jueves, 23 de abril de 2009

Alerta 90: Homofobia en El Salvador

La Iglesia Católica de El Salvador ha recolectado y va a entregar a la Asamblea Legislativa 300.000 firmas para prohibir los matrimonios entre personas del mismo sexo, ratificando una reforma constitucional que define el matrimonio estrictamente como una unión de un hombre y una mujer. (La perseguida minoría heterosexual salvadoreña, personas que seguramente estaban preocupadísimas por este tema, deben estar bailando en las calles de alegría por esta trascendental resolución.)

El arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, fue a hacer lobby de su doctrina ante  los diputados, y luego dijo que esto "no es una discriminación para las personas que tienen una orientación sexual diferente", sino que su objetivo es "salvaguardar el bien de la familia, el bien del matrimonio, el bien de la sociedad".

Hasta donde sé, en El Salvador existe la institución del matrimonio civil, distinta de la del sacramento del mismo nombre. ¿Qué es lo que hay que salvaguardar? Los sacerdotes católicos tienen derecho a no casar por iglesia a los homosexuales. Es su coto privado, sus reglas: dentro del templo, su derecho a discriminar está a salvo. Pero fuera de este exclusivo (excluyente) club, ¿qué tiene que decir un obispo o quien sea sobre un contrato civil celebrado de mutuo consentimiento entre dos individuos adultos y responsables?

En resumen: ¿Qué tienen los católicos contra los homosexuales? (Nada, dirán, no somos homofóbicos, sólo creemos que es inmoral.) No les he visto este enfático ensañamiento contra nada comparable: ni contra los adúlteros, ni contra los abusadores de niños, ni contra los que explotan a los trabajadores, ni siquiera contra los dictadores. Y eso que, a diferencia de todas esas personas, los homosexuales no hacen daño a nadie por su condición. La homosexualidad no es contagiosa, tampoco.

La Biblia condena la homosexualidad (mal que les pese a ciertos homosexuales cristianos, que por alguna razón inexplicable quieren seguir viviendo dentro de una institución que los aborrece), pero la Biblia se puede "reinterpretar"; al fin y al cabo hay en ella todo tipo de cosas tan espantosas como ridículas que nadie cumple. No es ésa la razón.

La única conclusión a la que puedo llegar es que simplemente odian y temen lo que es diferente, rasgo muy común y hasta sensato desde el punto de vista evolutivo, pero peligroso y antisocial en este punto de la historia, además de objetivamente sin sentido. La homofobia tiene estos mismos puntos en común con la xenofobia y el racismo: se basa en el rechazo visceral o asco irracional hacia quien parece ser de alguna manera distinto de "nosotros", aun cuando no nos afecte en nada.

Lo que ocurre es que esta sensación subjetiva se ve justificada y apoyada por la mismísima "Palabra de Dios": aunque claramente no me hace ningún daño que dos hombres o dos mujeres se unan en matrimonio (o como se llame), si Dios dice que está mal, entonces está axiomáticamente mal, y si yo no estoy en contra, entonces estoy contra Dios. Es uno de esos casos en que la moral religiosa contradice los instintos morales superiores de la raza humana.

La elección debería ser clara, como es claro que está mal apedrear gente por adúltera o por blasfema (ambas cosas prescriptas por la Biblia, casualmente muy cerca de donde se condena a la misma pena a los sodomitas): cuando la religión manda rechazar a quienes no nos han hecho nada, hay que dejar de obedecer a la religión y abrazar una ética verdadera humana.

3 comentarios:

  1. Hay algo muy curioso. Estoy casi seguro que algunas de esas firmas fueron conseguidas con trampas, el cristianismo nunca hace nada limpio.

    En EUA cuando los cristianos enojados solicitaron un referendo a base de firmas (la meta era un millón) para derrocar el matrimonio entre personas del mismo sexo e instalar su proposición 8 algunas personas que habían firmado dijeron que fueron engañadas por los cristianos porque ellos no les habían pedido firmar para prohibir el matrimonio homosexual sino para otra cosa distinta. Algo semejante paso hace mucho tiempo en mi estado, Nuevo León, cuando grupos pro vida querían recolectar firmas para prohibir el aborto en cualquier circunstancia: resulta que dichos grupitos católicos recolectaban firmas pero de niños de menos de 12 años de todos los colegios católicos, y asi afirmaron que muchas personas se oponían al aborto. Lo mismo paso en Kentucky cuando les limitaron a las parejas homosexuales (todavía más) su derecho a adoptar, los senadores cristianos republicanos hicieron la votación cuando los demócratas no se encontraban: ese día teóricamente no debía haber actividades en el congreso de Kentucky. Son unos tramposos esos cristianos, y estoy casi seguro que ese referendo homófobo salvadoreño no es la excepción.

    Cuanta histeria católica contra los homosexuales digo yo, a veces dan la impresión de que intentan apagar algo que a ellos mismos les incómoda.

    ResponderEliminar
  2. "Hola mi nombre es Harvey Milk", que pelicula, que historia, necesitamos más Harvey Milk en el mundo.

    Las instituciones creadas y establecidas por el ser humano, ya sean de caracter militar, civil o religoso, poseen ciertos reglamentos o leyes que son propias unica y exclusivamente a los miembros de dichas instituciones.

    La Declaración de los Derechos Humanos, se concibio para que sea aplicable a todos los seres humanos, sin importar sus diferencias o preferencias.

    ResponderEliminar
  3. Hay algo muy curioso. Estoy casi seguro que algunas de esas firmas fueron conseguidas con trampas, el cristianismo nunca hace nada limpio.

    En EUA cuando los cristianos enojados solicitaron un referendo a base de firmas (la meta era un millón) para derrocar el matrimonio entre personas del mismo sexo e instalar su proposición 8 algunas personas que habían firmado dijeron que fueron engañadas por los cristianos porque ellos no les habían pedido firmar para prohibir el matrimonio homosexual sino para otra cosa distinta. Algo semejante paso hace mucho tiempo en mi estado, Nuevo León, cuando grupos pro vida querían recolectar firmas para prohibir el aborto en cualquier circunstancia: resulta que dichos grupitos católicos recolectaban firmas pero de niños de menos de 12 años de todos los colegios católicos, y asi afirmaron que muchas personas se oponían al aborto. Lo mismo paso en Kentucky cuando les limitaron a las parejas homosexuales (todavía más) su derecho a adoptar, los senadores cristianos republicanos hicieron la votación cuando los demócratas no se encontraban: ese día teóricamente no debía haber actividades en el congreso de Kentucky. Son unos tramposos esos cristianos, y estoy casi seguro que ese referendo homófobo salvadoreño no es la excepción.

    Cuanta histeria católica contra los homosexuales digo yo, a veces dan la impresión de que intentan apagar algo que a ellos mismos les incómoda.

    ResponderEliminar

Dejá tu comentario sobre el tema de este post aquí. Por favor, utilizá un nombre o seudónimo. Si querés opinar o hablar de otro tema, usá el Buzón de sugerencias.