jueves, 4 de agosto de 2011

Marcha “por la familia”

El domingo por la tarde empecé a ver en mi timeline de Twitter algunos tuits provenientes de Chile y referentes a una “Marcha por la Familia”. Supuse enseguida (y correctamente) que se trataban de una marcha anti-homosexual (porque, como todos sabemos, los homosexuales convierten a aquellas personas normales que tocan y las hacen abandonar a sus familias) y que era un evento organizado por cristianos (porque, como todos sabemos, el dios cristiano odia a los homosexuales y desea que sus fieles los odien también).


La semana anterior, las iglesias evangélicas habían convocado a una “oración masiva” contra los derechos de los homosexuales, con gran despliegue. La marcha “por la familia” fue convocada conjuntamente por evangélicos y católicos, unidos en una plataforma llamada Transforma Chile.

Tal como ocurrió en Argentina y como está ocurriendo en otros países de Latinoamérica (Colombia y Brasil me vienen a la memoria), las organizaciones que representan a las minorías sexuales, los cuerpos legislativos y la sociedad en general han observado que hay un apoyo importante, a veces mayoritario, antes no expresado o reprimido, a la idea de que los derechos civiles no pueden ser restringidos por barreras dogmáticas. Y la reacción a este despertar también es común a los distintos países: una alianza entre una minoría conservadora pequeña pero radical, generalmente cristiana (evangélica o católica), y una minoría considerable de ciudadanos con vagos y fluctuantes valores tradicionales, orgullosamente ignorantes, que juntos tratan de impedir que las personas que no son como ellos obtengan sus mismos derechos. Provienen de una misma matriz de intolerancia y sus argumentos parecen sacados todos de un mismo molde, con escasas variaciones. Ni los voy a repetir aquí, porque ya lo hice (y los refuté) cuando se debatió el matrimonio igualitario aquí en Argentina.

En Chile la batalla parece más complicada de ganar, y los cristianos antiderechos han logrado y exhibido adhesiones francamente preocupantes, como denuncia MOVILH (el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual): en la “Marcha por la Familia”, junto a los niños y a las parejas felices de discriminar al prójimo, iban integrantes del movimiento neonazi (y pro-familia) Frente de Orden Nacional, al grito de “Chilenos unidos contra el pervertido”.

Foto: Difamadores
Por otro lado, algo auspicioso es que las afiliaciones religiosas están claras desde el principio. En Argentina las iglesias se movilizaron sólo cuando se vieron cerca de la decisión final del Congreso; en la superficie del debate todos los activistas homofóbicos pretendían presentar argumentos legales o científicos, y en el prolongado debate parlamentario final la ponencia del único legislador que hizo su alegato basándose explícitamente en la mitología cristiana fue considerada ampliamente como la peor de una noche rica en estupideces.

Desde el punto de vista racional, la causa antiderechos está condenada a perder. Pero no se puede soslayar la presión de los credos intolerantes sobre los políticos, incluso si éstos son gente razonable y abierta. Ojalá que Chile logre dar el paso al frente pronto, dejando atrás y protestando a los patéticos y egoístas manifestantes que vimos desfilar por las calles de Santiago.

5 comentarios:

  1. qué bonito mi país u.u

    Me sorprende la inmensa capacidad argumentativa del predicador que aparece al principio "el matrimonio es entre un hombre y una mujer"... ¿por qué? "porque el matrimonio es entre un hombre y una mujer".
    Lo siento, no puedo dejar de ser irónico ante tanta ignorancia y fundamentalismo.

    Las veces que me he sentado a conversar con alguien que está en contra de la diversidad sexual, se quedan sin argumentos o repiten una y otra vez "es que no es natural". Simplemente no hay argumentos para sostener tales ideas.

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  2. Bueno, la gente de fé no se caracteriza precisamente por exponer buenos argumentos sino por NO CUESTIONAR los que le han enseñado

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  3. Bueno, el argumento de "no es natural" ralla en el ridiculo y la ignorancia.
    La homosexualidad viene de la naturaleza y es natural por que existe.

    Saludos.

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  4. Aquí en España también tuvimos curas y homófobos varios para rato manifestándose en contra de los derechos de los homosexuales.

    Parece que el fin último de las religiones a través de las fronteras es impedir que el personal sea feliz a no ser que sea feliz como ellos digan que deben serlo...

    Es bastante horrible el despliegue de intolerancia y el alarde de ignorancia que esta gente hace.

    Un saludo y, como siempre, buena entrada.

    http://deprosaapoesia.blogspot.com

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  5. no falta ser cristiano para evitar los derechos que piden las maricotas....
    que bueno que chile se este convirtiendo en un bastion en contra de la homosexualidad, donde todos los fines de semana se continua exterminando a estas lacras...

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