domingo, 27 de junio de 2010

Herejes

Recordarán ustedes que el otro día hablábamos del parecido entre la religión y el fútbol. Herejes es un documental de Augusto Jacquier sobre el fervor mundialista y sobre los que no lo comparten (compartimos) y se ven (nos vemos) tratados como “amargos”, “antinacionalistas” o “fracasados” (palabras textuales). Se puede ver en tres partes en YouTube. Tómense un ratito (serán unos 25 minutos) y sigan leyendo.






El cortometraje fue filmado aquí en Rosario, y cabe notar que, aunque se refiere al Mundial 2006, nada hay que no pueda aplicarse a 2010 o a Copas del Mundo anteriores. (El presidente de entonces es ahora el Primer Caballero, la carne sigue estando por las nubes, y los políticos siguen aprovechando el Mundial para no hacer lo que deben. Sólo los miembros de la Selección Nacional han cambiado… y la tienda C&A que aparece en el fondo de una escena cerró hace un año.)

Unos cuantos de mis lectores se molestaron por la comparación entre fútbol y religión. Yo no tengo ningún hobby absorbente ni soy fan de ningún deporte o actividad específica, pero creo poder imaginar lo molesto que suena, para un ateo, que comparen algo que le apasiona con una religión. Eso no quita que la comparación sea válida hasta cierto punto.

Pensando me di cuenta de que la cultura futbolística argentina se parece, no a una religión entera, sino a la cultura de los fieles de cierto tipo de religión; específicamente una religión de facto oficial como el catolicismo en Argentina. Nuestra cultura del fútbol también coincide en más de un punto con la cultura popular y mediática que rodea al hecho religioso.

Por lo pronto, aunque en el documental aparecen retratadas unas cuantas opiniones desagradables e intolerantes, hay una mayoría de futboleros más o menos tolerantes, de la misma manera que ocurre con una religión como el catolicismo. Al estar ampliamente aceptada y legitimada, la religión futbolera se ve a sí misma como parte inseparable de la cultura y de nuestra nacionalidad, y si bien la “apostasía” y la “herejía” no son bien vistas, se las toma en general con una mezcla de humor e incomprensión. Como los “herejes” somos minoría, no resultamos amenazantes. Si levantamos la voz, no obstante, nuestro disenso resulta irritante, y para algunos hasta blasfemo.

Me dicen que el fútbol no es una religión porque no tiene dogmas. Claramente no era mi intención llevar la analogía tan lejos, pero el fútbol sí tiene ciertas actitudes casi dogmáticas, la más notable de las cuales es que el hincha debe siempre profesar fe en el triunfo de su equipo (¿cuántos hinchas, al preguntárseles, sopesan racionalmente las posibilidades y concluyen que su equipo va a perder?). Por lo demás, si en el fútbol no hay dogma ni doctrina, en el catolicismo se puede prescindir casi todo el tiempo de esas cosas (¿cuántos creyentes se saben el Catecismo?): el resultado es que en ambos casos basta con actuar con arreglo al ritual para parecer y sentirse parte. Ésta es quizá la mayor similitud entre fútbol y religión: la conformidad irracional con comportamientos automáticos y pensamientos poco profundos. No hace falta ser dogmático para ser intolerante; lo único que podríamos llamar dogma, tanto en fútbol como en la religión popular, es el mandamiento de actuar igual que la masa.

La cuestión de la aceptación social y mediática también acerca al fútbol y la religión. Está tan mal visto hablar de uno como de otro (de hecho, son dos de los tres temas que está tácitamente prohibido tocar en las reuniones) porque es potencialmente divisivo; el rechazo total suscita acusaciones de “intolerancia” o “amargura” y de ganas de “arruinar la fiesta”.

Personalmente creo que el fútbol debería jugarse fuera de las ciudades, que los clubes deberían encargarse del transporte de los hinchas, y que al primer disturbio serio debería cancelarse toda la temporada, para seguridad de los propios hinchas y del resto de la población. Laicidad aplicada al deporte, podría decirse. Expresar esta opinión entre gente conocida sería más o menos lo mismo —en cuanto al revuelo causado— que proponer que el Estado confisque las propiedades de la Iglesia, obligue a los curas a trabajar y confine las procesiones a los patios de los templos. Tales cosas no pueden decirse en la mesa y mucho menos en los medios, que aceptan acríticamente que los líderes religiosos tienen privilegios y que la práctica religiosa no puede ser restringida de ninguna forma, ya que es intrínsecamente valiosa.

Vale quizá un ejemplo. Todos los años, en Rosario, el sacerdote sanador Ignacio Peries lidera un Via Crucis en Viernes Santo. Un gran barrio de la zona noroeste de la ciudad queda virtualmente paralizado durante el día. Columnas de miles de personas lo invaden, dejando a su paso pañales descartados, orines en cualquier lugar, botellas y envoltorios arrojados en la calle, veredas pisoteadas; los recorridos del transporte público son reorientados, y el gobierno organiza un operativo policial y de control masivo. Los vecinos no pueden entrar ni salir con facilidad; los que vivimos más lejos sufrimos el retraso de los ómnibus. El único propósito de esto es permitir que mucha gente siga un ritual que podría hacer en su propia parroquia o en su casa, sin molestar a nadie, y vaya a adorar a un personaje carismático.

Pues bien: todas las semanas, en temporada, algo parecido aunque en menor escala ocurre en torno a uno de los dos estadios de la ciudad, situados, para peor, cerca o en medio de grandes parques públicos. Los feligreses son menos, pero más fervorosos; van al partido no para verlo sino para participar en el fervor colectivo, y una importante proporción de los mismos entra a la cancha borracho, drogado o ambas cosas. Los ómnibus se desvían, las calles se saturan, los vecinos quedan encerrados en sus casas, los comercios cierran, el espacio público es copado por un sector de la sociedad a quien no le importa el resto de los mortales, y cada tanto hay heridos o vandalismo.

Todos los problemas y desmanes del fútbol son excusados de la misma manera que se excusa el desastre causado por el Via Crucis del Padre Ignacio. Se da por sobreentendido que los problemas no son parte inseparable del fervor sino un mero accidente, un ingrediente extra, excepcional y desafortunado. El fervor, la pasión, la mística, se consideran puros y buenos en sí mismos. El fútbol no puede suspenderse, sin importar qué, de la misma manera que la manifestación religiosa no puede recortarse: ambas cosas serían muestras de “intolerancia”. En esto concuerdan tanto los hinchas más brutos como el más respetado de los periodistas deportivos.

Me dicen que el fútbol en sí mismo no es dañino. Pero ¿cuántas veces hemos escuchado de parte de los creyentes que la religión o la fe no son dañinas per se? Por supuesto que el fútbol no es en sí mismo malo. Creer en dioses y espíritus tampoco lo es. Pero ni el fútbol ni la religión existen como entidades abstractas flotando en el vacío. Una religión puede tener postulados morales muy buenos pero no existirá realmente en el mundo hasta que la gente la practique. El fútbol es simplemente un deporte, pero el fútbol no se manifiesta en la realidad sino cuando los equipos se juntan frente a un público en un estadio. De la misma manera que el cristianismo no es sólo un conjunto de dogmas y doctrinas sino una cultura, el fútbol no es sólo unas reglas y un par de equipos idealizados sino un fenómeno social.

La laicidad sirve para separar la práctica de la religión del funcionamiento del estado, permitiendo que la fe sea ejercida pero sin meterse en las vidas de quienes no la profesan. Hemos dado algunos tímidos pasos en esa dirección. Pero en la religión del fútbol no existe esa separación, y ni siquiera se habla de ella. ¿No será hora?

38 comentarios:

  1. Si lo leo entero me agarra el partido de Alemania Inglaterra que es a las 11 :P.
    Vi los videos, concuerdo totalmente con los argumentos de los "anti-patrias", lo unico que el futbol es un deporte hermoso, y lo miro porque me gusta, no porque lo hace la mayoría. Eso sí, siempre me molestó mucho que canales no específicos de deportes estén todo el día boludeando con el mundial y que nada mas importe.
    Dsp leo el articulo completo y comento sobre lo que escribiste que seguramente está bueno

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  2. Alguna vez, sin ningún mundial, escribí algo al respecto.

    http://ateomilitante.com.ar/inicio/index.php?option=com_content&view=article&id=101

    Sin embargo, me parece que intentar "insultar vagamente" a los "buenos fanáticos" del futbol con esta analogía me parece bastante desagradable.

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  3. Chichipio: hay un condicional en mi expresión. Si realmente te sentís vagamente insultado, es que te reconocés en la comparación. Pero es cosa tuya decidir si la comparación es correcta en tu caso o no.

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  4. Al fin veo (ya sea en cualquier medio) una reflexión "hereje" respecto al fútbol; que al igual que la religión podrían parecer inocuos, pero no lo son. Cuantos empleados de empresas tienen lecciones en sus rodillas, cadera, piernas, etc. a causa de los encuentros amistosos que patrocinan las empresas inocentemente????. por el bien y la salud de sus empleados (personas de 30, 40 y hasta 50 años, con una salud aparentemente perfecta).

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  5. Órale. Soy un ateo mexicano y soy de los "antipatriotas" o ¿como dijo la mujer, que son los que no ven el mundial? Pues eso. Según ella, porque no creo que tenga nada que ver el patriotismo con que le guste o nó, a alguien, el fútbol.

    En fin, excelente post. Me daré una vuelta por acá seguido.

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  7. Antipelotudos, digo.. antipatriotas del mundo..Uníos..!!!

    Cualquiera que esté en contra de una idea populista será considerado hereje.

    Perú no ha clasificado al mundial desde hace décadas. Pero igual invierten millonadas de dinero en éste. Mientras que los esgrimistas usan floretes oxidados, máscaras rotas,.. los ajedrecistas no pueden financiar los viajes para competencias internacionales para los que calificaron...

    Igual donan tanto dinero en instituciones eclesiáticas que ni elevan el nivel cultural ni de vida del pueblo peruano. Y la corrupción y criminalidad se incrementa cada día más, a pesar de todas las prédicas.

    Las guerras campales entre los fanáticos organizados - "barras bravas"- me hace recordar algo como las Cruzadas, el Jihad, las guerras religiosas después de la Reforma...

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  8. A lo que voy es que el fútbol, al menos como lo entiendo yo, es un espectáculo que no tiene porqué ser racional, lo mismo que no es racional un musical o un cuadro. Intentar desprestigiar un musical o a quienes gustan de él comparándolo con los fieles religiosos me parece un fanatismo anti-futbol no más racional que lo que tanto se critica.
    El fútbol no busca describir la realidad... a que viene entonces pedirle racionalidad?

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  9. "Pero en la religión del fútbol no existe esa separación, y ni siquiera se habla de ella. ¿No será hora? ".
    La laicidad en el futbol no existe. Porque el futbol profesional (como cualquier deporte profesional de entretenimento de masas) es una herramienta del estado, y los políticos saben que cuentan con todo el paquete (desde los hinchas, pasando por la recaudación, hasta los barras "comprometidos" a defender causas extra futbolisticas).
    Pedir que el futbol sea laico es como pedir que exista libertad sindical y los sindicatos dejen de ser peronistas. Utopías de un mundo donde el estado de derecho funcionaría.

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  10. Chichipio: no sé si es para mí o para alguien más la pregunta, pero te diría que yo no le pido racionalidad al fútbol. El fútbol como espectáculo es tan válido como el ballet o como ir al cine a ver "Los bañeros más locos del mundo".

    Lo que yo veo de similar entre el fútbol y la religión no es lo central (creencias, dogmas) sino lo periférico, el modo en que la gente actúa de forma automática haciendo cosas irracionales y creyendo que son terriblemente importantes, cómo los medios amplifican y repiten estas ideas, cómo estos comportamientos están naturalizados y tienen influencia incluso a nivel del estado y de los gobiernos, cómo los que no conforman a la norma y la critican son tildados de extraños, amargados, etc. y hasta antipatrióticos. Los comportamientos que inspiran la religión y el fútbol son muy similares. Y de hecho, aquí en Argentina la violencia en el fútbol es mucho más tolerada que la violencia en la religión.

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  11. A ver:
    A mi me divierte el fútbol, y juego a defender lo indefendible (soy de Independiente, por lo que normalmente me toca defender lo indefendible) porque me entretiene, me parece pintoresco y estimula un poco mi creatividad. Es una excusa más para hablar de algo, hacer bromas y gastar a alguien. Claro que no me creo que sea un tema central en mi vida, ni tampoco me creo que hay motivos "racionales" para ser hincha de ningún equipo. Entiendo que en algún punto estamos de acuerdo en condenar el fanatismo irracional de quienes viven esto como algo realmente importante, quienes matan o quienes hacen enormes negocios con el futbol.
    Pero de ninguna manera todo eso va en contra del disfrute del espectáculo. Insinuar (no se si es tu caso, pero lo he leído por ahí) que seguir fútbol es una forma de apoyar violentos o mafiosos es más o menos como insinuar que tomar mate es apoyar a los que explotan a los niños que cosechan la yerba. Ni que hablar del comentario que menciona a los "Antipelotudos".
    Resumo: El problema me parece que no son las ceremonias, ni las muchedumbres, ni la defensa de un equipo. El problema es perder el foco y no entender que es un espectáculo. Si esa es la crítica, estamos de acuerdo. Ahora, si la crítica es directamente un alegato anti-futbol, ya me parece bastante fanática.

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  12. Chichipio: creo que el foco se ha perdido hace rato. Si el fútbol fuera sólo un espectáculo, no habría más fútbol en Argentina, porque cuando un espectáculo causa rutinariamente violencia y grandes inconvenientes para barrios enteros, se lo suspende.

    Yo no lo diría así, pero sí creo que si uno se asocia a un club que mantiene a delincuentes, uno se vuelve hasta cierto punto cómplice. Si todos los hinchas que deploran "la violencia en el fútbol", como tan eufemísticamente se la llama, dejaran de ir a la cancha y se desafiliaran del codificado por seis meses, en protesta por las barras bravas, algo podría cambiar. Esto es una utopía, una idealización, como sólo votar por buenos políticos y no por los menos malos, cosa que no nos podemos permitir, pero me parece que los hinchas con capacidad de reflexión, como vos, al menos deberían meditar sobre esa utopía.

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  13. Medito:
    No voy a la cancha, nunca tuve "deco" (y trabajo justamente en la empresa que hizo negocio con eso) ni soy socio de ningún club de futbol. Pero insisto en que una cosa es mirar futbol e incluso ir a la cancha a verlo (o verlo por la TV codificado o no) y otra es ser cómplice. Repito: Tomar mate es ser complice de la explotación infantil?

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  14. Qué curioso, precisamente hoy escribo acerca de lo mismo, y como gracias a Argentina (je je je) acá ya se acabó el mundial y podremos regresar a la realidad.
    Debo añadir que acá aunque la pasión es igual de fuerte no se ha llegado todavía a los niveles vistos allá, pero creo que no falta mucho, la TV azuza a los fans como no tienen idea.
    Puro lavado de cerebro y desconectarse de la realidad, principio y fin del 'fúrbol'.

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  15. No se de que se asombran. Es el deporte de masas, el entretenimiento de masas llevado a su máxima expresión.
    Sobre la explotación infantil: no se que responderte, pero en algunos países querian organizar boicots contra ciertas marcas (nike, reebok, etc) que se supone empleaban infantes en la confección de ropas. Tal vez elegir una yerba "free of child labor" sea la opción.
    Otra cosa, no se en otros países, pero se nota que acá la gente tiene unas ganas de festejar algo... No lo justifico, pero durante el bicentenario y creo que ahora se nota eso. Es una sensación que tengo. El argentino promedio la quiere pasar bien y le importa tres carajos el resto de las cosas. Una tía mía decía que somos "panzistas" ( porque con la panza llena (metaforicamente hablando) tenemos todos los problemas solucionados y lo demás nos da igual)

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  16. Apreciaciones Off-topic:

    -Disfruté por demás el mundial porque está hecho en Rosario.
    -Me causó mucha gracia encontrar a dos amigos en el primer minuto, el chico está enojado por que lo hayan puesto en el documental xD
    -En el minuto 3:19 de la tercera parte, mi amigo dice que conoce a alguien, y probablemente se trate de mí.
    -Me causó más gracia aun que en el minuto 4:45 de la tercera parte entrevistan al señor que vende "El patito loco" en la peatonal.


    Sobre la idea del documental:

    Mi visión es un tanto ambivalente. Al margen de que estoy totalmente de acuerdo con todos los argumentos, no me parece tan grave que la gente deje de hacer sus obligaciones por unas horas un par de días cada cuatro años. Personalmente no me influye en nada de forma directa.

    Aunque no nos guste, la irracionalidad de las pasiones genera un placer que no puede igualar el comportamiento racional. Sinceramente los envidio cuando están tan alegres, unidos y felices. Y lo digo porque lo he vivido así en ese mundial justamente.
    Aunque no me interese el fútbol, estar con gente que quiero, festejando algo, lo que sea, de una forma tan intensa, es extremadamente agradable. Sólo puedo comparar lo que he sentido en el mundial de 2006 (tenía quince años), a presenciar un par de recitales a los que he asistido.

    Estoy seguro de que el Ser Humano necesita una dosis de adrenalina de vez en cuando. Sólo me gustaría que toda la parafernalia patriótica que se arma en el mundial se mantenga el resto de los días, y podamos vivir juntos en un país mejor.

    Sobre el hecho de que el fútbol es una tapadera de problemas, los barras que fueron a Sudáfrica con dinero del gobierno, qué carajo va a hacer Sudáfrica con estadios tan enormes (tal vez los transforme en laboratorios para investigar el sida), no voy a comentar porque es obvio.

    Sobre los medios de comunicación: estoy "hasta la coronilla" de escuchar noticias idiotas y vacías en radio y televisión. Simplemente pareciera que no está sucediendo nada en el mundo. Detesto no haberme enterado temprano sobre la inundación en Brasil, no tener noticias sobre la fuga de petróleo, y poner el noticiero, y están quince minutos esperando a que Tévez termine de hacer una entrevista con otros canales para preguntarle sobre el iPad que tiene en manos (WTF!), y sí, quince minutos haciendo tiempo literalmente: los periodistas charlando, comentando estupideces.. en horario central.. (!!)

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  17. A ver, Echi, voy por partes.

    A mí sí me jode que casi todos se den permiso para dejar todo, aunque sea un par de horas cada cuatro años. Te quiero ver caer en un hospital o buscando un taxi de urgencia a la hora de un partido.

    Yo soy muy capaz de divertirme irracionalmente, pero en el caso del Mundial no me sale plegarme, no lo entiendo y por lo tanto no lo envidio. Como ya dije, la irracionalidad es un detalle menor. El problema es cuando la irracionalidad se vuelve cuestión de estado y además la sociedad demanda que todos la compartan.

    Lo otro: sobre el patriotismo ya hablaremos algún día. Creo, sin querer ser condescendiente, que cuando tengas unos años más te vas a dar cuenta de que el patriotismo y el nacionalismo valen poco y nada; son pura espuma, y en malos momentos sacan a la luz lo peor de los pueblos.

    Y sobre los medios y los periodistas deportivos... me basta decir que no tengo TV y no la extraño.

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  18. los barras bravas son al futbol lo que los borrachos son al vino

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  19. Hablando del uso del mundial para tapar las acciones de los legisladores... Hoy a la noche hablaba con mi novia y le decía que que Argentina ganara el mundial sería lo peor que le podía pasar porque durante un mes todos van a estar hablando de eso y los políticos van a tener total impunidad para hacer las mayores locuras, una de las cuales sería aumentarse el sueldo. Esto fue a eso de las 18, cuando ya había terminado el partido Argentina-México.

    ....

    A eso de las 00:00 subo para irme a bañar y prendo la tele. ¿Qué me encuentro que estuvieron haciendo nuestros dirigentes mientras Argentina le ganaba a México y los ojos de la población miraban hacia otro lado? Los legisladores y ministros de Córdoba se aumentaron el sueldo en un 50%

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  20. La mayoría de los comentarios que se han hecho defendiendo el fútbol me suenan exactamente iguales a muchos de los hechos hacia la religión. Que no es culpa de la religión, es culpa de unos pocos fanáticos. Que no es culpa de la religión, es culpa de la institución. Etc...

    Me gusta el futbol, no tanto verlo como jugarlo. No soy fanático. Las pocas veces que voy a un partido lo disfruto irracionalmente. Me gusta decir que soy de un equipo (Nacional), cuando en realidad me da lo mismo que ganen o pierdan, solo por el hecho de gastar a algunos amigos. Y a veces evitar explicaciones, es más complicado decir que no te importa que decir que sos de X cuadro. Se podría decir que es algo parecido (en mucho menor medida) a decir que uno es ateo (repito, en mucho menor medida).

    La comparación futbol-religión se puede hacer con todo aquello que genere fanatismo, ya que los problemas del futbol solo vienen a causa del fanatismo. Considero que la religión tiene otros problemas, como estar convencido de que tocar una sábada "santa" va a curarme del cancer.

    Sobre el patriotismo, cosa que se comentó, es un tema totalmente aparte y que da para mucho. Como comentario, es tan malicioso como cualquier tipo de fanatismo. Todos estaríamos mejor si no hubiera patrias.

    Dejo un link, palabras de Dolina:
    http://www.taringa.net/posts/deportes/3260361/Dolina-y-la-estupidez-del-fanatismo.html

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  21. Pablo:
    Con patriotismo, no me refiero al nacionalismo enfermo, o a la unidad de un país para luchar hacia afuera.

    Me refiero a la actitud de querer cambiar las cosas, de no decir "en este país de mierda no se puede vivir". Sería bueno que si todos los que hinchan por Argentina, extrapolaran esa pasión para intentar hacer de este país un lugar mejor, estaríamos en un lugar mejor.

    Y bueno, si se piensa tampoco es muy bueno porque el patriotismo es una limitación a unirse con quienes están dentro de los límites de tu país, con lo cual estoy muy en desacuerdo. Y sería muy hipócrita estar de acuerdo con eso si tengo un blog donde comentan personas de habla hispana de todo el mundo, dicen cosas más interesantes que yo, y casi no tengo forma de saber de dónde son.

    En fin, ya lo dijo Shopenhauer:

    "Todo imbécil execrable, que no tiene en el mundo nada de que pueda enorgullecerse, se refugia en este último recurso, de vanagloriarse de la nación a que pertenece por casualidad."

    Daneel:
    Sinceramente, son unos hijos de puta, otra cosa no se puede decir.

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  22. Los argumentos de Por qué la FIFA no acepta las nuevas tecnologías son casi los mismos que usa la iglesia para no aceptar la homosexualidad o cualquier cambio de paradigmas..

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  23. Nah, le estás pifiando, Ezequiel. En definitiva, las reglas del juego también son impuestas bajo los mismos criterios: No vas a encontrar ningún argumento racional sobre por qué no podés agarrar la pelota con la mano.

    Es todo subjetivo. No tiene por qué adaptarse a argumentos racionales. Sino se podría desvirtuar a prácticamente cualquier punto.

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  24. "...como espectáculo es tan válido como el ballet o como ir al cine a ver "Los bañeros más locos del mundo"", Sacrilegio!, no podes mezclar en la misma oración Arte y Emilio Disi.

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  25. Hay algo , me parece que se mezcla todo. Si van a hacer un análisis del futbol, se debe por lo menos comenzar poniendo en contexto desde donde se hace. Por ejemplo si lo van a estudiar como fenómeno de entretenimiento de masas, como fenómeno cultural, como fenómeno económico, político etc. Sino saltamos del potrero y la pelota en la infancia a estadios vs medicamentos.
    Es un juego. Por definición las reglas son tan arbitrarias como lo quisieron los que lo inventaron. El juego no tiene que ser racional, sino yo tendria que haber desmantelado el Enterprise de mi habitación cuando tenia 8 años.

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  26. Ah y no se ustedes, pero yo jugaba a la pelota con lineas imaginarias (de un pino a un montoncito de piedras) y de un arbol a otro, con arcos hechos con cuantro montoncitos de ropa. Arquero volante ( que era el arquero que jugaba). Y era la mejor cancha del mundo porque habia pastito, y en las otras no. Nada era muy racional ahí, tal vez cuando decidimos que el gol de mitad de cancha vale doble... o que prohibimos los penales porque nos parecia "injusto" que al pibito que atabaja, que tenia como dos años menos que nosotros, lo fusilaran. Una vez discutimos casi por media hora, si había sido gol o no. No había líneas solo pasto... Otro día la discusión fue si había entrado o pegado en el palo (sobre el montoncito de ropa). Ahora que lo pienso... insisto que iba mas afuera que adentro y que la pelota no entró.

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  27. Llego tarde a la discusión y no leí todos los comentarios. Sólo quería decir que me venía guardando este posteo en el GReader para verlo bien... el "documental" no me gustó mucho, obvio que es medio actuado (aunque seguro que los testimonios son verdaderos), pero me encantó la analogía fútbol-religión. Muy lúcida. Y yo también soy de los que no mira el mundial. En mi caso... si me preguntaban qué hago mientras acontece, para un par de oportunidades puedo responder que me dormí los partidos olímpicamente.

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  28. Que guste o no guste el fútbol no es lo que importa, en este caso. La elección del nombre del documental no fue caprichosa y, a medida que el debate se amplía y perpetúa, sigue confirmándonos que no estábamos tan equivocados cuando le pusimos nombre. Lo mencionan por ahí cuando dicen que el fanatismo aplicado al fútbol es el mismo que, aplicado a cualquier otra manifestación, resulta igual de ridículo. Pues bien, en nuestro país es peligroso.

    Intentaré ser breve, porque tengo realmente MUCHO para opinar al respecto y no creo que éste sea el mejor ámbito para hacerlo.
    A ver, por dónde arranco...
    1. Que el Mundial es nacionalismo de cabotaje, no caben dudas. Tal vez no en todos, pero sí en la mayoría. Las chicas de 15 añitos dicen "si es por nuestro país" y me provoca preguntarles: ¿por tu país QUÉ? ¿Por tu país gastaste $ 40 en productos hechos en China? ¿Y qué hacés los otros cuatro años, entre Mundiales? ¿Por tu país alentás a un seleccionado top al que utilizan de cortina de humo para ocultar cosas como que, después de casi cuatro años, se levantó el corte en Gualeguaychú? ¿Por tu país te metés en un televisor que NO NECESITÁS en cincuenta cuotas, la cantidad justita para que termines de pagarlo... uy, claro, EL PRÓXIMO MUNDIAL? ¿Y sabés lo que está pasando, por caso, con las minas a cielo abierto en la provincia de Córdoba? ¿POR TU PAÍS QUÉ?
    2. Que es otro excelente ejemplo de cómo funcionan los mecanismos de discriminación entre-líneas, tampoco caben dudas. Tildar a un pibe de doce años de "fracasado" o "gay" por no mirar el Mundial es bastante tremendo, y nos deja muy mal parados. Si se fijan en los créditos finales, todos los "abiertos de mente" SIEMPRE rematan con algo: "son argentinos igual, NO TANTO COMO NOSOTROS pero son argentinos igual"; "cada uno tiene su opinión, pero NO SERÁ ALGO NORMAL". Es la misma actitud del que te acepta desde la vereda de enfrente: "yo no tengo nada contra los gays, TENGO UN AMIGO GAY". Y es justamente ése el discurso peligroso, el que se pretende tolerante y socialmente correcto pero que avala la perpetuación de las mismas actitudes discriminatorias que existen desde que el argentino es argentino.

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  29. 3. Que el fútbol permite legitimar conductas reprobables -y hasta delictivas- también es verdad, y no pasa en muchas instituciones sociales con las cuales pretende comparárselo. El tipo que se lleva el partido afuera de la cancha, el tipo que te quiere pegar un tiro en la calle porque otro te provocó desde la tribuna contraria durante un partido, es un tipo que está enfermo. Lamentablemente, hay muchos de esos y las conductas futbolístico-patológicas están completamente toleradas socialmente. El fútbol no debería ser la excusa para amparar conductas delictivas -financiadas por el sector privado y por el Estado mismo- y sin embargo lo vemos todos los días: los barrabravas (que llevan GRANADAS DE MANO en los colectivos), las muertes en las canchas sin consecuencias judiciales... Sin ir más lejos -y retomando lo de "si es por nuestro país": se hace una marcha por alguna causa social y, con suerte, juntamos 100 personas. Ahora, Rosario Central se va a la B, y no sólo aumenta el índice de suicidios (más de 10, según los datos no trascendidos) sino que 6.000 personas se juntan, toman la ciudad y destrozan calle Pellegrini, cargándose con ellos negocios ajenos, edificios y hasta un móvil policial. Los detenidos duran menos de un día en la cárcel y, lo que es peor, la mayoría de la población canalla (tipos "bien") justifican el acto, acuñando frases llenas de autocomplacencia como "sobraban los motivos". Los que estuvieron en esa marcha -hayan o no hecho destrozos- son tan culpables como los criminales enfermos que no saben distinguir realidad de ficción o, en todo caso, realidad de juego. Se la llama "complicidad" y, por permanecer en medio de semejante caos, están no sólo aprobándola sino alimentándola.

    El fútbol en nuestro país es una ENFERMEDAD. Los hay quienes saben llevarla con más tino, con más gracia, quienes pueden detenerse y pensar cómo vivir la condena sin joderle la vida a los demás. Lamentablemente, no son la mayoría.

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  30. Augusto, la verdad que no coincido ni media palabra y, dicho rápido, me rompe las pelotas que mencione al fútbol como "una enfermedad", particularmente con la frasecita "en nuestro país". Lo digo más que nada para sacarme las ganas, porque siento que no vale la pena ni empezar a responder punto por punto.
    Solo te hago una pregunta... Vos en serio creés que los que pueden vivir la "enfermedad del futbol" sin joderle la vida a los demás no son, no solo la mayoría, sino el noventa y pico porciento de los que gustan del futbol?

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  31. Siempre me definí como un hincha clase B o incluso C, soy de Newells por mandato familiar, pero jamás fui a la cancha, no conozco la formacion del equipo, no sigo el campeonato, etc.
    El Mundial sí lo sigo, me permito ver lo mejor del deporte una vez cada cuatro años, es una excusa para juntarse con otros argentinos y morfar empanadas, pero no es la prioridad, si no se puede ver el partido, no se ve y listo.
    Lamentablemente futbol y religion son la misma cosa y los que no somos fanaticos hacemos poco por combatir el mal del fanatismo, exactamente como en la religion.

    La señora del documental no ve el partido pero bien que le gusta la timba! :)

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  32. JavierET: Alguien que no suele ir al Obelisco a festejar los triunfos de la selección te aclara que tampoco iría a una marcha para que cancele futbol para todos, no por vago, sino porque estoy de acuerdo con esa decisión.

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  33. Si el futbol fuera un deporte no necesitaría fanatismo. La gente vive el futbol como centro de la vida, como significado de la existencia (si decís que no te gusta el futbol pareces un traidor a la patria) Es una actitud popular donde te podés permitir el éxtasis, sufrir y festejar de forma exacerbante sin ningún tipo de pudor. Aquí en los "lugares comunes" del comportamiento sin RAZON la gente es libre de permitirse la debilidad y el desfogue. Pero no les digas que esas son la bases de la religión: NO PENSAR, SOLO SENTIR Y CREER. ESTAS SON LAS VERDADERAS CRISIS DE LOS PUEBLOS!!!!

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  34. Ja, me olvide de que me invitaron a ir a un partido del mundial de Alemania y fuí!
    Con eso me cubro para toda la vida, tengo la excusda perfecta.

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  35. Yo creo que el fútbol mundialista es análogo a la religión en cuanto legitimiza un fanatismo hacia el sentimiento nacionalista, diciendo que está bien abandonar el análisis racional si es por el fútbol. La regla implícita (o no tanto) es que hay que alentar a la nación por sobretodo - para aquellos que no lo hacen, el ostracismo.

    Este año escribí sobre la reacción local cuando en un deseo emocional por defender al equipo/nación de un falso ataque, se interpretó erróneamente un sketch de un programa español:
    La bronca interesada contra Broncano

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  36. Hablando del uso del mundial para tapar las acciones de los legisladores... Hoy a la noche hablaba con mi novia y le decía que que Argentina ganara el mundial sería lo peor que le podía pasar porque durante un mes todos van a estar hablando de eso y los políticos van a tener total impunidad para hacer las mayores locuras, una de las cuales sería aumentarse el sueldo. Esto fue a eso de las 18, cuando ya había terminado el partido Argentina-México.

    ....

    A eso de las 00:00 subo para irme a bañar y prendo la tele. ¿Qué me encuentro que estuvieron haciendo nuestros dirigentes mientras Argentina le ganaba a México y los ojos de la población miraban hacia otro lado? Los legisladores y ministros de Córdoba se aumentaron el sueldo en un 50%

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  37. Qué curioso, precisamente hoy escribo acerca de lo mismo, y como gracias a Argentina (je je je) acá ya se acabó el mundial y podremos regresar a la realidad.
    Debo añadir que acá aunque la pasión es igual de fuerte no se ha llegado todavía a los niveles vistos allá, pero creo que no falta mucho, la TV azuza a los fans como no tienen idea.
    Puro lavado de cerebro y desconectarse de la realidad, principio y fin del 'fúrbol'.

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  38. Al fin veo (ya sea en cualquier medio) una reflexión "hereje" respecto al fútbol; que al igual que la religión podrían parecer inocuos, pero no lo son. Cuantos empleados de empresas tienen lecciones en sus rodillas, cadera, piernas, etc. a causa de los encuentros amistosos que patrocinan las empresas inocentemente????. por el bien y la salud de sus empleados (personas de 30, 40 y hasta 50 años, con una salud aparentemente perfecta).

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