De hecho, Red Familia es, como dice su página en Facebook, un conglomerado de
distintas ONGs, instituciones de la Iglesia Católica, Iglesias Evangélicas de Rosario, practicantes de otros credos, y vecinos de la ciudad de Rosario [que se han] congregado para conformar una red cívica de promoción de actividades en defensa del matrimonio heterosexual y de la familia compuesta por un padre, una madre y sus hijos.Se los identifica por sus vestimentas y/o carteles de promoción de color naranja; este color y el logo son tomados de la agrupación Argentinos por los Chicos, de cuya página en Facebook tuve el gusto de ser expulsado y baneado luego de intentar contribuir con información objetiva al “debate” que proponen.
Red Familia Rosario está planeando concentraciones en la Plaza Pringles, en pleno centro de Rosario, los días 7 al 9 de julio; para este último, Día de la Independencia y feriado nacional, un locro gratuito y una movilización en esa misma plaza. La publicidad de este programa la está haciendo, entre otras, la Agrupación Mayor de FASTA Rosario (una milicia católica fundada por un sacerdote pro-nazi) y Rosario es Pro Vida (que invita a sumarse a la Oleada Naranja). Ignoro cuál será mi programa para esas fechas, pero la verdad, me resulta bastante desagradable que un grupúsculo de ignorantes retrógrados cope un lugar tradicionalmente concurrido por marchas progresistas y por manifestaciones a favor de variados derechos para mostrarle a la ciudad sus prejuicios, especialmente en el día en que se conmemora la independencia del país.
Red Familia ya ha estado haciendo campaña en la calle, aunque no muy masivamente. En su página de Facebook hay dos videos cortos de baja calidad que muestran a un pequeño grupo de jóvenes cantando en medio de Boulevard Oroño, con un par de carteles naranja, durante un semáforo en rojo, además de algunas fotos allí, en la Plaza Pringles y en la Terminal de Ómnibus, donde están etiquetadas muchas personas pertenecientes a movimientos juveniles católicos, la Pastoral Universitaria de la Arquidiócesis y otros (la mayoría no presentes). Aunque el grupo es lastimoso y su supuesta alegría pro-familia resulta algo patética, los carteles son grandes y están bien impresos, lo cual deja en claro que la oposición a los derechos igualitarios está, al menos en este caso, orquestada y financiada por la Iglesia Católica.
Además de los eventos anunciados hay una “jornada informativa” en el Colegio San José (católico) y una “charla abierta” en el Hotel Presidente (dictada por un evangélico), ambas el día viernes 2 de julio por la noche. Sospecho que habrá bastante poco de información y de apertura allí, y si tuviera tiempo, carácter y una guardia armada quizá iría a uno o los dos eventos, pero no va a poder ser.
No hay en estos grupos debate ni confrontación de ideas, ni se admite diversidad de opiniones; lo poco que no debe su inspiración a la doctrina cristiana tradicional se sustenta en prejuicios machistas y homofóbicos e ideas primitivas, no muy elaboradas, sobre los roles del hombre y la mujer, que son comunes a la educación recibida por casi todos los argentinos. Según esta forma de ver, un Homo sapiens que nace con una vagina es una mujer, destinada a jugar con muñecas, vestirse con polleras, aprender a cocinar y a ser delicada y sumisa, y más tarde a casarse con un hombre (Homo sapiens con pene), tener hijos, cuidarlos abnegadamente, atender a su marido, y educar a sus hijas para que sean como ella, se casen, le den nietos, etc. De manera similar con los hombres. Todo lo que se salga de esta estructura es perverso, anormal y/o inmoral.
Si algo se sale de todas formas y no da muestras de conflicto interno alguno (como las muchas parejas homosexuales felices, las familias ensambladas y las madres solteras exitosas), se lo niega. Es la única forma de ignorar la diversidad existente en nuestra especie, la variedad de la sexualidad humana, de las familias humanas, de los arreglos sociales, sexuales y sentimentales que se dan desde que el mundo es mundo. En el transcurso del “debate” sobre el matrimonio sin distinción de sexo se han escuchado todo tipo de barrabasadas de esta clase, que exceden con mucho el tema específico. Negación de la realidad, negación de hallazgos científicos, paranoia, repetición de eslóganes vacíos y lo que yo llamaría “justificación por el asco”, que se resume en que, para estas personas, llamar a algo antinatural, un engendro legal, una perversidad, vale para cerrar la discusión.