sábado, 7 de noviembre de 2009

La tradición contra el matrimonio gay (A151d)

Las compuertas se abrieron y los rechazos de origen religioso al proyecto de permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo en Argentina empezaron a aparecer. Lo cual es muy bueno, porque de vez en cuando la sociedad necesita ver la podredumbre y oler el hedor de esa caverna. Católicos y evangélicos ya sacaron a pasear su homofobia en comunicados varios, y la discusión va y viene sin que realmente nadie se escuche, porque de un lado está la realidad y la sensatez y del otro la rigidez del fundamentalismo y del dogma.

(No me gusta emplear la palabra dogma fuera de su significado técnico más estricto, pero hago esta excepción porque parece que estar en contra de los derechos de los homosexuales —y de todo lo que no sea sexo monógamo heterosexual procreativo— se ha transformado en un dogma de facto para los católicos devotos y los evangélicos de la mayoría de las denominaciones. Hago también la salvedad de que no todos los rechazos al proyecto son de origen explícitamente religioso, aunque es difícil, en los casos dudosos, no encontrar rastros de religiosidad cultural en la raíz de la homofobia.)

La Nación sigue cubriendo el tema, ahora con una nota interesantemente ambigua, pendular, titulada Frente a las puertas de Adán y Eva, firmada por Diana Cohen Agrest (doctora en Filosofía y magister en Bioética, para variar alguien que sí sabe de qué habla). Como contrapartida, en la sección Cartas de lectores hay una breve misiva titulada Matrimonio gay (hay que bajar manualmente para encontrarla en la página) escrita por el apologista de los criminales militares Alberto Solanet, donde directamente cita al Génesis (¡el Génesis, por Dios!) y acusa a los legisladores de colaborar con “la obra demoledora de los valores morales sobre los que se asienta la sociedad argentina”.

Solanet, que es abogado, preside la Corporación de Abogados Católicos, que aparentan una constante preocupación por la alteración del estilo tradicional de vida de Argentina, lo cual los lleva a repudiar todo avance de los derechos de las minorías sexuales. Efectivamente, la cultura local tradicionalmente ha discriminado a los homosexuales, a las mujeres, a los judíos, a los negros, a las personas con rasgos indígenas, etc., y sus altos estamentos están poblados de personas que consideran que Argentina estaría mejor si fuera una dictadura benévola bendecida por la Iglesia. Nuestra tradición, que rescata el valor de la amistad y de la unión de las grandes familias, también deja florecer ampliamente el nepotismo y el amiguismo.

Argentina nunca funcionó como país en gran medida porque a esta colonia de la decadente y fanáticamente católica España el liberalismo le llegó tarde y le duró poco, antes de que la Iglesia y el Estado se unieran de nuevo para producir una seguidilla de dictaduras, todas ellas muy respetuosas de la tradición y del orden moral cristiano... con excepción de los inevitables disidentes exiliados, torturados, muertos o “desaparecidos”. Lo mejor que podría hacer Argentina es deshacerse de su tradición, porque con ella nunca ha sido una nación próspera ni inclusiva.

12 comentarios:

  1. Para agregar a la galería del horror comparto este blog donde se comentan las exposiciones opositoras al proyecto ante las comisiones parlamentarias pertinentes:

    http://barebackedlife.blogspot.com/2009/11/habemus-papam-el-equipo-contrario.html

    Claro que el informe no es nada objetivo, pero da una idea de los argumentos.

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  2. No es objetivo pero es más objetivo que la propaganda católica; al menos esta gente cita las palabras de los que opinan distinto. Me encantó lo de "Los niños tienen derecho, segun el psiquiatra a crecer en un medio ambiente natural (se referira al amazonas?)".

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  3. Hablando de la historia argentina, hoy está muy de moda y es muy "progre" pegarles a la Generación del 80 y especialmente a Roca (por su Campaña al Desierto) a Mitre y a Sarmiento, pero no debemos olvidar que aún con todos sus errores, estos hombres intentaron fundar una Argentina bajo principios laicos y en cierta medida lo lograron: La Ley 1420 de Educación le quitó el monopolio de la misma a la Iglesia. De vanguardia para el siglo XIX e incluso muy avanzado con respecto a lo que tenemos hoy.

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  4. Espero que se apruebe, porque esto sentaría precedente en nuestra sufrida, ultracatólica y homofóbica L.A, pero tengo dudas:

    *Si los evangélicos tienen poder para oponerse, eso significa que las sectas fundamentalistas cristianas Yankees han crecido y se están infiltrando en las debiles instituciones democráticas de Argentina (y en general de toda L.A.

    *El futuro de la laicidad en L.A no está muy definido, pues ahora las 1001 sectas fundamentalistas cristianas de los USA ocuparán el trono casi vitalicio que ha tenido la ICAR.

    Ustedes dirán: pero que se ha fumado este tipo?

    Vamos a ver, me atrevo a afirmar que mis argumentos son sobradamente sólidos, porque por si alguien no lo sabía, en los USA se libra desde hace años las "culture wars", y al parecer la derecha cristiana o "religious right" esta perdiendo la batalla. Frustrada y acorrolada tal cual rata en trigal incendiado, no escatima esfuerzo y dinero para evangelizar al resto del mundo.

    Quieren pruebas?

    Solo "googleen" acerca de Pat Robertson, Billy Graham, Pat Buchanan, Karl Rove.

    Googleen "theocracy watch", "rightwingwatch".

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  5. Discrepo en algo: todas las razones para la homofobia en cualquier grado son religiosas... TODAS.

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  6. Hay que aprovechas la oportunidad para señalar -una vez más- que los motores de estas organizaciones (ICAR, evangelistas etc) son el temor y el odio.

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  7. El temor y el odio son las razones de la religión ¿no?

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  8. Creo que eso de la tradición es bastante relativo. Rusia, con su amplia tradición comunista y atea nunca fue próspera ni inclusiva. Y ahora que es una "democracia" tampoco es el paraiso de los derechos.

    Y no todas las razones para la homofobia son religiosas, que le pregunten a los ateos totalitarismos perseguidores por otro lado de la religión (larga tradición cubana, empezando por el Ché).

    El temor y el odio se pueden considerar también razones contra la religión.

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  9. La verdad, en lo de Rusia tienes toda la razón. El país salió de una dictadura para meterse en otra, y no se ha recuperado aún ni sé si lo hará. Llamarla "democracia" es de forma.

    En todo sistema de creencias, sea religioso o político, se corre el riesgo de considerar inamovibles y sagradas ciertas proposiciones, que después se transforman en "dogmas". No creo que la homofobia sea siempre de origen religioso. Dicho esto, si hoy en día uno toma un homofóbico e indaga sobre las razones de su aversión, es casi seguro que haya una raíz religiosa por ahí. Quizá el temor instintivo y el odio irracional a lo diferente sean una característica humana universal, pero hay religiones y sistemas ideológicos donde esta característica se potencia. Hoy, a juzgar por las manifestaciones de los pastores de la Iglesia, no se puede ser católico devoto si uno no adhiere a posturas homofóbicas.

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  10. Sigues incidiendo en el tema del temor y el odio a lo diferente. No sé qué experiencia vivís por ahí pero acá nadie potencia esas actitudes. Podrás hablar como mucho de posiciones de rechazo u oposición sobre este tema. El odio se ve más bien en colectivos antirreligosos (bueno realmente anticatólicos o antisemitas).
    Podría darte la razón en el caso de países musulmanes donde hay legislaciones, persecuciones y asesinatos, pero tú te centras más en lo cristiano.

    No creo que se pueda hablar estríctamente de homofobia. La postura de la Iglesia no es contra los homosexuales específicamente, sino contra una manera de entender la sexualidad. Realmente afecta por igual a los colectivos heterosexuales. Esta oposición es una consecuencia de un punto de vista, igual que hay otras: relaciones prematrimoniales, uso de anticonceptivos, etc.

    No acabo de entender el alcance del concepto raíz religiosa. Si lo aplicas ampliamente, todas las culturas tienen una raíz religiosa: indígenas en América, cristianos, tribus africanas, hindues, etc. Con un punto de vista más estricto en el tiempo, las raices rusas o chinas no son precisamente religiosas, y hablamos de más de 1.500 millones de individuos.

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  11. Jesús, basta recorrer foros web católicos y hasta hablar con la gente para darse cuenta de que la mayoría de los devotos considera a los homosexuales enfermos, inmorales, "locas", perdidos, gente a la que no se le debe permitir acercarse a nuestros niños, etc. Similar rechazo visceral existe contra los ateos y a veces contra los miembros de otras religiones. En algún caso es temor a lo diferente (a lo que se les ha enseñado a considerar fundamentalmente diferente o "anormal"), en otro es un rechazo tan brutal que se convierte en odio. Desde luego que no todo proviene de la religión, ni mucho menos; pero las creencias religiosas cristianas, por ejemplo, dan amplio margen y justificación para la homofobia y la "ateofobia".

    La postura oficial de la Iglesia es una manera de entender la sexualidad como la postura oficial del partido neonazi es "una manera de entender la etnología". Yo no le niego el derecho a la Iglesia a ver la sexualidad como les parezca, pero me opongo a que quieran hacer que los demás la veamos así también. La Iglesia por lo demás no llama a su visión de las cosas una alternativa, la llama verdad y ley natural.

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  12. Es posible que lleves las cosas al extremo respecto a las fobias. ¿Ateofobia? Está de moda lo políticamente correcto, así que cualquier colectivo criticado se inventa una -fobia y ya lo convertimos en víctima, y de paso en intocable.

    Me alegra que vuelvas a mencionar a los nazis (¿se llamaba Godwin, no?) pero discrepo en tu argumentación. La Iglesia ni es un partido que pueda gobernar (es una parte de la sociedad, se compone del conjunto de católicos), pero estábamos hablando de tradición, y este es otro debate.

    Aunque nos pese, el rechazo moderado o acusado existe hacia cualquiera, va en todos los sentidos y contra todos los colectivos. Y el papel de la tradición en ese rechazo es al menos discutible, basta instalar un totalitarismo y adios tradición. La "raíz religiosa" no se sostiene pues, aunque es la única faceta que parece interesarte.

    Y por supuesto ninguna tradición, ni sistema político-económico te garantiza que un país sea próspero o inclusivo.

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