los países musulmanes, donde los obstáculos al aborto son socioculturales y logísticos más que legales.
Naturalmente, los amantes de los fetos están enojadísimos. ¿Cómo se atreve el parlamento de un país que les pertenece a legislar en favor de los contenedores que Dios creó para que gestaran a Sus bebés? La falta de empatía de los “pro-vida” roza lo psicopático.
Que hoy se siga hablando de una intención suicida como algo que no es parte de la salud física de una persona es simplemente resultado de la ignorancia y del dualismo mente-cuerpo que impregna nuestra cultura. Los estados psicológicos tienen su sustento en el cuerpo. Si una mujer embarazada amenaza con suicidarse y los psiquiatras determinan que la amenaza es cierta, estamos ante una persona con un problema de salud que pone en riesgo su vida tanto como cualquier enfermedad orgánica.
Al menos en Irlanda esta clase de trámite legislativo tiene un efecto saludable: los promotores del odio han salido todos de abajo de las piedras. El arzobispo Eamon Martin advirtió a los parlamentarios que apoyar la ley era votar “en cooperación con el demonio”. El primer ministro Enda Kenny recibió por correo cartas escritas en sangre y fetos de plástico. Durante el debate, varios miembros del partido conservador irlandés Fine Gael prefirieron renunciar antes que votar, junto con los laboristas, a favor de no dejar morir a las mujeres. Y como era de esperarse, el cardenal Sean Brady habló de una amenaza a la “libertad de expresión del pensamiento religioso”.
Que le digan eso a Savita Halappanavar, que murió mientras sus médicos, en completa libertad para hacer lo que debían hacer, le negaban asistencia porque Irlanda “es un país católico”.
La ley es sumamente restrictiva (de hecho, se llama “Ley de Protección de la Vida Durante el Embarazo”) y en absoluto satisfactoria para las miles de mujeres que cada año se encuentran con un embarazo no deseado pero no corren riesgo de vida, pero representa un adelanto importantísimo en un país donde la Iglesia Católica sigue fuerte en su imposición del odio a las mujeres y el rechazo total a los derechos reproductivos. (En su cobertura de la noticia, Ophelia Benson comenta irónicamente que el legislador laborista Aodhán Ó Ríordáin “agradece a los que apoyaron el proyecto y expresa su alegría de que Irlanda haya entrado en la década de 1950”.) El debate sobre si es permisible salvar la vida de una mujer por medio de un aborto fue resuelto afirmativamente hace tiempo incluso en los países musulmanes, donde los obstáculos al aborto son socioculturales y logísticos más que legales.
Naturalmente, los amantes de los fetos están enojadísimos. ¿Cómo se atreve el parlamento de un país que les pertenece a legislar en favor de los contenedores que Dios creó para que gestaran a Sus bebés? La falta de empatía de los “pro-vida” roza lo psicopático.
La portavoz del grupo pro-vida Youth Defence, Clare Molloy, calificó de "barbárica" la ley del aborto aprobada el 11 de julio por el Parlamento de Irlanda, que permitirá a mujeres acabar con la vida de su bebé si presentan un supuesto riesgo de suicidio.Youth Defence es un conglomerado de fanáticos católicos con vínculos con la extrema derecha, incluyendo el grupo neofascista Irlanda Nacionalista (cuyos miembros estuvieron tomando nombres y publicando fotos de manifestantes pro-derechos, o como ellos les llaman, la “basura de izquierda”) y fachadas neonazis como el Movimiento Derecha Democrática irlandés y el Partido Nacional Democrático alemán. Es esta clase de gente la que minimiza como “supuesto riesgo de suicidio” el horror de una mujer embarazada luego de una violación o que es psicológicamente incapaz de lidiar con un embarazo inesperado.
La vocera de Youth Defence denunció que esta ley "permite el asesinato directo de un bebé físicamente saludable, llevado por una madre físicamente saludable, y lo permite durante los nueve meses de embarazo".Es posible mentir más que esto, pero realmente no se me ocurre cómo. La ley sencillamente no permite eso. En general, si la vida de la mujer corre riesgo debido al embarazo y el feto es potencialmente viable fuera del útero, se induce el parto y se intenta que el bebé sobreviva. No se “aborta” a un feto a los nueve meses. Existe una zona gris, en torno al comienzo del tercer trimestre, en que algunas legislaciones permiten el aborto aun cuando el feto sea potencialmente viable. Tales casos son rarísimos pero, como en todos los casos, los profesionales médicos y la paciente deben entenderse entre sí a la luz de la ley. La “ventaja” de contar con una doctrina religiosa inflexible es que no es necesario pensar, ponderar alternativas, interpretar la ley o interrogar las propias convicciones morales: basta con negarse automáticamente, sin compasión, a lo que el dogma prohíbe.
Que hoy se siga hablando de una intención suicida como algo que no es parte de la salud física de una persona es simplemente resultado de la ignorancia y del dualismo mente-cuerpo que impregna nuestra cultura. Los estados psicológicos tienen su sustento en el cuerpo. Si una mujer embarazada amenaza con suicidarse y los psiquiatras determinan que la amenaza es cierta, estamos ante una persona con un problema de salud que pone en riesgo su vida tanto como cualquier enfermedad orgánica.
Al menos en Irlanda esta clase de trámite legislativo tiene un efecto saludable: los promotores del odio han salido todos de abajo de las piedras. El arzobispo Eamon Martin advirtió a los parlamentarios que apoyar la ley era votar “en cooperación con el demonio”. El primer ministro Enda Kenny recibió por correo cartas escritas en sangre y fetos de plástico. Durante el debate, varios miembros del partido conservador irlandés Fine Gael prefirieron renunciar antes que votar, junto con los laboristas, a favor de no dejar morir a las mujeres. Y como era de esperarse, el cardenal Sean Brady habló de una amenaza a la “libertad de expresión del pensamiento religioso”.
Que le digan eso a Savita Halappanavar, que murió mientras sus médicos, en completa libertad para hacer lo que debían hacer, le negaban asistencia porque Irlanda “es un país católico”.
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sábado, 13 de julio de 2013
ONU llamando al Vaticano
Como probablemente sepa el lector, el Vaticano ha sido llamado por la ONU a responder sobre una lista de puntos relacionados con los abusos sexuales a menores cometidos por sacerdotes, religiosas e instituciones de la Iglesia Católica. El Vaticano es miembro observador de la ONU y ha ratificado la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), por lo cual está obligado a responder. Hace 15 años que no lo hace y esta vez las preguntas son mucho más incisivas y detalladas que nunca. En 2011, presionado, el Vaticano amenazó con retirarse de la CDN, como indica EuroXpress:
En una nota para la Rationalist Association (la Asociación Racionalista del Reino Unido), Anna Vesterinen se pregunta, más bien retóricamente: “¿Está el Vaticano poniendo sus cosas en orden o encargándose de su imagen?”. Es que la coincidencia en el tiempo entre la convocatoria de las Naciones Unidas y este cambio legal no es —casi con seguridad— una verdadera coincidencia.
Los especialistas de Naciones Unidas preguntan para iniciar la lista de interrogantes si la «Iglesia católica reconoce estos casos de violencia sexual contra menores por parte de miembros del clero, sacerdotes y monjas de varios países» y les interroga sobre «informaciones detalladas en todos los casos».Casi al mismo tiempo nos encontramos con la noticia de que el Papa Francisco acaba de aprobar una importante reforma de las leyes penales de la Santa Sede, poniéndolas a tono con la legislación europea e internacional, y en particular agravando las penas para los abusadores y violadores de menores.
El CDN ha preguntado, por ejemplo, cómo estaba asegurándose el Vaticano de que los curas abusadores no tuvieran más contacto con niños y qué instrucciones había emitido la Santa Sede para asegurar que los casos conocidos por la Iglesia sean reportados a la policía.
Los expertos también investigan si la Iglesia ha silenciado a algunos niños víctimas de abusos sexuales y preguntan sobre la veracidad de las denuncias a la Iglesia en varios países, entre ellos Estados Unidos e Irlanda, donde ha sido acusada de trasladar a curas sospechosos de una diócesis a otra y de manejar el tema de manera secreta.
En su investigación también cuestionan las medidas adoptadas para prevenir y condenar los castigos corporales en algunas escuelas católicas y para evitar una educación de género discriminatoria en estos centros.
El comité también preguntó si la Iglesia había investigado el Asilo de las Magdalenas por las denuncias de tortura y tratos degradantes ocurridos en Irlanda entre 1922 y 1996 a miles de mujeres explotadas en las lavanderías de la congregación católica.
En una nota para la Rationalist Association (la Asociación Racionalista del Reino Unido), Anna Vesterinen se pregunta, más bien retóricamente: “¿Está el Vaticano poniendo sus cosas en orden o encargándose de su imagen?”. Es que la coincidencia en el tiempo entre la convocatoria de las Naciones Unidas y este cambio legal no es —casi con seguridad— una verdadera coincidencia.
«El endurecimiento del trato a los sacerdotes pedófilos por parte del Vaticano no tiene precedentes, dado que lo más cercano al abuso sexual que la legislación del estado incluía previamente era una nebulosa idea de crímenes contra las “buenas costumbres”. Pero el hecho de que el anuncio se haya hecho apenas dos días después de que saliera a la luz la lista de la CDN pone en duda la motivación real que hay detrás de las reformas. El director de [la organización de víctimas de sacerdotes abusadores] SNAP, David Clohessy, comentó sobre la nueva prohibición de abusos sexuales a niños: “En el mundo real, esto no cambia prácticamente nada. Es precisamente la clase de gesto de ‘buena onda’ en el que se especializan desde hace tiempo los funcionarios vaticanos: retocar protocolos eclesiásticos contra el abuso, insignificantes y frecuentemente ignorados, para generar titulares positivos, pero nada más.” Añadió: “La jerarquía de la Iglesia no necesita nuevas reglas sobre el abuso. Lo que necesita es seguir leyes seculares que hace tiempo que están vigentes.”Los gestos simbólicos y las grandes reformas en papel son inútiles; peor que inútiles: meras distracciones. El hecho de que la Santa Sede sea un estado ya es una burla. Sin la inmunidad diplomática que esto le confiere al Papa, el predecesor de Francisco ya habría tenido que responder a muchas preguntas, y Francisco mismo habría tenido que pasar sus primeros días de pontificado desfilando por cortes judiciales. El Vaticano es una caricatura de estado soberano que nunca debió existir ni tener derecho a imponer leyes dentro de su minúsculo territorio, que ha servido (y sirve todavía) de refugio a criminales. La única reforma satisfactoria es la disolución del estado vaticano como tal y la adopción por parte de la Iglesia Católica de las leyes de los países donde está presente, que en su inmensa mayoría no esperaron hasta la segunda década del Tercer Milenio para decidir que violar niños es ilegal.
»El hecho de que la pena por filtrar documentos internos sea más severa que la que les cabe a quienes cometan abuso infantil (a los filtradores les pueden caber ocho años en prisión si el material concierne a los “intereses fundamentales” de la Santa Sede o sus relaciones diplomáticas) debería decirnos algo sobre las verdaderas prioridades de las autoridades católicas.»
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jueves, 11 de julio de 2013
No a los fundamentalistas anti-derechos en Salta
Una buena noticia para las mujeres, una mala para los “pro vida”.
Por amplia mayoría, el Concejo Deliberante de Salta le puso freno al fundamentalismo religioso que buscaba declarar a la capital provincial como “ciudad pro vida” y pretendía imponer además una serie de medidas violatorias de los derechos de las mujeres, como la prohibición del uso, distribución, difusión o promoción en todas las dependencias de la municipalidad local de la llamada “píldora del día después”, que previene embarazos no deseados, y la suspensión de los protocolos de atención de los abortos no punibles. (…)
El proyecto de Tunini fijaba una asignación económica para incentivar a las víctimas de una violación, que resultan embarazadas, a continuar con esa gestación, convirtiéndolas en una mera incubadora, tal como informó este diario en marzo. Buscaba la aplicación, como principio rector en todas las políticas públicas municipales, “garantizar el derecho humano a la vida a todos sus habitantes, desde la concepción y hasta su fin, por causas naturales”.
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miércoles, 10 de julio de 2013
Adoctrinación católica en Corrientes (parte 2)
Me confieso atrasado en noticias. Cuando publiqué que en Corrientes la Iglesia y el ministerio de Educación están “colaborando” para producir materiales de lo que ellos llaman “educación sexual” para adoctrinar niños en las escuelas públicas, ignoraba que la excusa para ello se venía preparando desde hace más de un año.
Del portal corrientes.in, 9 de mayo de 2012:
El CONSUDEC depende de la Conferencia Episcopal Argentina, que no obstante estar formada por obispos de todo el país, tiene su sede en Buenos Aires. Es dudoso que el CONSUDEC haya consultado a los laicos católicos de a pie en las provincias; hemos de suponer que los fieles de todo el país, en virtud de ser católicos, tienen todos la misma idiosincrasia…
Es también bastante dudoso que exista una verdadera colaboración entre el Ministerio de Educación correntino y la Junta Arquidiocesana de Educación Católica (JAEC). Por un lado, es poco probable que el ministerio tenga algo propio que agregar a los abundantes materiales ya elaborados por su par nacional, y por el otro, poco de ese material puede sobrevivir al contacto con los puntos de vista de la “educación” sexual católica. Simplemente no puede elaborarse un texto que incluya a la vez educación sexual compatible con un estado laico moderno y la clase de basura que produce la Iglesia. Sería como armar un manual de etiqueta y ceremonial con la “colaboración” de un grupo de hombres de Neanderthal.
La justificación de Fernández es algo preocupante. Las provincias no son católicas. Ni los países ni las ciudades son cristianas, judías, budistas, musulmanas o ateas. Se puede hablar de mayorías y minorías, a lo sumo, pero esas mayorías y minorías son contingentes e irrelevantes para este caso. Corrientes es una provincia donde, como en toda Argentina, la mayor parte de la gente ha sido bautizada y se dice católica. Eso no implica una forma de pensar idéntica en todos. Esa idiosincrasia, en tanto existe como tendencia general, no es innata ni sagrada ni inmodificable. Hace cincuenta años el argentino típico creía que las mujeres eran inferiores a los hombres, que convivir con una pareja sexual sin casarse o tener hijos fuera del matrimonio era una vergüenza, y desde luego, que los homosexuales eran anormales a los que había que apartar de la gente normal, si no exterminar. Hace treinta años el divorcio era un pecado tan grande que se juntaban decenas de miles de manifestantes a pedir que la ley no lo permitiera. Hoy esas actitudes existen pero en mucha menor medida, y ya no son toleradas en el debate público de manera abierta ni en los círculos más respetables de la sociedad (de estos círculos excluyo, naturalmente, a la Iglesia Católica).
Los pueblos no son prisioneros de su tradición y la tarea de la educación frecuentemente es atacar y demoler esa tradición, incluso aunque por motivos pragmáticos tenga que trabajar sobre ella por un tiempo. Si Corrientes es una provincia católica hasta el punto de no poder aceptar que sus niños aprendan que las familias homoparentales son familias de verdad o que las mujeres y los hombres no tienen roles fijos por naturaleza, esa catolicidad es un problema a resolver, no una idiosincrasia que haya que respetar.
La cuestión de la potestad de los padres también es una excusa habitual. Cierto es que los padres tienen el derecho de elegir para sus hijos la educación que prefieran, pero como todo derecho, éste tiene límites. Los niños tienen derechos también: a una educación de calidad, a una educación sexual basada en evidencias y en el respeto de los derechos humanos; derecho a un bienestar que incluye ser parte de una comunidad educativa que los recibirá y aceptará aunque muestren una orientación sexual distinta a la mayoría o (en el caso de las chicas) aunque queden embarazadas sin desearlo o quieran vestirse “provocativamente” sin que eso les sirva de excusa a otros para violarlas.
Fundamentalmente, los niños tienen derecho a la libertad de conciencia, vale decir, en este contexto, a recibir información suficiente para tener elementos de juicio que les permitan formarse una moral propia, incluso aunque sus padres insistan en que sólo debe obedecer y copiar la moral de ellos. Ninguna educación es neutral, pero una educación laica es una base más amplia que cualquier adoctrinamiento religioso, que es divisivo por naturaleza.
Del portal corrientes.in, 9 de mayo de 2012:
Fernández sobre la Educación sexual en escuelas: Corrientes es una provincia católica donde el programa nacional no tendría amplia recepciónEn mi último post ya vimos cómo la idiosincrasia local era usada como justificativo para borrar los contenidos enviados por el Ministerio de Educación nacional y reemplazarlos por materiales que sólo en un abuso del idioma podrían llamarse educativos. En la mesa de reuniones se veían con claridad copias de un cuaderno producido por el Consejo Superior de Educación Católica (CONSUDEC).
Así lo indicó el diputado provincial y referente gremial de AMET, Rufino Fernández. En Radio Continental recordó que los padres tienen una patria potestad sobre los hijos, lo cual constituye un límite para el docente. (…)
“Nadie puede desconocer que Corrientes es una provincia católica, con fuerte presencia en la educación. Es normal por su gran devoción a la Iglesia católica y por eso, el debate debería darse en cada jurisdicción. No creo que la Capital Federal tenga la misma idiosincrasia de otros puntos del país”, opinó el legislador.
El CONSUDEC depende de la Conferencia Episcopal Argentina, que no obstante estar formada por obispos de todo el país, tiene su sede en Buenos Aires. Es dudoso que el CONSUDEC haya consultado a los laicos católicos de a pie en las provincias; hemos de suponer que los fieles de todo el país, en virtud de ser católicos, tienen todos la misma idiosincrasia…
Es también bastante dudoso que exista una verdadera colaboración entre el Ministerio de Educación correntino y la Junta Arquidiocesana de Educación Católica (JAEC). Por un lado, es poco probable que el ministerio tenga algo propio que agregar a los abundantes materiales ya elaborados por su par nacional, y por el otro, poco de ese material puede sobrevivir al contacto con los puntos de vista de la “educación” sexual católica. Simplemente no puede elaborarse un texto que incluya a la vez educación sexual compatible con un estado laico moderno y la clase de basura que produce la Iglesia. Sería como armar un manual de etiqueta y ceremonial con la “colaboración” de un grupo de hombres de Neanderthal.
“Eduquemos atendiendo a las diferencias reales y buenas entre varones y mujeres.” |
La justificación de Fernández es algo preocupante. Las provincias no son católicas. Ni los países ni las ciudades son cristianas, judías, budistas, musulmanas o ateas. Se puede hablar de mayorías y minorías, a lo sumo, pero esas mayorías y minorías son contingentes e irrelevantes para este caso. Corrientes es una provincia donde, como en toda Argentina, la mayor parte de la gente ha sido bautizada y se dice católica. Eso no implica una forma de pensar idéntica en todos. Esa idiosincrasia, en tanto existe como tendencia general, no es innata ni sagrada ni inmodificable. Hace cincuenta años el argentino típico creía que las mujeres eran inferiores a los hombres, que convivir con una pareja sexual sin casarse o tener hijos fuera del matrimonio era una vergüenza, y desde luego, que los homosexuales eran anormales a los que había que apartar de la gente normal, si no exterminar. Hace treinta años el divorcio era un pecado tan grande que se juntaban decenas de miles de manifestantes a pedir que la ley no lo permitiera. Hoy esas actitudes existen pero en mucha menor medida, y ya no son toleradas en el debate público de manera abierta ni en los círculos más respetables de la sociedad (de estos círculos excluyo, naturalmente, a la Iglesia Católica).
Los pueblos no son prisioneros de su tradición y la tarea de la educación frecuentemente es atacar y demoler esa tradición, incluso aunque por motivos pragmáticos tenga que trabajar sobre ella por un tiempo. Si Corrientes es una provincia católica hasta el punto de no poder aceptar que sus niños aprendan que las familias homoparentales son familias de verdad o que las mujeres y los hombres no tienen roles fijos por naturaleza, esa catolicidad es un problema a resolver, no una idiosincrasia que haya que respetar.
La cuestión de la potestad de los padres también es una excusa habitual. Cierto es que los padres tienen el derecho de elegir para sus hijos la educación que prefieran, pero como todo derecho, éste tiene límites. Los niños tienen derechos también: a una educación de calidad, a una educación sexual basada en evidencias y en el respeto de los derechos humanos; derecho a un bienestar que incluye ser parte de una comunidad educativa que los recibirá y aceptará aunque muestren una orientación sexual distinta a la mayoría o (en el caso de las chicas) aunque queden embarazadas sin desearlo o quieran vestirse “provocativamente” sin que eso les sirva de excusa a otros para violarlas.
Fundamentalmente, los niños tienen derecho a la libertad de conciencia, vale decir, en este contexto, a recibir información suficiente para tener elementos de juicio que les permitan formarse una moral propia, incluso aunque sus padres insistan en que sólo debe obedecer y copiar la moral de ellos. Ninguna educación es neutral, pero una educación laica es una base más amplia que cualquier adoctrinamiento religioso, que es divisivo por naturaleza.
martes, 9 de julio de 2013
Adoctrinamiento católico en las escuelas públicas de Corrientes, pronto en la clase de educación sexual
Sorpresa, sorpresa: la Iglesia Católica intenta nuevamente bloquear la educación sexual en las escuelas públicas argentinas. Esta vez es en la provincia de Corrientes, donde la Dirección de Servicios Educativos de Prevención y Apoyo (Disepa) vergonzosamente “colabora” con la Junta Arquidiocesana de Educación en la redacción de una revista de educación sexual integral como material de clase, según publica el diario El Litoral.
Los materiales necesarios ya existen: el Ministerio de Educación de la Nación los elaboró hace años, pero la mayoría de las provincias los ignoraron o los rechazaron.
El susodicho material era, sin embargo, para consumo interno. El que la Junta Arquidiocesana de Educación de Corrientes está elaborando junto con la Disepa es para todas las escuelas: las católicas y las públicas, supuestamente laicas. ¿Por qué no usar el material enviado por el ministerio nacional? La respuesta es tan poco comprometida como hipócrita:
Ahí está, sobre la mesa, lo que la Iglesia aporta. ¡Nada menos que la misma revista de la que hablaba yo al comenzar, repleta de material sexista, homofóbico, pro-natalista y de pseudociencia contra los anticonceptivos!
Y para terminar:
Los materiales necesarios ya existen: el Ministerio de Educación de la Nación los elaboró hace años, pero la mayoría de las provincias los ignoraron o los rechazaron.
En Corrientes las publicaciones aparejaron polémica al abordar en sus páginas nuevos derechos como el matrimonio igualitario. Este año la cartera presidida por [el ministro de Educación] Alberto Sileoni añadió la violencia de género y trata de personas.La Iglesia Católica (vía el Consejo Superior de Educación Católica) confeccionó materiales propios para las escuelas de adoctrinación que regentea; en su momento me ocupé de los mismos, mostrando cómo sus contenidos buscaban apuntalar los roles sexistas de género, promover la abstinencia y los groseramente ineficaces “métodos naturales” como única forma de control de la natalidad, sembrar terror a los anticonceptivos, tratar la masturbación como un problema, la homosexualidad como un trastorno y el sexo fuera del matrimonio como una forma de abuso sexual (!).
El susodicho material era, sin embargo, para consumo interno. El que la Junta Arquidiocesana de Educación de Corrientes está elaborando junto con la Disepa es para todas las escuelas: las católicas y las públicas, supuestamente laicas. ¿Por qué no usar el material enviado por el ministerio nacional? La respuesta es tan poco comprometida como hipócrita:
Los ejemplares del programa nacional no hicieron eco en varias instituciones escolares correntinas. “En muchas escuelas no implementaron el cuadernillo de Nación. Estamos viendo por qué”, indicó a El Litoral la titular de Disepa, Julia Sáez.¿“Estamos viendo por qué”? Uno puede imaginarse el entusiasmo y la firmeza con que el gobierno correntino intentó implementar el uso de los materiales.
Por este motivo, la cartera está trabajando en la elaboración de un cuadernillo propio que tenga en cuenta “nuestra idiosincrasia”, según detalló la referente del programa. Luego explicó que “otra es la realidad de Corrientes” y que se debe abordar un “tema tan importante para el Ministerio de manera responsable”.Pero entonces ese “estamos viendo” ya tiene respuesta, ¿no? No se implementó el material, implica Julia Sáez, porque no tenía en cuenta la idiosincrasia local. Ésta es una excusa remanida, que apela al recelo del provinciano (estereotípico, aclaro) hacia lo que viene bajado desde Buenos Aires. ¿Qué “otra” es la realidad de Corrientes? ¿Las adolescentes no tienen sexo y se quedan embarazadas en edad escolar, en Corrientes? ¿Los chicos no se masturban? ¿No existe el sexismo ni el abuso sexual ni la trata de personas en Corrientes? ¿No hay homosexuales ni transexuales discriminados? ¿Ninguno de los problemas que en todo el resto del país piden a gritos una solución en la forma de un programa de educación sexual existe en Corrientes? Ah, no, perdón:
Los contenidos de la revista serán consensuados con los técnicos de la Junta Arquidiocesana de Educación Católica y según adelantó Sáez, abordarán temas como valores, autoestima, intimidad, hábitos, violencia, métodos anticonceptivos, entre otros.¿Y las fuentes académicas para estos temas? ¿Trae la Iglesia nuevos hallazgos, cosas que superen los datos de los cuadernillos confeccionados a nivel nacional? ¿O no serán más que un refrito de materiales de adoctrinamiento ya publicados?
Ahí está, sobre la mesa, lo que la Iglesia aporta. ¡Nada menos que la misma revista de la que hablaba yo al comenzar, repleta de material sexista, homofóbico, pro-natalista y de pseudociencia contra los anticonceptivos!
… estará orientada a los estudiantes de todos los niveles y a los tutores. También podría ser utilizada entre los alumnos de catequesis.¿Alguien quiere apostar algo sobre la veracidad de los contenidos sobre métodos anticonceptivos que podrá encontrarse en una revista que se va a usar para dar catequesis?
Y para terminar:
El financiamiento y la edición correría por cuenta de la Provincia.Naturalmente. Es que la Iglesia no maneja dinero.
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sábado, 6 de julio de 2013
El fanatismo ruso en todo su esplendor
«… Pero no tenía idea de lo que es el fanatismo ruso en todo su esplendor, tal como se lo ve aquí. Creedme. No exagero. Hay imágenes con velas encendidas en los hoteles, en los cafés, en las estaciones de los ferrocarriles, en los paseos, en las tiendas, en las paredes de la calle, en las ventanas, en los balcones, en todas partes. Todo el que pasa por delante de ellas se detiene, se descubre y se santigua. Entre mil puede haber uno que no lo haga. Es seguramente un extranjero. Pero este mismo se guardará de no hacerlo si es prudente, pasando por la Porta sacra et triumphalis, en la que hay una gran imagen del Salvador, de Smolensk. Se expone a ser lapidado por una plebe brutal y aun por lo que no lo son.»
Lucio V. Mansilla, Moscú, 20 de junio de 1881. Fragmento de una carta al diario La Tribuna Nacional. En El excursionista del planeta: escritos de viaje (Fondo de Cultura Económica, 2012).
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martes, 2 de julio de 2013
Peligroso feminismo
“Encuentro muy peligroso este fenómeno llamado feminismo, porque las organizaciones feministas proclaman una pseudo-libertad para las mujeres que debería manifestarse en primer lugar fuera del matrimonio y fuera de la familia.
”El hombre mira hacia afuera, debe trabajar y hacer dinero, mientras que una mujer siempre se enfoca hacia adentro, hacia sus hijos y su hogar. Si este rol excepcionalmente importante de la mujer es destruido, todo se destruirá como consecuencia: la familia y, si se quiere, la patria.”
— Cirilo I de Moscú, Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa
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